¿Amor o Poder? | Hazbin Hotel x T/n

Capítulo 11

[Narración de Alastor]

Me manifesté dentro de mi habitación, nunca me había puesto tan feliz de regresar al hotel.

Observé nuevamente aquel cuadro hecho por la pecadora peliblanca a la que acababa de visitar. Logré darme cuenta de cada pequeño detalle sobre mí que ella había logrado retratar, estaba hecho a la perfección igual que yo.

- Tiene mucho talento.

Voltee en dirección a la mesita que tengo junto a un árbol que me recordaba a mi ciudad natal y ahí vi tirado al arácnido afeminado.

- No puede ser...

Me acerqué a él y le di unos cuantos golpecitos con mi bastón. Pero no se despertó.

- ¿Por qué tenía que quedarse aquí?

Le di un par de golpes un poco más fuertes.

- Angel, despiértate. ¡Angel!

Me desesperé así que me acerqué aún más y le di una cachetada, solo así de despertó.

- Auch, estúpido loco ¿Por qué me pegas?

- Porque te reusabas a despertar. Duermes peor que un muerto.

- No es mi culpa, tu habitación es incomoda. ¿Cómo es posible que no tengas una cama para dormir?

- No la necesito. Pero eso no es lo importante. ¿Qué estás haciendo aquí?

- Vine a hablar contigo, pero cuando llegué no estabas.

- Obvio que no, me fui antes de que entraras.

- Espera... ¿Estabas aquí y aun así te fuiste?

- Si.

- Hijo de... - se detuvo y respiró profundo – Bueno, da igual. Necesito hablar contigo.

Suspiré antes de hablar.

- ¿De qué se trata?

- Necesito tu ayuda para algo. Supe que has estado viendo a T/n estos días.

- Es correcto.

- Quiero que me lleves contigo la próxima vez que vayas.

- ¿Y se puede saber por qué?

- Quiero verla, quiero saber cómo está.

- Pff, no hace falta llevarte para que lo sepas, yo mismo puedo decirte que es todo un desastre en este momento.

- ¿Qué? – preguntó preocupado.

- Si, desde hace días que no duerme bien, pasa todas las noches despierta y hace miles de figuritas sin descanso. Es algo verdaderamente divertido, por eso he ido tan seguido.

Al mirarlo noté que se veía furioso.

- ¿Cómo puedes reírte de algo así? Es obvio que algo malo le pasa, nada de eso es propio de ella.

- Lo sé, por eso es divertido.

- Maldito pendejo.

Intentó golpearme, pero me desvanecí y reaparecí lejos mientras que él se caía al suelo.

- No intentes pelear conmigo, no podrías ganar.

- ¿Es enserio que no tienes ni una pizca de humanidad? ¿No te causa ni la más mínima pena ir todos los días y verla en ese estado?

- No.

- Por supuesto que no. Se me olvidó que es contigo con quien estoy hablando.

- Mira no importa que tanto me digas. Hace tiempo que no me divertía tanto y no voy a dejar que alguien me arrebate esa diversión. Así que mejor vete.