𝐋𝐀𝐃𝐑Ó𝐍 𝐃𝐄 𝐋𝐄𝐂𝐇𝐄 [BKDK]

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑰𝑽

El joven Alfa sintió que no entendía en absoluto al género Omega, especialmente a los hombres de este género.

Quería hablar con sus compañeros de la academia militar acerca de los Omegas, y preguntarles si todos los Omegas eran como Izuku. Su dulzura y tolerancia eran embriagadoras, especialmente para un joven Alfa como Katsuki que carecía del afecto de un Omega, el encanto de Izuku era simplemente incuestionable.

¿Llamaría a eso indulgencia? ¿O sólo estaba intentando ser una zorra que seduce a su hijastro?

Sin embargo, la mirada en sus ojos era tan gentil e inquebrantable.

No parecía importarle demasiado que el joven Alfa "jugara y abusara” de él, sino que tolerante. incluso lo trataba con un amor

Por desgracia, a Katsuki ni siquiera se le permitía utilizar los dispositivos de comunicación en casa, por lo que, naturalmente, no pudo expresar sus dudas.

Sin embargo, aún dudoso como estaba, Katsuki se volvió más y más pegajoso con Izuku.

Por la tarde, en el sofá, Izuku tuvo que dejar de lado el libro que estaba leyendo y abrazar al joven Alfa que se le había acercado, riendo.  —Me estás apretando, bebé.

Había una gran cuna a su lado, y allí yacían los gemelos: uno se encontraba durmiendo y el otro jugando con sus dedos; quizás en otra situación, su madre lo habría recogido de la cuna para darle algo de leche para comer. Pero en ese momento, su hermano mayor monopolizaba a su madre para él solo.

Katsuki dijo despreocupadamente. —¿Qué estás mirando? Léemelo.

El joven apoyó la cabeza en el suave pecho de Izuku y cuando su nariz percibió el rico olor a leche, no pudo evitar levantar la mano para tomar el pezón de Izuku a través de su camisa.

—No seas tan travieso. —cuando Izuku lo agarró de la muñeca, Katsuki se tranquilizó un poco y se limitó a cubrir el suave pecho con su propia palma.

Izuku curvó los labios, le parecía muy lindo que el joven Alfa tuviera una extraña obsesión por los pechos en ese momento. Era exactamente como los dos pequeños bebés en la cuna.

Volviendo a tomar el libro, Izuku le leyó su contenido al joven, era un libro militar.

Katsuki escuchó durante un rato y dijo: —Eres un Omega, ¿Qué haces leyendo estas cosas Izuku? —dijo con franqueza—. Mi esposo es militar, por lo que siempre es correcto aprender un poco más sobre el tema.

Este comentario hizo que Katsuki se sintiera irritado y resoplara fríamente. —¿Todavía piensas en tu esposo? Ya ni siquiera se preocupa por ti, te ha estado ignorando, ¿Acaso ha vuelto alguna vez a casa en el medio mes que llevo aquí?

—Tu padre tiene un cargo muy importante y de gran responsabilidad, sólo ha estado ocupado.

—Probablemente sólo esté por ahí, ocupado en follar con otros Omegas también.

—Bebé, no hables así de tu padre —Izuku acarició la parte superior de la cabeza del joven Alfa para calmarlo, después de tocar el corto cabello durante mucho tiempo podía sentir una pizca de suavidad entre sus dedos.
Katsuki dijo—. Eres realmente un perfecto Omega trofeo.

— ¿Omega trofeo?

—Eres como un centenar de flores que no saben nada, probablemente a tus ojos, tu marido es un hombre carismático con poder, pero a mis ojos es un viejo bastardo que engaño a mi progenitora cuando estaba embarazada de mí, no te dejes engañar por él.

Izuku se quedó en silencio.

Katsuki levantó la cabeza y miró directamente a los ojos de Izuku—¿No te arrepientes? ¿No quieres divorciarte de él?