Call me daddy || [Got7 Fan-Fic/JJP]

Capítulo 02

El nuevo semestre ha comenzado.

Es un jueves por la tarde y JinYoung lucha para no quedarse dormido. La noche anterior sólo durmió 5 horas y está a punto de caer rendido.

—Deberías aprovechar esta hora para descansar, estuviste cabeceando en el metro y todas tus clases han sido de corrido —la chica regaña a su amigo.

JinYoung frunce el ceño por el empeño en no quedarse dormido.

—Si me duermo ahora, no voy a despertar a tiempo para la conferencia —fuerza a su cuerpo para llevar el sándwich hasta su boca y masticar.

—Pero si no duermes, aunque sea un poco, puedes terminar quedándote dormido en plena conferencia y yo no voy a estar ahí para despertarte o tomar notas por ti —la mirada de su amiga lo hace sonreír agradecido.

—Estaré bien, MinJi, no te preocupes por eso, tú deberías estar en camino a tu siguiente clase, licenciada Kim —la chica niega, pero una sonrisa adorna su bello rostro.

—Bien, me iré, pero tú vas a esperarme para ir juntos en el metro, eres capaz de quedarte dormido y pasarte de la estación como la otra vez.

El chico la despidió con una falsa mueca de fastidio.

***

Pero al final del día, MinJi vuelve a tener razón.

JinYoung abre los ojos al sentir que lo mueven, las risitas de fondo le arrojan a la cara que se había quedado dormido durante la conferencia que tenía tantas ganas de tomar.

—El profesor de ahí me pidió que lo despertara —le dice una apenada chica que le resulta, inesperadamente; bastante familiar.

El joven castaño voltea lentamente, no queriendo encontrarse con el dueño de esa pesada mirada sobre su nuca.

—Ay, mierda —masculla al enfrentar el rostro ceñudo de su tutor.

—Espero que no se meta en problemas, sunbae —la chica se aleja, dejándolo solo con su incertidumbre y un profesor muy molesto.

El profesor Song le llama la atención por su falta de respeto y lo vuelve a hacer en cuanto Park le explica la razón. Le dio un sermón sobre la importancia de dormir a sus horas y no pasar mucho tiempo frente a las pantallas.

JinYoung es libre de irse del auditorio casi media hora más tarde y en la salida encuentra a alumnas de segundo semestre siendo acorraladas por miembros del club de ajedrez.

—No, de verdad —la chica que lo había despertado está visiblemente molesta mientras trata de mantener su distancia de los insistentes chicos que tratan de convencerla a ella y sus amigas.

—Pero... —el interlocutor se queda en silencio cuando una mano grande y firme se apoya en su hombro.

—Yo escuché claramente a la señorita decir que no estaban interesadas.

Los tres chicos se encogen de hombros y miran al piso, como si se tratara de perritos regañados.

—JinYoung-sunbae —uno de los involucrados es su hoobae, lo recuerda porque tienen la misma clase a las 11.

—DongMin, me decepcionas, esa no es forma de tratar con las personas.

—Lo lamento, sunbae —los tres chicos se inclinan con expresiones de vergüenza.

—No es a mí a quien le deben una disculpa.

Nuevamente se inclinan, esta vez frente a las jovencitas que lucen aliviadas de que todo haya acabado. Observan a los miembros del club de ajedrez alejarse con la cola entre las patas y casi de inmediato las chicas comienzan a agradecer tímidamente.

—Sunbae, muchas gracias, ya tenían bastante tiempo tratando de hacer que nos uniéramos a su club.

—No se preocupen, mi deber como su superior es cuidar de ustedes —les dice con una amable sonrisa, lo que hace que las juveniles mejillas se coloreen de rojo.

—Sunbae, ¿de qué carrera es? —pregunta la chica que había conocido antes.

—Soy de pedagogía —un coro de «awws» acompaña a los rostros enternecidos de las chicas.

—A sunbae deben gustarle los niños —una hoobae pelirroja se dirige a él.

—Sí, adoro a los niños, planeo algún día tener una bonita familia, sólo me hace falta la persona adecuada para eso —la mano que viaja a su vientre bajo no pasa desapercibida para la pelirroja.

—Sunbae es un romántico —suspira la chica que lo había despertado.

—Oigan, qué groseras, no nos hemos presentado —la pelirroja vuelve a tomar la palabra —. Soy Lee ChaeYeon, le agradezco nuevamente por habernos ayudado.

—Yo soy Choi JiSoo, las tres estamos en la facultad de artes —se presenta otra chica, quien ha permanecido en silencio hasta ahora.

—Y mi nombre es Lim YeJi, me gustaría invitarlo a comer como agradecimiento, hay un lugar cerca de aquí con uno de los tteokbeokki más deliciosos —los pequeños ojos brillantes tienen un efecto curioso en el estudiante de pedagogía.

—Claro, pero tendrá que ser otro día, ya me comprometí a ir a casa con alguien más —el intercambio de miradas de las jovencitas le alerta de que dijo algo fácil de malinterpretar —. Entre más pronto nos pongamos a trabajar en esta tarea grupal, mejor, siento que hay una mejor comunicación cuando se está cara a cara.

En realidad, sólo acompañará a MinJi hasta su casa para que se reúna con su novia, quien también es la roomie de JinYoung; pero eso no es algo que las chicas necesiten saber.

—Sí, entonces intercambiemos números para que podamos ponernos de acuerdo.

JinYoung sonríe, la actitud de esa chica, YeJi, le parece adorable.

***

El primer tramo del viaje a su apartamento se resume en MinJi regañándolo por no haberle hecho caso, el segundo tramo fue él durmiendo y al final, los dos amigos subiendo en el ascensor mientras retoman la reprimenda.

—Prepara todo para mañana, así duermes bien, te envidio por tener toda la tarde libre, yo tengo que regresar a tomar otras dos clases —JinYoung le sonríe con burla.

—¿Quién te manda a hacer una maestría? —la chica le golpea el bíceps, su cara refleja irritación durante un par de segundos.

—Ya te voy a escuchar a ti quejándote y entonces me burlaré de ti —las puertas del elevador se abren y ambos amigos bajan de él para continuar por el estrecho pasillo hasta la puerta con el número 55.

—Lo más seguro es que termines llorando conmigo —se burla mientras ingresa la contraseña en el teclado digital de su cerradura.

Una vez que la puerta está abierta, JinYoung y MinJi continúan su discusión amistosa dentro del apartamento. Desde que ponen un pie dentro, mientras se descalzan, incluso después de que la chica salude a su novia, quien los observa intrigada.