Lo bueno de que todo hubiera explotado antes de Semana Santa es que ahora tenía siete días sin entrevistas ni promo, y podía ponerse de lleno a gestionar los cambios que inevitablemente se habían acelerado.
Optó por llevar un perfil bajo en redes; entrar lo menos posible y, sobre todo, no hacer ningún movimiento. Todo lo que necesitaba saber se enteraba a través de su hermano, que, junto a Álex, Paul y Omar, se habían encargado de llevar el checkin constante de su estado de ánimo.
Por mucho alivio que sintiera por haber salido de la encrucijada emocional en la que se encontraba, eso no quitaba que le diera pena haber cerrado esa etapa de su vida con Claudia. Se habían dedicado cuatro años de sus vidas, y tampoco había sido una relación como cualquier otra: ambos habían sacrificado mucho para sacarla adelante. Lo mínimo que Lucas pretendía era cerrarlo todo de la mejor forma posible, porque durante mucho tiempo habían sido todo del otro. Prefería quedarse con los buenos recuerdos que tenía con ella que fijarse en los movimientos de los últimos días. El objetivo era sanar lo más rápido posible, y cada quién tenía su manera de hacerlo. Lo que hacía Claudia ya no era asunto suyo.
Naiara, por su parte, intentaba no pensar demasiado en lo que podía suponer el reciente cambio del estado civil de Lucas. Después de la llamada con él se había instalado un silencio cómodo entre ellos, fruto de la expectación que se respiraba en el aire.
Naiara había aprovechado la semana de festivo para escaparse a la playa con Luis y algunos amigos más. Con la salida de Enlokiá a la vuelta de la esquina, el trabajo era suyo para hacer un tetris con su tiempo y sacar ratos para ella, para la familia y luego, combinarlo con los ensayos y las sesiones en el estudio.
Estaba feliz, por eso. El ajetreo significaba que las cosas se movían y que su sueño se estaba cementando.
Por eso el viaje a Peñíscola no había podido llegar en mejor momento.
La voz de Luis la sacó de sus pensamientos:
"Naaaai ¡!"
"¡Ay! Dime, Luis"
"Maña, que cuando decíamos desconectar, no nos referíamos literalmente a desconectar" Se ríe su amigo, y luego le dedica una mirada con intención. "¿Aún le das vueltas a la llamada con el uruguayo?"
Naiara soltó una carcajada corta que más bien parecía un suspiro.
"Sí y no. Intento no pensarlo porque realmente, lo que teníamos que decir ya lo dijimos por teléfono, y lo que queda por decir es algo que tenemos que hablar en persona. Pero también, es la primera vez desde que nos conocemos y desde que empezó todo que, ya no tengo que medir si lo que hago se interpreta como un coqueteo o no, y si está bien o mal. Evidentemente que es súper reciente y que él ahora no va a hacer nada. Coño, ¡si yo misma le dije que también quería ir despacio! Pero a la vez, hay este inri por dentro, esta ¿necesidad? De hacerle ver que, que... no se..." Exhaló y miró a Luis.
"Creo que entiendo lo que quieres decir; rollo que estás aquí." Luis gesticula con las manos como emulando el espacio.
"Por ejemplo, me apetece subir una foto así coqueta, yo sé que hace una semana pues a lo mejor me hubiera contestado, pero hubiera sido, pues como cuando estábamos dentro y nos dejábamos llevar, pero siempre contenidos. Ahora estamos en territorio desconocido."
"Pero ¿qué te asusta? ¿Que te conteste? ¿Que no?"
"No lo sé, pf, esque no lo sé. Porque hiciera lo que hiciera también lo entendería ¿sabes? Si no me escribe coqueteando, pues joder lo entendería porque al final acaba de romper con ella, pero no te mentiré y te diré que no me picaría un poco, y si me contesta pues..." Se le escapa media sonrisa.
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¿Y si es que sí?
FanfictionPero ¿Y si sí? Es ficción. Cualquier semejanza con la realidad es pura casualidad.