Libélulas y caballitos del diablo

Capítulo 10: Familia (Jake)

Saqué a Lea del Soul, estaba harto de su inmadurez. Caminamos entre la gente hasta que alcanzamos la puerta, vi a Liam, nos ignoramos. 

-¿Se puede saber porque tanta prisa hermanito?- Me miraba llena de razón y yo solo podía pensar en lo mucho que la odiaba.

-¿Tú alguna vez piensas en alguien más que en ti misma? ¿Se puede saber que le dijiste a Grace ahora?- Puso la cara de maquinación, esa cara que después traía el desastre, esa niña era muy tonta pero cuando quería algo, nada era obstáculo suficiente.

-La verdad.- Contestó cortante, ¿ahora se iba a hacer la víctima?

-Nada de la verdad te beneficia.

-¿Me estás retando hermanito?

-¿Yo? Nunca.- Esto cada vez tenía menos sentido.

-Ten cuidadito con lo que haces Jakie.- Pasó su brazo por mis hombros mientras decía eso, me soltó y se fue.

-¡Ni se te ocurra joderme la vida de nuevo!- Grité lo suficiente como para que me escuchara, lleno de rabia y rencor.

-¡Ni se te ocurra interponerte en mi futuro de nuevo!-No dije nada más.

Después de eso entre en el pub. Vi a Grace bailando con Luke como si nada pasara, me alivió bastante, así que pensé que a lo mejor no había sido para tanto, aunque con Lea no hay que andarse con chiquitas.

Ella miraba curiosa a mi alrededor, aún contenía parte de la ira que me provocó la discusión con Lea, me acerqué más y los saludé.

 -Hola.- Dije mientras le daba beso en la frente, olía a alcohol.

-Ya no me besas ¿eh?- Me señaló con el dedo como si me estuviera acusando con gesto torpe.

-Yo mejor me voy.- Dijo Luke con incomodidad y creo que un poquito de vergüenza ajena.

-No, no, tú te quedas- Lo tomó del brazo- Él cree que puede jugar conmigo, ¿te parece normal?- ¿Qué? No sabía si reír o llorar. 

-Grey, yo no...- Luke se quería ir, pero ella parecía empezar a desesperarse. 

-Si no vas a decir nada con sentido vete borracho.-Los dos nos comenzamos a reír, intentó señalarnos pero al retroceder para poder vernos se tropezó y cayó sobre mis brazos, el calor de su cuerpo me provocaba escalofríos, pero era bonito, era diferente solo me pasaba con ella.- Tómatelo enserio estás rompiendo mi corazoncito de pollo, ¿me quieres a mi o a ella?- ¿A quien? Esto cada vez tenía menos sentido.

-Vale, vale ¿por qué dices esas cosas libelulita?- Luke se fue, en ese momento no nos dimos ni cuenta, la puse de pie pero la continué sosteniendo, dudaba de su estabilidad si la soltaba ahora, también he de reconocer que me gustaba estar así de cerca.

-Estoy harta de todos vosotros.- Dijo con desesperación. 

-¡Ala! Ahora el que tiene el corazón roto soy yo libelulita.

-Decídete de una vez.

-No estoy entendiendo a que te refieres. Mañana lo hablamos si quieres.

-¡No!- Gritó demasiado, todos nos miraban.- ¡Me estás volviendo completamente loca, jamás había sentido esta sensación tan repugnante, nunca! ¡Siempre que revoloteas a mi alrededor llamándome así haces que me vuelva loca! Jake, no se quien eres, ya no se ni quien soy, solo sé que cuando estoy contigo no soy la misma de siempre. Soy diferente y no soporto no saber porque eres tan... tan...- Me acerqué y la besé, no podía dejar de mirar sus labios.

-Deberías aprender a hablar menos libelulita.

-¡Eso es justo lo que haces siempre! ¿Por qué contigo no puedo solo... Seguir...

-¿Seguir con el personaje que te has montado?-Lea, en el momento justo, como siempre. Se acercó poco a poco a donde estábamos. Ya habíamos dejado de ser el centro de atención hace un rato, ya que después del beso, Dario puso una canción que estaba de moda y así, sin más, la atención se desvió.

-Lea, pensé que te lo había dejado claro.- No la soportaba, más tiempo no. 

-Y yo pensé que debías saber que esta chica no es más que un puto nudo de problemas, alguien que jamás llegará a nada en la vida, alguien que nuestros padres no aprobarían. Tienes que centrarte, necesitamos a gente como Daisy y Abby. Ella es solo un complemento, no podría traer nada bueno. Hermanito, aléjate de ella o les contaré a papá y mamá que el padre de tu novia es un drogadicto desempleado que a criado a una alcohólica. Probablemente también sea pobre... Y tendrá muchos problemas mentales. ¿Sabías que su padre estuvo en prisión? Mientras su madr...- No aguantó más y le pegó un buen puñetazo en la nariz. Si no lo hacía ella lo habría hecho yo, estaba siendo la Lea de siempre la que solo yo conocía y Grace deducía, aunque la verdadera pregunta era: ¿Cómo cojones sabía todo eso? y ¿Acababa de decir que somos hermanos?

-No sabes nada de mi vida, ¿qué te da derecho de hacer suposiciones de ese tipo? No eres más que una persona que se aprovecha de los demás. Tú sí que no vales nada. Tal vez mi padre estuviera en prisión, tal vez mi madre se volviera a casar, tal vez yo comenzara a beber a muy pronta edad. Pero yo jamás he juzgado a alguien por su pasado. Y lo que ves hoy, delante de ti, es una chica que ha pasado por mucho, tienes razón, a lo mejor no tengo tanto dinero como mis amigas, pero tengo muchísimo más respeto, valores, valentía y empatía que todas vosotras juntas.- Lea estaba sangrando y bastante, miré a la derecha y estaba Luke, a su lado, yo estaba en el medio, sin poder moverme, no sabía como reaccionar. Tenía miedo, rencor y muchas ganas de pegarle a mi hermana.-¿Ella es tú hermana? Vaya, vosotros sí que tenéis unos personajes bien montados. Dos meses casi y no me había dado cuenta.- Oh no, dio un par de aplausos irónicos hacia mi.- Enhorabuena Jake, me lo he tragado todo. Pensé que de verdad te importaba.- Se giró hacia la puerta y salió del pub. Algo en mi se rompió cuando vi esa mirada, era vulnerable, Grace es una persona fuerte y jamás la había visto tan frágil, tan sola... Yo no hice nada por evitar que se fuera.

Jamás le habría hecho algo así. Nuestros padres sí que querían que nos rodearamos de personas que nos facilitaran el futuro, pero yo nunca seguí sus estúpidas exigencias. Yo solo quería que no me relacionaran con Lea y descubrir que era lo que me hacía querer acercarme a Grace. En realidad yo no sabía nada sobre ella y ella no sabía nada sobre mí, pero incluso así, supimos que desde el primer momento en el que cruzamos miradas, no podríamos olvidarnos del todo y que un pedazo de nosotros siempre viviría en el corazón del otro. Algo como la palabra jeong en Corea.