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Enzo:

Firmar un contrato de tres años con Mercedes era un sueño hecho realidad. Llegué a la sede del equipo con el corazón acelerado, sabiendo que este sería un día que cambiaría mi vida. Toto me recibió en su oficina, con su habitual expresión de confianza y serenidad.

—Enzo, estamos muy contentos de tenerte con nosotros por otros tres años. Este es solo el comienzo de grandes cosas —dijo Toto mientras me entregaba el contrato.

Con la pluma en la mano, tomé un momento para absorber la magnitud del momento. Respiré hondo y firmé el contrato con determinación. Toto me sonrió y me dio una palmada en el hombro.

—Para celebrar, te invito a almorzar con mi familia. Susie, Jack, Benedict y Rosa estarán allí —me dijo, guiándome hacia la salida.

Nos dirigimos a un restaurante cercano. Al llegar, Susie me recibió con una cálida sonrisa y me presentó a sus hijos, Jack y Benedict, y Rosa. Rosa era una joven encantadora, con una elegancia natural y una mirada que irradiaba curiosidad y amabilidad.

Durante el almuerzo, traté de relajarme y disfrutar del momento. La comida era deliciosa, y la conversación fluyó con facilidad. Me sentí cómodo hablando con la familia de Toto, como si ya formara parte de ellos.

Susie:

Observaba a Enzo con interés. Toto me había hablado mucho sobre él, sobre su talento y su dedicación. Durante el almuerzo, noté cómo Rosa no podía apartar los ojos de Enzo. Había algo en su mirada que me decía que estaba intrigada por él.

—Enzo, cuéntanos más sobre tu experiencia con Mercedes —le pedí, queriendo romper el hielo y hacer que todos se sintieran más cómodos.

—Ha sido un viaje increíble hasta ahora. El equipo me ha apoyado mucho, y siento que hay mucho más por venir. Estoy muy emocionado por el futuro —respondió Enzo, con una sonrisa sincera.

Rosa sonrió también, sus ojos brillando de admiración. Sabía que debía observar de cerca esta situación, para asegurarme de que todo se desarrollara de la mejor manera posible.

Rosa:

Desde el momento en que vi a Enzo, supe que había algo especial en él. Su presencia era magnética, y no pude evitar sentirme atraída por su encanto y su pasión por las carreras.

Durante el almuerzo, traté de conocerlo mejor. Le hice preguntas sobre su infancia, su familia y sus sueños para el futuro. Cada respuesta suya me hacía admirarlo más.

—Enzo, ¿cuál ha sido el momento más emocionante de tu carrera hasta ahora? —le pregunté, tratando de mantener la conversación ligera y agradable.

—Probablemente el día que firmé con Mercedes. Fue un sueño hecho realidad y un gran honor —respondió, mirándome directamente a los ojos.

Sentí un cosquilleo en mi estómago y supe que había algo especial en él. Mi tía Susie me observaba con una sonrisa cómplice, como si supiera exactamente lo que estaba pasando por mi mente.

Enzo:

El almuerzo fue una experiencia encantadora. La comida era deliciosa, y la compañía aún mejor. Me sentí cómodo con la familia de Toto, como si ya formara parte de ellos.

Después del almuerzo, Toto y Susie me llevaron a dar un paseo por los alrededores, mientras los niños jugaban cerca. Rosa se quedó a mi lado, y continuamos conversando.

—Enzo, me alegra mucho que hayas decidido quedarte con Mercedes. Creo que harás cosas increíbles con ellos —me dijo Rosa, su voz suave y sincera.

—Gracias, Rosa. Significa mucho para mí escuchar eso —le respondí, sintiendo una conexión especial con ella.

✨Enzo ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora