FETICHE

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Aclaraciones:—Referencias sexuales

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Aclaraciones:
—Referencias sexuales.
—Lenguaje altisonante.

Eso es todo, Leute.

Disfruten.

《NARRADOR OMNISCIENTE》

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NARRADOR OMNISCIENTE

A lo largo de tu vida debes haber oído de los fetiches, es decir, la manera preferida de alguien de excitarse sexualmente. Y existen miles de ellos, desde los más comunes hasta los más raros. Por favor, evitemos mencionarlos.

Por ahora solo nos concentraremos en el fetiche más destacable del rey del infierno: ver a su novio vestido de mozo.

Al principio había comenzado como una broma entre ellos, algo divertido. Para la mala, o tal vez buena, fortuna del pecador ciervo, Lucifer descubrió que ama verlo vestido de esa manera.

No puede reconocer con precisión que es lo que lo atrae de verlo vestido así. Tal vez la forma en la que ese rojo chaleco abraza y resalta las curvas de su ciervo, o puede ser el pantalón que aprieta sus piernas y no le deja nada a la imaginación, o tal vez solo le gusta ver como la cola que su novio pocas veces deja ver, se mueve con entusiasmo.

No es importante. Lo de real importancia es como este fetiche afecta a la pareja, más en el sentido sexual que nada.

¿Y qué mejor situación para hablar de ello que esta?

La princesa del infierno, dueña del hotel, socia del demonio radio e hija de Lucifer, tuvo la maravillosa idea de hacer OTRO comercial para promocionar el hotel, pues sí, después del exterminio bastantes pecadores se acercaron a ver, pero no precisamente para redimirse. En busca de grabar su dichoso promocional, mendigó la ayuda de su socio y casi figura paterna, pidiéndole que vistiera como los ayudantes de los hoteles en el mundo humano, para que los pecadores se encontraran con algo más familiar.

¿Qué si necesitó pedirlo mucho? ¡Por supuesto que no! Son buenos amigos, socios y tienen una buena amistad. ¿Qué son dos semanas de ruegos, tres canciones, dos fiestas y siete cartas pidiendo su ayuda? ¡Casi nada!
Además de que cuenta con el apoyo de su padre para convencerlo.
No es que le pareciera una gran idea otro comercial, pero claro que va a apoyar a su bebé, más si esa idea incluye a su pareja vestido cómo más le gusta.

¿Suena raro? Sí, mucho.

—Mantente cinco pasos alejados de mí, Lucifer –advierte Alastor mientras le da la espalda y termina de ponerse el conjunto de ropa de Charlie le entregó hace unos minutos.

Están en la habitación del ciervo. Alastor termina de arreglarse mientras Lucifer se deleita con la vista de las caderas de su novio menearse al terminar de colocar su ropa.

—Ouh, por favor –su voz tiene cierta desesperación—. ¿Cómo es que los huéspedes van a disfrutar de ti vestido de esa manera, pero yo no?

—Al igual que tú, Lucifer, solo verán, no tocarán.

El rey no puede hacer más que suspirar, rendido.
Al terminar de vestirse, el pecador sale y se dirige a las puertas del cuarto, con la intención de salir de ahí, pero no contó con el rápido movimiento de su pareja, quien lo acorraló contras las puertas.

Rápido cuando le conviene.

—Lucifer, quítate –dice serio, dándole la espalda a el mencionado y con el rubor esparcido en todo su rostro.

Hizo caso omiso, paseando sus manos hasta llegar a la parte superior de su cadera, haciendo círculos sobre la tela.

—Nadie se dará cuenta si tardas más de lo esperado –le susurra en el cuello, comenzando a repartir besos lentos y suaves.

Un escalofrío recorre a Alastor desde sus pezuñas hasta el último pelo de sus esponjosas orejas, y sin poder evitarlo, suelta uno que otro jadeo.
Su cuello siempre fue un punto sensible en él, y Lucifer lo sabe, por eso le encanta jugar allí.

—Tu hija lo notará –dice difícilmente.

—Charlie puede esperar –sus caricias bajan lo suficiente hasta llegar a la base de su cuello.
Cuando llega, remueve el cuello de su camisa, deseoso de llegar más allá, pero un golpe en la puerta los congela a ambos.

—¿Alastor? ¿Estás listo? –Oh, Charlie, que afortunado momento para aparecer.

Con un empujón, se quita a Lucifer de encima y abre la puerta, donde Charlie espera con una sonrisa.

—Por supuesto, querida. Tan solo le dejaba un par de cosas claras a tu padre –amplia su sonrisa. Acomoda el cuello de su ropa conforme sale del cuarto—. Te sigo, dulzura.

Charlie, ajena a lo que acababa de ocurrir, sale felizmente de la habitación, siendo seguida por Alastor y solo por él, porque su padre, por alguna razón que ella ignora, se queda dentro de la habitación.

Si el pantalón de Lucifer, que comenzaba a apretar rápidamente, pudiera hablar, habría dicho horrorizado la escena que acababa de presenciar y como las garras de Lucifer trataron de rasgarlo en la desesperación que le trajo el ver crecer su miembro.

Si el pantalón de Lucifer, que comenzaba a apretar rápidamente, pudiera hablar, habría dicho horrorizado la escena que acababa de presenciar y como las garras de Lucifer trataron de rasgarlo en la desesperación que le trajo el ver crecer su miembro

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La verdad estoy muy insatisfecho con este one-shot, pero me pidieron uno que no fuera triste así que. :D

¡Hora del día de aprender de ortografía!
Coser: atravesar con un hilo, generalmente uniendo dos pedazos de tela, cuero y otro material.
Cocer: hacer comestible un alimento crudo por medio de la ebullición o la acción del vapor.

Espero se encuentren bien, y si no es así, les deseo la mejor de las suertes. 🎉

Espero volver a leernos pronto.

Cambio y fuera.

Cambio y fuera

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