¿COTIDIANO?

27 3 0
                                    

Las luces del amanecer comenzaban a molestarle, por lo que jalo una de sus almohadas para cubrirse el rostro, no quería levantarse, ¡"no entiendo por qué a Husk le gusta estar bebiendo siempre! Ohh mi cabeza va a explotar!" Charlie se paró de mala gana y entro a su baño tomo un vaso y se sirvió agua, mientras bebía reviso su celular viendo la hora, eran poco más de las 10 de la mañana, tendría unas 3 horas desde que anunciaran el fin del exterminio anual, agradeció internamente que ya hubiera terminado aquella masacre, "no debería molestar a los demás, probablemente estén peor que yo" pensó, mientras comenzaba a darse un baño, coloco el celular a un costado de su bañera y procedió a hundirse en el agua. "ohh necesitaba esto... al final la noche en grupo no fue mala idea, ayudo a todos a sobrellevar mejor el exterminio" de pronto imágenes de los hechos ocurridos llegaron a su mente, las bebidas, las risas, las bromas, las historias y...cierto baile" Charlie comenzó a analizar aquella sucesión de imágenes que rondaban cada vez más vividas hasta que termino con la canción que Alastor canto mientras bailaban, recordaba cada palabra, y después recordó la conversación previa a aquel baile, se sintió completamente avergonzada, como iba a poder verle a la cara ahora, había vuelto a meter la pata "Charlie...tú no eres una decepción, para mí no" aquella frase llego de golpe a su mente, recordó el rostro serie de Alastor al momento de decirlas, y un pequeño calor comenzó a anidarse en su pecho, "él no me ve como un fracaso..." recordó cada una de las palabras expresadas por el elegante demonio, repasándolas una y otra vez mientras terminaba de bañarse y vestirse.

Eran ya las 11 de la mañana, se encamino al lobby del hotel, suponía que nadie se encontraba ya de pie, dado que la fiesta fue en extremo pesada en cuanto a bebidas, no obstante, alcanzo a escuchar un tarareo rítmico proveniente de la cocina, por lo que con curiosidad fue a asomarse a ver quién se encontraba dentro. Para su sorpresa, Alastor era quien se encontraba dentro, estaba cocinando algo que a ella le olio extremadamente delicioso. Desde el marco de la puerta observo en silencio la figura del demonio, hoy no vestía su conjunto habitual, en cambio llevaba solo una camisa de vestir blanca remangada en los brazos, un pantalón gris y zapatos negros. Se había recogido el cabello en una pequeña coleta.

-querida, es de mala educación espiar a las personas jaja- Charlie se puso roja y comenzó a balbucear -desde cuando te diste cuenta que estaba aquí?- pregunto -desde que entraste querida, no quiero hacer burla de tus habilidades de sigilo pero eres muy ruidosa al caminar- Alastor rio mientras sacaba del fuego el sartén que tenía en mano, había hecho un omelette de huevo el cual coloco en un plato que se encontraba junto a otro servido.- toma asiento en el comedor querida, en un momento te sirvo- Alastor dejo la sartén de nuevo en la estufa y comenzó a dorar en este unas rebanadas de pan.-Alastor, no debiste molestarse, de seguro estas igual de cansado que todos, aun mas ya que mantuviste tus poderes activos toda la noche-el demonio solo la miro de reojo y esbozo una sonrisa ligera – para nada querida, realmente estoy despierto desde temprano...ven- tomando ambos platos en los que había colocado los panes, guio a la chica hacia el área del comedor, en el cual se encontraba servida una jarra con lo que parecía unas hojas de té, a un lado de dos vasos, ella tomo asiento y después el demonio le coloco el plato frente suyo para dejar el de el a un costado, después sirvió en cada vaso un poco de te.-y por qué preparaste dos desayunos Al?- pregunto mientras degustaba el sabor del huevo con los condimentos que había utilizado el susodicho para sazonar, era una delicia, indudablemente Alastor era bueno en todo lo que hacía.-oh, bueno recuerda que nuestras habitaciones están en el mismo piso, y cuando iba pasando por tu puerta en mi camino escuche el ruido de tu baño, por lo que supuse que bajarías después-Alastor tomo un sorbo de su te mientras continuaba degustando su obra culinaria, Charlie por un segundo se había sonrojado, recibir estas atenciones por parte del demonio la descolocaban mas no iba a negar que no le gustaran. -sabes Al, quiero darte las gracias nuevamente, sobria, por todo lo que hiciste ayer- el demonio la vio con una mirada extrañada – oh querida, con las que me diste anoche cuando subiste a bailar sobre la mesa son más que suficiente- el rostro de Charlie se descoloco, no recordaba nada de eso "que demonios paso?!!!" -quería preguntarse si eran movimientos propios o as tomado clases con nuestro afeminado amigo Ángel?- "trágame infierno" pensó apenada, más cuando volteo a ver a Alastor este comenzó a reír de manera estruendosa - ohh querida deberías ver tu rostro! Jajaja es broma linda, no hiciste nada fuera de lo aceptable para una dama, y en cuanto a tus gracias, ya lo platicamos anoche, no hay por qué. - Charlie le iba a rebatir, pero la mención de su platica anterior la hizo dudar querer retomar el tema, ya que inmediatamente los sucesos de la noche anterior se arremolinaban en su mente haciéndola sonrojarse. -muy gracioso Al, muy gracioso! - Contesto finalmente mientras le miraba con reproche y sonrojo para después concentrarse nuevamente en su desayuno.

Sinfonía de los condenados: SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora