Uno ───

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Los cuervos eran las aves que se oían por todo el lugar

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Los cuervos eran las aves que se oían por todo el lugar.

Melody, solo Melody, sin apellidos.

Vivir en un orfanato debe ser difícil, sin alguien a quien puedas amar y contar todas aquellas aventuritas que imaginas mientras observas por la ventana.

─── Baja a comer anda anda, pude preparar un pay de moras y quiero que lo pruebes ─── dijo la inquieta Melody a una de sus compañeras.

─── Ohw Melody es aún muy temprano cómo para que tengas esa energía ───.

Melody apesar de sus sucesos siempre era un bombón dulce, risueña y llena de vida. Era como si siguiera siendo una niña apesar de tener 19 años cumplidos.

Nunca pude salir del orfanato, pero eso no era para nada un mal suceso, tal vez aquella familia que me adoptará adoptó a un niño más pequeño al cual le dieron amor, eso me hacía feliz los demás merecen mucho amor.
Cómo cualquier día martes y puntualmente a las 7 am, ya me encontraba en el comedor general ayudando a limpiar y acomodar.

─── ¿Otra vez descalza Melody?───.

─── ¿No te parece fantástica la sensación de sentir tus pies en la tierra y en el suelo? ─── dijo Melody paseando como en una danza moviendo sus pequeños piecesillos por el suelo de madera ─── El aroma de la mañana lluviosa es hermoso, la tierra mojada es el aroma favorito de Softy ───.

─── Melody, ponte zapatos y ya te dije que dejes de hablar de tus amigos imaginarios es muy extraño niña, comportate ─── la rectora del orfanato era una señora de 54 años que nunca se caso y nunca tuvo hijos, vivía en el orfanato con las demás niñas y cuidaba de Melody con lo qué pudiera pero desde qué llego siempre ha sido la misma, nunca deja de mencionar a un tal Softy durante el día qué según Melody es un gran conejo blanco con nariz rosada.

Ya no había tantas niñas en el orfanato y los problemas económicos se hacían cada vez más fuertes, la rectora de nombre Morcia no encontraba que hacer tenía hipotecado el orfanato y con deudas que pagar, tenía una soga atada al cuello cada que estaba en su oficina pensando en qué hacer.

─── Holaa Mor, ¿Está todo bien?─── decía Melody asomándose en la puerta, Morcia la observo la chica tenía las rodillas rojas  con algunas pequeñas hojas en sus piernas  ─── Je, Softy y yo jugamos y me caí ─── dijo Melody ya sabiendo la mirada de Morcia sobre ella.

─── Ah Melody, ojalá pudiera fantasear cómo tú y salir de mi realidad, creo que tendré que vender el orfanato ─── decía Morcia  frotando su cien frustradamente.

─── ¡nooooo!, ¿Cómo podrías pensar eso?, ¿Qué pasará con las niñas?....¿Qué pasará conmigo? ───.

Morcia suspiro mirando a la chica la cual corrió hasta su escritorio posicionada con los brazos sobre la madera.

─── No, no es justo debemos hacer algo para poder salvar tu orfanato ───.

Morcia sonrió internamente, apesar de ser seria y estricta aquella chica sacaba lo mejor de ella con su sonrisa acaramelada. Pero está vez eso no era suficiente.

Morcia dejo ir a Melody con la idea de que podría hacer algo para salvar el orfanato, no quería decepcionarla tan pronto pero su decisión ya estaba tomada y lo hablaría con las demás chicas mientras lo ocultaba de ella, de Melody.


...

Melody.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora