Eran apenas las 6 de la mañana cuando Yongbok terminaba de arreglarse en su habitación. Tenían que salir temprano si querían llegar a la hora y causar una buena impresión.
Tenía unas ojeras profundas que adornaban su rostro, por lo que lucho por ocultarlas con algo de maquillaje. Anoche sin duda no pensó que al llegar a la residencia estaría su cliente habitual esperando por él.
Y a pesar de que le comentó que no podría trabajar hasta tan tarde, no pudo negarse cuando el hombre le ofreció el doble de su paga normal, después de todo, le venía bien tener dinero extra para poder comprarle ropa a sus hermanos, y algo de comida.
La radio sonaba bajo, tocando una melodía de jazz que Bok tarareaba mientras terminaba de arreglarse.
El cuerpo que se encontraba en su cama se removió, estirándose con algo de sueño.
—¿Qué haces tan temprano, Felix? —le preguntó, su voz ronca.
Yongbok se dio media vuelta y le sonrió.
—Te dije que tenía cosas que hacer hoy —le respondió, levantándose para ponerse su traje negro—. Y debo salir en unos quince minutos, o mi hermano me matará.
El hombre se levantó de la cama y comenzó a vestirse lentamente, con algo de pereza.
—¿Quieres que te lleve a algún lado? —le preguntó, mientras terminaba de abrocharse los cordones.
—No es necesario, mi hermano y yo iremos en autobús. —le dijo, pasaron unos minutos en silencio, el mayor se encogió de hombros.
—No tienes que ser tan duro, ¿sabes? —murmuró, mientras se abrochaba el cinturón—. Llevamos conociéndonos ¿Cuánto? casi tres meses. —le dijo, mientras tomaba su saco.
—Sabes que esto no es serio, Hyunbin —le dijo—, nada de enredos ni confusiones. —le recordó.
El mayor rodó los ojos.
—Como quieras, Felix —respondió, antes de encaminarse a la puerta de salida—. Ah, y que tengas un buen día.
Salió dando un portazo del lugar.
Detestandose, y detestando que el pecoso fuera de esa forma.
Y es que también sentía culpa por sentirse de esa forma respecto al chico. No iba a negarlo, era precioso, y había capturado su atención desde el primer momento en que lo vio, por lo mismo, comenzó a pagarle para estar con él un tiempo. No era necesario que tuvieran relaciones, a veces solo conversaban por largas horas hasta que el pecoso caía dormido en su pecho. Era inevitable para él tener sentimientos por Felix. Y sabía que ese ni siquiera era su nombre real, pero el suyo tampoco era Hyunbin.
—¿Hyunbin? —la conocida voz del hermano de Felix lo distrajo—. ¿Qué haces acá?
—Vine… vine a verlo. —fue todo lo que dijo.
—Escucha, Hyunbin, espero realmente que no lo molestes. Hoy es un día importante, y necesito a mi hermano de una pieza —espetó—. No tengo idea de por qué demonios te sigue trayendo para esta parte de la residencia, pero si te llegan a pillar-
—Eso ya está arreglado, Minho. Pago una cantidad enorme de dinero para que no se sepa nada. —le cortó, y pasó de él, ignorándolo.
Felix salió de la habitación, topándose de frente con su hermano, que lo miraba con una ceja arqueada.
—Puedo explicarlo. —se apresuró a decir.
—Bok… Sabes que ya no será necesario hacer esto para poder vivir aquí, ahora ganaremos dinero de una mejor forma —le dijo, notando como el pecoso sacudía la cabeza.
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AS IT WAS || MINSUNG AU
FanfictionPaju, 1970. Minho y Jisung se conocen de casi toda la vida. Su historia se remonta a sus padres, quienes se conocieron en la fábrica de textiles de los Seo. Desde entonces, han sido inseparables. Tanto así que el joven Jisung logra convencer a Minh...