La cafetería era tal cual como me la imaginaba: espaciosa, muchas mesas en ella, al fondo habían varios puestos de comida. Muy parecida a la cafetería de la secundaria a la que asistí.
A esta hora ya está bastante llena, la mayoría de las mesas están ocupadas. El sonido de bastantes voces juntas me retumba en mis oídos.
Camino junto a Adam, él me sigue explicando varias cosas sobre la academia. Para ser honesto, no espero a comenzar y conocer a mis compañeros, profesores, salones... Todo.
—¿Qué quieres almorzar? —dice mi amigo mientras me mira.
—¿Hay pizza? —le pregunto.
—Sip —responde y luego sonríe—, ven, sígueme.
Me toma de la mano y hace que lo siga hacia la estación de pizza. Me sonrojo un poco al sentir su mano junto a la mía, sin embargo, trato de pensar en otra cosa para que se me quite. No quiero que Adam se de cuenta que me sonrojé.
Llegamos a la estación que tiene más cola, nos colocamos al final de ésta y Adam me suelta la mano.
—Siempre la estación de pizza es la que está más llena —menciona.
—Lo entiendo —digo—, ¿a quién no le puede gustar la pizza?
—Lo sé —dice mi amigo entre risas.
—Dime Adam... ¿Tienes novio?
Él gira su cabeza rápidamente y clava sus ojos en mí. Quizá fui muy directo, tengo que aprender a ser más discreto con lo que digo. Esa pregunta rondaba en mi cabeza desde que lo vi medio desnudo en la habitación.
—Pues... —se pasa la mano por el cabello despeinándolo un poco, luego baja su mirada—... Tenía uno, duramos dos años. Hasta que un día lo encontré teniendo sexo con un compañero mío.
—¿En serio? —me sorprendo al escucharlo—. ¿Cómo se atrevió a hacerte eso?
Él levanta sus hombros y luego suspira.
—Es un patán —opino.
Con el poco tiempo que conozco a Adam, sé que es una gran persona. Merece estar con alguien que sí lo quiera de verdad. No entiendo cómo pudo hacerle eso, de tan solo mirarlo, me provoca morderme el labio.
—Sí, lo es. Pero ya lo superé, hasta ahora solo prefiero estar soltero hasta conocer a un chico que de verdad me quiera —la fila avanza rápidamente, nosotros nos adelantamos más—. Tienes mucha suerte ¿sabes? En esta academia hay bastantes chicos lindos.
«Sólo espero que eso sea algo bueno, y no lo contrario» pienso.
Espero que los chicos no sean antipáticos y creídos, como Hesh. Creo que me estoy dejando llevar mucho por esa situación, quizá no es para mí.
Llegamos a dónde sirven la comida, las típicas cocineras con las redes en el cabello me colocan un pedazo grande de pizza y yo tomo un jugo de naranja. Salgo de la fila y espero a que Adam termine.
Caminamos juntos hacia una mesa, yo sólo me limito a seguir a mi amigo porque no conozco bien la cafetería. Llegamos a una mesa, Adam se sienta y yo sigo al lado de él.
—¡Hoolaaaa! —nos saluda una chica con cabello negro y ojos marrones.
En la mesa redonda hay dos chicas y un chico. Me imagino que son los amigos de Adam.
—Heey —responde Adam—. Chicos les quiero presentar a Finnick, es nuevo.
—¡Un chico nuevo! —exclama la otra chica. Tiene cabello marrón y ojos color miel con verde—. Yo soy Sophie —señala a la castaña—, ella es Alice.
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Gay Academy
Teen FictionAdvertencia: esta novela es de tema homosexual, si no te gusta este tipo de historias, qué carajos haces aquí? Ok no. Imagina que en tu ciudad se abre una nueva Universidad solo para la comunidad LGBT. En donde la homofobia no sería un problema par...