37. Oreo

19.9K 2.3K 1.6K
                                    

«She's like, so whatever
You can do so much better»

Girlfriend - Avril Lavigne

ASTER.

El abuelo y Daisy van a quedarse un par de días conmigo, siendo exactos, dos, que es lo máximo que las cosas pueden funcionar allá sin ellos. Tienen la esperanza de que todo se solucione, aunque yo creo que esta visita fue a vigilar que pudiera sola.

No puedo sola. Hace menos de un año estaba recién graduándome del instituto sin saber muy bien cómo y ahora debo lidiar contra una industria que quiere consumir a los artistas hasta hacerlos polvo.

Siquiera tengo información de si está vivo o no, solo sé que lo está porque de caso contrario ya estarían comercializando con su cadáver.

Mi hermanita sabe mucho más de lo que han borrado de internet, como cuál es la casa de su familia en la que pasó su infancia. Finalmente no dejamos que el abuelo me vea sin maquillaje, está demasiado viejo para tantas preocupaciones, Daisy me ayuda a ocultar lo que necesito hasta que estamos a solas.

No salimos el primer día, estuve explicándoles la situación aunque se pudieron intuir la mayoría de los detalles. También pasé esas 24 horas diciéndole a Nazar que cuando seamos viejos y él pierda la memoria yo le voy a decir que él trabajaba de ayudando de Messi con tal de que me perdone, él dijo que hablaríamos cuando vuelva.

El desayuno del segundo día fue salvaje.

—Aster, ¿Qué quieres hacer con esta situación? —indaga mi abuelo.

—Sé que debería regresar con ustedes, es que yo quiero estar aquí, quiero ver si sale a hablar o si puedo volver a...

—Está bien no tienes que explicarlo, pero es peligroso que te quedes sola. No conoces este sitio, ¿al menos tienes el dinero del festival?

Asiento.

—Espera, ¿Cómo sabes que...?

—Me gustaría que hubiera al menos alguien contigo —me interrumpe la pregunta—. bueno, si me prometes que te vas a alojar aquí, nos compartes lo que haces en el día y no recurres a las zonas peligrosas de la ciudad entonces quédate unos días más. Si necesitas algo, es el momento de que lo digas.

—Estoy bien.

—Iré a comprar un par de provisiones, un kit de primeros auxilios y otro de defensa personal. Te quedan 4 días aquí, ¿entendido?

—Sobreviviré.

—Yo sé que lo harás.

Como mucho en el desayuno, empiezo a asimilar la situación una vez el abuelo se marcha a buscar las cosas. Con solo Daisy en la mesa, la pesadilla se siente más real aunque menos aterradora.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —habla mi hermanita.

O bastante más aterradora.

—Dime.

—¿Desde cuándo supiste que Criss era Kale?

—Siempre... —me cuesta tragar saliva—. Lo supe, vi sus tatuajes, recordé dónde los había visto.

Ella guarda silencio por un largo rato que se siente como una espera a la sentencia de prisión.

—¿Por qué no me dijiste?

—Me rogó que no le dijera a nadie.

—¿Por qué lo dejaste quedarse si tú lo odias?

—No lo sé. pasó todo muy rápido. Me dio pena, lo vi mal, no era una superestrella falsa era solo...

No apto para artistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora