Capítulo Tres: El encuentro.

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—¿Cómo te atreviste a hacer eso? —pregunta Adam. Está muy alterado por vernos a Hunter y a mí bastante cerca—. ¡Toda la fiesta los pudo haber visto teniendo sexo!

No sería mala idea, así todos se excitan y hubiéramos tenido una orgía el pensamiento sucio salió de mi mente inconscientemente. Adam no me dejo estar un segundo más en la fiesta al descubrirnos a Hunter y a mí, no nos despedimos de Nick o de Sophie. Caminamos hacia la casa. Sólo espero que no esté tan lejos, no creo poder aguantarme a Adam.

—¡Hunter no te quiere! —sigue con el sermón—, ¡te usó como una puta. Para él solo eras cosa de una noche y ya! ¡Todos son así!...

—¡Ya! —detengo a mi compañero harto de seguirlo escuchar—, Adam detente. No me arrepiento de haberlo hecho, ¿okey? Hunter es un gran besador —Observo como Adam se pone más nervioso—. Me imagino cómo será en la cama —digo con voz baja.

—Ugh, ¡tú detente! —grita—. ¡Estas borracho, no estás consciente de lo que haces o dices! ¡Has cometido un gran error al estar con Hunter...!

—¿Y tú que tanto sabes, Señor genio?

Un silencio cayó entre nosotros, como una gran manta. Adam deja de observarme directamente a los ojos, se coloca todo nervioso. ¿Quién es el que controla a quién ahora?

¿Yo...? ¿Saber algo? —tartamudea—. Pff, que mal que pienses que yo sé algo de Hunter.

—Eso pensé —respondo con satisfacción—. Tranquilo amigo, él fue solo algo de una noche y ya, no fue nada serio.

—¡Aún así! Pudo ser horrible.

Luego de los cincos minutos más largos de mi vida, llegamos a nuestro edificio. Adam se comporta algo callado y algo frío conmigo, no puedo evitar que me duela un poco. Espero que mañana se le pase, él es una gran persona, lo menos que quiero es que se moleste conmigo por una estupidez que hice en una estúpida fiesta.

Al llegar a nuestra habitación, se encierra en el baño. Me siento en la cama mientras me quito los zapatos. Muchos pensamientos invaden mi cabeza, a tal punto que me empieza a doler un poco. Todo iba tan bien, en realidad estaba disfrutando la fiesta, Hunter la arruinó... Bueno, no completamente. Cállate conciencia.

Odio estar medio borracho.

Dejo caerme completamente encima de la cama, coloco mis manos por detrás de mi cabeza y observó el techo. ¿Será que Adam se puso celoso? ¿Qué pasa si le gusto? No tendría ningún problema con eso, Adam es un chico muy guapo y tiene un cuerpo perfecto; sin embargo, aún no logro sacarme de la cabeza a Hesh. Me siento extraño porque yo no signifiqué nada para él, solo un chico más que calló en sus ojos perfectos, sus grandes brazos, su rostro hecho por dioses... ¡Finnick!, deja de pensar en él, ¡tú mereces a alguien mejor! Agito mi cabeza y vuelvo a la realidad.

Adam sale del baño, se nota que está cansado. Él no me mira y yo no dejo de mirarlo. Siento un dolor en el pecho que me hace pensar en lo que hice, no me imaginé que esto iba a pasar. Cuando besaba a Hunter sentía que estábamos sólo él y yo, otro chico por el que caí. Creo que desde ahora tendré que hacer una lista, presiento que caeré por muchos chicos más...

Mi compañero se quita la ropa y la guinda en el clóset al lado de su cama hasta quedar en bóxers. Trato de evitar verlo, pero es imposible. Se acuesta en su cama y se cubre con la cobija, en ese momento dejo de admirarlo. Me levanto y me dirijo al baño; observo en el espejo mis ojos azules como el cielo, mi cabello marrón y corto, mi nariz llena de pecas, mis finos labios. Estoy igual que Adam: Cansado.

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