𝟶𝟷: best friends

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Siempre, desde que tengo memoria hemos sido Yeji y yo.

Puedo recordar perfectamente ese día en el que nos conocimos. Mis padres se habían tenido que mudar de ciudad por cuestiones laborales, y claramente me arrastraron con ellos.

Desde muy pequeña me han aterrado los cambios, y este sin duda había sido uno muy radical, pero su compañía me ayudó muchísimo a sobrellevarlo.

Mediante el tiempo iba pasando, nuestra amistad sólo se fortalecía más y más. Mi confianza en Yeji incrementaba, y aunque tenía unos cuantos amigos más, la prefería a ella.

-¿Nunca has besado a nadie, Ryujin-ah? -Nos encontrábamos viendo una película un viernes en la noche. Mis padres habían salido a cenar y nos habían dejado solas. Yo, en ese momento estaba concentrada comiendo mis palomitas, y su pregunta tan repentina casi provoca que me ahogue.

-¿Qué? -Tenía que cerciorarme de que no había escuchado mal.

-¿Nunca has besado a nadie? -Reiteró su pregunta, ésta vez más cerca de mi.

Yo busqué concentración en cualquier lugar que no fuera su rostro. Podía sentir mi corazón dar martillazos en mi pecho.

-Y-yo.. ¿Para qué quieres saber eso, unnie? -Quería escapar de ese lugar cuánto antes. Debía hacerlo.

-No lo sé.. -Ella apoyó la palma de su mano en mi muslo. Ésto no me está gustando para nada. -Te cuento un secreto -Y cómo si fuera posible, se acercó mucho más a mi. -Yo nunca he besado a nadie - Susurró en mi oído.

Su confesión me tomó totalmente por sorpresa. Si bien sabía que Yeji era una chica muy carismática, y que siempre estaba rodeada de almenos diez personas, teniendo en cuenta todas las declaraciones que había tenido tanto de chicos como de chicas desde la secundaria, me sorprendía muchísimo el hecho de que ella nunca hubiera besado.

La miré buscando algún indicio de que me estuviera mintiendo, mas no lo encontré, conocía perfectamente esa mirada, y Hwang Yeji estaba hablando muy en serio.

-Yo tampoco -Casi sin poder contenerlo, contesté su pregunta anterior. Pude ver una sonrisa dibujada en su rostro.

No pasaron ni 5 minutos cuando ya tenía sus labios pegados a los míos, y sus manos sujetando mi cintura firmemente.

No lo pensé mucho y le correspondí.

Al principio el beso era tímido, producto a nuestra inexperiencia, pero cuando sentí su lengua húmeda acariciar mi labio inferior y sus manos apretar mi cintura, solté un pequeño suspiro, pudiéndose confundir con un jadeo. Totalmente sorprendida me separé, ésto definitivamente era algo para nuevo para mi.

-Yej- -Ella colocó un dedo sobre mis labios y me miró directamente. Sus pupilas levemente dilatadas me terminaron por erizar la piel.

-Sólo déjate llevar, Ryujin-ah -Me pidió a tiempo que me empujaba suavemente hasta apoyar mi espalda completamente en el sofá, con ella encima de mi.

Me volvió a besar. Entrelacé mis brazos detrás de su cuello y le seguí el beso, que por cada segundo que pasaba sólo se tornaba más y más intenso.
Cuando su lengua danzó con la mía lo olvidé todo.

Estaba a punto de retirar mi suéter, cuando el sonido de unas llaves y la puerta abriéndose, junto con unas voces interrumpieron cualquier cosa que estuviéramos a punto de hacer.

Rápidamente empujé a Yeji lejos de mi, provocando que cayera al suelo dándose muy fuerte en el trasero.

-Ay, que salvaje eres -Susurró con enojo fingido.

-Chicas, estamos en casa -Avisó mi madre, la cual se acercó a mi -Oh, Ryujin ¿te sientes mal, tienes fiebre? Estás muy roja -Dijo preocupada, y yo pedí que la tierra me tragara.

-Oh, no no, no te preocupes mamá, creo que sólo hace calor -Me intenté justificar estúpidamente.

-¿En serio? Entonces en ese caso hubieran bajado más la temperatura -Dijo ésta vez mi padre -Y Yeji-ah, ¿qué haces en el suelo? -Se dirigió a la de rasgos gatunos.

-Me caí -Murmuró mirándome a tiempo que se ponía y de pie.

-Bueno bueno niñas, vayan a dormir ya que es algo tarde -Ordenó la señora Shin.

-Adelántate mientras yo recojo las cosas Yeji unnie -Mencioné refiriéndome a los restos de comida y las mantas que habíamos utilizado anteriormente.

Ella asintió y subió a mi habitación.

Doblé cuidadosamente las mantas mientras mi mente se encontraba muy ocupada recreando una y otra vez la escena anterior. Claramente debía conversar con Yeji, aunque no me molestaba en lo más mínimo lo que había hecho, no era para nada un secreto el hecho de que ella me gustaba, pero no podía recordar con exactitud cuando desarrollé otro tipos de sentimientos por mi mejor amiga.

-Cariño, ¿estás bien? -La voz de mi padre me sacó de mi trance.

-Oh, si si -Avergonzada agarré las bolsas de las frituras y las deposité en la basura.

-Estás como ida -

-No te preocupes papá, sólo estoy cansada -Mentí.

-Bueno princesa, en ese caso ve a dormir ya -Me sonrió y yo lo hice de vuelta. Le besé la mejilla en forma de despedida y me dirigí a mi habitación.

Yeji se encontraba bajo las sábanas con su celular en las manos. Apenas que me vió lo dejó cargando en la mesita y me sonrió.

Suspiré y me metí junto a ella. Al instante una de sus manos me abrazaron por la cintura posesivamente y me atrajo más hacia ella, eso lo dejé pasar porque claramente siempre que ella dormía conmigo o viceversa ocurría.

-Buenas noches -

-Buenas noches Ryujin-ah -Ronroneó en mi oreja provocando que se me erizara nuevamente la piel.

Esa noche decidí dormirme sin siquiera hablar con ella lo anteriormente ocurrido, y ese fue un grave error.

𝗐𝗁𝖺𝗍 𝗂 𝗐𝖺𝗇𝗍 ─ 𝗋𝗒𝖾𝗃𝗂/𝟤𝗌𝗁𝗂𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora