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" problemas y un poco más "

Midori tenía claro que todas las personas tenían problemas, pero a veces creía que todos los problemas que ella tenía eran una exageración

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Midori tenía claro que todas las personas tenían problemas, pero a veces creía que todos los problemas que ella tenía eran una exageración. Tal vez era por siempre estar de chismosa en secundaria, o también por ser de ojo alegre en tercero de secundaria (posdata: nunca les habló, solamente los miraba desde muy lejos). Pero esa es otra historia, jamás hablemos de eso.

Estaba en una videollamada con Roier. Como ya lo había mencionado antes, Roier era su mejor amigo desde que tenía 14 o 15 años; se conocieron en Sinaloa.

—Bueno... en... pos yo huelo a amor hasta aquí —dijo Roier desde la otra línea.

—¿Ahora resulta que hueles el amor? ¿Qué eres, ¿cupido?

—¡Midori! ¡Más respeto! ¿Okey? Alguien te puede oír, ¡me vas a dejar sin trabajo!

—Ash, Roier, ya en serio, dame un consejo.

—No sé, ¿en serio cuál te gusta más?

—¿Qué? ¿De qué hablas?

—¡Pues tú lo dijiste! Que Trueno esto, que lo otro, y luego Spreen.

—Spreen no me gusta.

—Ah, pero Trueno sí...

—¡Yo no dije eso! ¡Oye, ya en serio!

Un mes había pasado. Ella y Mateo habían estado en contacto mediante Twitter, Instagram y llamadas. Le agradaba Mateo; no solo le agradaba, Mateo le interesaba más allá de una amistad, aunque lo negara. Por eso había aceptado algunas salidas con él. No tardaron en salir fotos de ambos, tomadas por fans.

Llegaron al punto en que ya tenían una cuenta oficial de fans del "ship" entre ella y Mateo.

Por otro lado estaba Spreen. Midori no era tonta y notaba el interés de él hacia ella. Él hablaba muy lindo de ella en sus directos, y aunque Midori le agradecía de corazón, había algo que no quería confundir. Había salido un par de veces con Spreen, pero siempre con la condición de invitar también a Carrera, para que no pareciera una cita. No quería que él pensara que había algo más cuando ella misma no tenía claro qué sentía.

Estaban a pocos días de terminar febrero. Si bien Mateo le había dicho a Midori que viajaría a Chile, aún no se había atrevido a invitarla, aunque en el fondo deseaba que ella fuera con él.

—Ya no pudimos ir —dijo Roier desde la otra línea—. Fue por trabajo, no te preocupes. Pero prometo que trataremos de ir.

SOLO NOSOTROS DOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora