Capítulo 7: Cosas del pasado (Grace)

17 3 0
                                    


Supongo que aquella noche lo estaba pasando bien, recuerdo la sensación de alivio cuando probé el alcohol por primera vez, una tontería de niños, en mi casa era algo normal... Creo que os debo una explicación... Mis padres están divorciados, mi padre nunca fue un gran marido pero yo lo apreciaba mucho y me quedé con él cuando mamá y Derek se fueron... A partir de ahí nunca volvió a ser el mismo. Yo estudiaba, siempre he sacado buenas notas sin realizar un gran esfuerzo, pero se me fueron las ganas de estudiar de manera gradual. Cuando mis padres se separaron yo tendría doce años y el mundo me comenzaba a abrir las puertas, chicos, alcohol, sustancias que nunca debería haber consumido... Llegaron más pronto que tarde a mi vida. Cuando mi hermano se fue con mi madre, mi padre perdió el trabajo, se iba por horas y volvía borracho y con un sobre de dinero, aunque no fuera la mejor persona del mundo y tuviéramos muchas discusiones agresivas, hacía lo que podía... 

Para parecer "guay" supongo, comencé a salir de fiesta, yo llevaba el alcohol que mi padre escondía, de mala manera, en la cocina. Todavía recuerdo la sensación de una lágrima escurrir mi mejilla la primera vez que bebí, tendría trece años el líquido estaba caliente y raspaba al bajar por mi garganta, esa sensación de liberación y aprobación, entre mezclado con el sentimiento de saber que lo estaba haciendo mal...  Al fin y al cabo para una persona que se siente abandonada y traicionada era todo lo que necesitaba. Mi padre lo sabía, solo me pegó cinco veces en su vida, la primera fue un error de borrachera, la segunda porque le había robado dinero para comprar tabaco a unos amigos, la tercera un error más, la cuarta cuando se enteró de que le había robado alcohol y la última, la primera vez que consumí. 

¿Sabéis? Yo no creía en el amor, en parte por mis padres, si tanto se querían, ¿porque nos obligan a mi hermano, de tan solo dieciséis años y a mi, de ocho, a elegir con quien nos quedaríamos? ¿Porque mamá se fue dejándome con un hombre que sabía que no me podría criar?, son preguntas que siempre rondaron mi mente, llegó el bendito día en que mi madre luchó por la custodia compartida y papá fue a terapia, pero el daño y los traumas ya formaban parte de mi. 

El día que conocí a Arly yo tendría catorce años y decidimos fundar ACDC en el instituto, esos días de soledad en  mi casa, en los que solo estábamos yo y mi música lo eran todo para mi, era el momento de impulsarnos e intentar enderezar de nuevo mi vida, dejar de escaparme para beber y consumir, cuando solo era una cría, para escaparme para tocar. No os voy a mentir el mundo no es tan idílico, Arly consumía conmigo y las dos teníamos familias desmoronadas, ella me dijo que su nombre era algo especial, o eso le habían dicho, gracias a ella me obsesioné con los nombres de la gente. ¿Daisy y Abby? cierto, ellas son amigas de toda la vida, hijas de jefes de mi madre, tenían todo lo que yo no, dinero, popularidad, pero fueron un pilar importante en mi vida cuando me desmoroné, a su lado yo solo era una sombra. Supongo que quería destacar y ser la que lleva el alcohol y liga con los tíos era una manera fácil de hacerlo. Liam fue un ligue esporádico de esos, pero se volvió mi amigo, en parte era un poco abusivo pero siempre volvía a recaer, como una droga. 

Soy un cúmulo de problemas que intenta mejorar. El dolor que me generó todo esto es algo que he decidido dejar atrás. Todos estos traumas del pasado forman ya parte de mi. De pequeña me prometí no enamorarme y no tener hijos, cosas que pasan con personas que sufren este tipo de circunstancias, creo. Por cierto, no os mentiré Derek y yo nos llevamos muy bien, él me intenta proteger de todo lo que no pudo, aunque de puertas para fuera todo en aquella casa pareciera maravilloso. Aún así, mi yo de ocho años no le perdona que nos abandonara... Él es el único que conoce mi verdadero sufrimiento y ahora vosotros. Solo daño a las personas que se me acercan... Pero estoy intentando dar mi mejor versión, estaba dejando el alcohol... Hasta esa noche. 

Esa noche vi a alguien entrar en la fiesta y avisé a Lucas, pero ya era muy tarde cuando me quise dar cuenta el alcohol ya había hecho efecto en mi cabeza, me pareció ver a unos chicos echando algo en bebidas de unas chicas, se las quité de las manos, luego me di cuenta de que todos debían de tener ya la droga subida a la cabeza, no era la primera vez que pasaba... En ese instante Pablo se abalanzó sobre mi, me besó, me mordió en el cuello y cuando lo intenté apartar ya no era capaz de fijar su cara con claridad, recuerdo ver a Lucas dándole un puñetazo. Colapsé, la pelea me recordó a una vez que mi padre le pegó a mi hermano por defenderme de la primera paliza que me dio, él aún estaba en casa, pero mamá no. Creo estar en el suelo llorando y gritando recordando el momento, yo pasé de ser la chica llena de falsa seguridad a una niña de siete años atemorizada. Puedo recordar con claridad a mis amigas abrazándome y a unos chicos separando a los hermanos... Fue una noche llena de dolor para mí y no por lo que viví allí, si no por los recuerdos que trajo a la vida la situación. 

Con esto espero que entendáis un poco mejor mi manera de actuar, no me gusta mucho contar estas cosas pero es necesario, gracias por estar ahí. Este capítulo es para todas aquellas personas que os sentís como un cúmulo de problemas, no estáis solos... Continuará Jake ahora... Adiós... 

Libélulas y caballitos del diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora