One-Shots poco realistas sobre la pareja que son Lucifer y Alastor.
Aquí podrás encontrar de todo tipo de realidades: sirenas, cocineros, situaciones cotidianas de la vida, amor no correspondido, ¡de todo! ¡desde todas las perspectivas posibles!
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Hola, gente bonita. Soy yo, otra vez. Un gusto en volvernos a leer.
Aclaraciones: •–Ya son pareja.
Muy bien. Eso es todo.
Disfruta.
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《LUCIFER》
Un largo y aburrido día por fin termina.
Santo padre. Creí que esta semana sería eterna. Gracias a Satán que al fin termina.
De camino al hotel de mi hija, pasé por una cafetería y me compré uno de esos smoothies que Charlie una vez me hizo probar. La verdad, me gustan mucho, a diferencia de la mayoría de las cosas en el infierno, estas bebidas están muy bien preparadas, llenas de azúcar y sabor.
Al entrar, todo está cómo de costumbre. La araña albina le coquetea cómo adolescente calenturiento a un anciano que le puede resolver la vida, bueno, no a un anciano, pero si al gato cascarrabias. Mi hija y su novia están sentadas en sillón al lado de la chimenea, abrazadas una con la otra, envueltas en un íntimo ambiente.
Yo quiero eso. Quiero lo que ellos tienen.
¿Dónde está mi pareja? Yo también quiero tener mis momentos románticos.
—Oye, linda –me acerco a mi hija—. ¿Sabes dónde está Alastor?
Ella al inicio solo contesta con un raro sonido adormilado, pero luego me responde con palabras, todavía sin abrir los ojos.
—Salió...Dijo que no tarda... –habla medio dormida.
Suelto un suspiro, para luego chasquear mis dedos y aparecer una manta sobre ellas dos.
No hay nada más que hacer así que subo las escaleras, con destino a mi habitación
Al llegar, lo único que hago es dejar mi vaso ya casi vacío sobre la mesa de noche de al lado, acostarme en la cama, tomar mi celular y perderme por las miles páginas de cocina en Internet. No es que vaya a cocinar, simplemente me gusta verlas.
