Cap 3

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Estábamos terminando de empacar la última caja de las miles que tenía, ¿de donde saca tantas cosas? Aunque a decir verdad empacaría mil cajas más solo para ver ese pequeño puchero que hace cuando trata de levantar una caja, se ve muy tierno y frágil que me dan ganas de abrazarlo y cuidarlo el resto de mi vida.

No se que me pasa o porque estoy pensando esto de él. Yo no soy así, pero al verlo estos pensamientos se sienten tan correctos. Creo que estoy volviéndome loco.
–Ya tengo todo listo, ¿nos vamos?–Dijo sacándome de mis pensamientos.–Adelantate, tengo que hacer una llamada.–Dije regalándole una sonrisa que al verla, él también sonrió.

Cuando salió del apartamento me dispuse a llamar a mi mano derecha.

–¿Hola?–Dije.–Hasta que te dignas a llamar, Lee Minho. ¿Sabes lo mucho que te extrañe?–Dijo siendo tan dramático como siempre.–Perdón, estuve ocupado con algunas cosas. Necesito que investigues a alguien por mi. Es un nuevo trabajador que acabo de contratar y me causa mucha curiosidad.––¿Tienes una foto de el?–Preguntó.–No, pero su apellido es Han.–Después de decir eso hubo un momento de silencio hasta que por fin habló.
–¿De casualidad su pelo es rubio y tiene las mejillas infladas?––Si... ¿Por qué lo preguntas?––Creo que es un amigo mío y de lix. Su nombre es Jisung, Han Jisung.–El mundo es pequeño.–Sabes que cualquiera puede ser así. Mandame una foto de tu amigo y te digo si es o no.––Está bien, gato rabioso. Nos vemos después, adiós.––Adiós, llama chillona.–Y así finalizó la llamada.

Guarde mi teléfono en mi bolsillo y empecé a caminar hacia la salida del apartamento, en cuanto salí pude ver a todos mis hombres en el suelo quejándose de dolor y algunos con sangre chorreando por su nariz. Me acerqué a uno y le pregunté qué había pasado, me explicó que el niño cuando salió y terminó de subir las cajas a una de las camionetas empezó a golpearlos a todos y se había llevado la camioneta con todas sus cosas. Esa pequeña ardilla tiene muchas agallas.

Empecé a decirle a mis hombres que entraran en la segunda camioneta que teníamos y empezaran ya mismo la búsqueda de esa pequeña sabandija.

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𝗛𝗮𝗻 𝗝𝗶𝘀𝘂𝗻𝗴:

Habían pasado 5 minutos desde que deje a los hombres de Minho retorciéndose en el suelo, que debiluchos. Aunque algunos me dejaron unos cuantos golpes en los brazos y en el abdomen, pero con el tiempo sanaran.

Se preguntaran por qué hice eso si estoy conduciendo directo a la mansión de Minho. Bueno, simplemente quería darle un pequeño susto a Lee por burlarse de mí.

Al llegar a la mansión los hombres reconocieron la camioneta y me dejaron pasar sin problemas. En cualquier momento podría llegar un infiltrado y lo dejarían pasar fácilmente, estúpidos.

Me estacioné y empecé a bajar las cajas para llevarlas a mi habitación. Al llegar instalé todos mis equipos y empecé a escribir una nueva carpeta para investigar al sujeto que Lee me había pedido.

Pasó media hora y ya tenía más de la mitad de la información de ese tipo, no había sido fácil pero tengo mis trucos. Pero había algo que no me dejaba concentrarme lo suficiente para terminar rápido, o bueno, alguien. No podía dejar de pensar en Minho, pero no pueden culparme. Es el ser mas lindo y perfecto que he visto en toda mi vida, lastima que sea un idiota.
Como si lo hubiera invocado, Lee apareció en la puerta enojado, muy enojado.

–¿Crees que lo que hiciste es chistoso, Han?–Dijo elevando su tono de voz. Ahora si me dio miedo.–Solo fue una pequeña broma Lee, no es para tanto.–Dije con tono de burla.–A mi no me da gracia, Jisung.––¿Como sabes mi nombre?–Pregunte.–Se muchas cosas de ti, pequeño. Asi que mas te vale que dejes de hacer esas bromitas de ahora en adelante si no quieres tener consecuencias graves.–Dijo en un tono demandante.–No es justo que tu te burles de mí y yo no pueda.–Dije.–¿Entonces hiciste toda esta rabieta nada más porque me burlé de ti? Eres más tierno de lo que pensaba.–Dijo mientras empezaba a reírse. Lo odio.–En vez de burlarte de mí deberías considerar entrenar más a tus hombres y mejorar tu seguridad en la mansión.–Le dije en un tono molesto.–Hablando de eso, me impresionas. Lograste derrotar a casi una docena de hombres tu solo.–Dijo y sentí que mis mejillas empezaban a arder.–Bueno, recibi unos golpes pero- –Antes de que pudiera terminar empezó a hablar a medida que se acercaba a mi.–¿Esos imbéciles te golpearon?–Dijo mientras empezaba a inspeccionar, qué vergüenza.–No fue nada grave Minho, no te preocupes. Me golpearon en el abdomen y en los brazos pero ya no me duele, no tienes que preocuparte tanto.––Llamaré a las enfermeras para que te pongan alguna crema.–Dijo mientras se alejaba.
–Ya tengo algo de información sobre RM, ¿quieres ver los avances?–Dije.–Mandame por correo todo lo que tengas, tengo una reunión ahorita. Vendré más tarde a traerte tu comida.–Dijo mientras caminaba hacia la puerta.–Está bien, nos vemos después. Adiós.––Adiós.–Dijo antes de cerrar la puerta y regalarme una sonrisa que me dejó sonriendo como un bobo.

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Estaba acostado en la cama cuando la puerta se abrió dejando ver a un Minho bastante alegre.

–¿A qué viene toda esa alegría?–Pregunte cuando cerró la puerta detrás de él.–Gracias a ti tengo información muy valiosa del hijo de puta de Namjoon. Además que hice un trato con uno de los mejores fabricantes de armas de la zona y ahora trabajará para mi.–Dijo con una sonrisa amplia en el rostro mientras se sentaba en uno de los sillones de la habitación.–¿A el no lo secuestraste como lo hiciste conmigo?–Dije mientras me reía.–Él si cooperó desde un principio y no se portó tan berrinchudo como tu.–Respondió mientras se reía también. Odio que se burle de mí, pero su sonrisa al hacerlo me hace olvidar ese odio que le tengo.–Yo no soy berrinchudo.–Dije mientras cruzaba los brazos.–No estoy diciendo que sea algo malo, te hace ver lindo y tierno.–Dijo mientras me miraba. El sabe como alterarme, maldito.–Eres amable cuando estas de buenas.–Fue lo único que dije.–Simplemente soy honesto. Gracias por ayudarme con la información de Namjoon, sinceramente no creí que lo fueras a hacer tan rápido.–Dijo.–De nada.–Respondí y lo mire.

Por un momento el mundo se detuvo cuando conectamos miradas, solo fueron unos segundos ya que me sentí muy avergonzado y nervioso, desvié mi mirada hacia mis equipos antes de decirle que se fuera porque estaba cansado y quería dormir.

¿Acaso eso que sentí en el estómago eran mariposas? que estupidez más grande, no llevamos ni una semana de conocernos. Tal vez fue la comida que me cayó mal.

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ola.

perdonen si el capítulo es muy corto o está mal redactado en algunas partes, lo escribí rápido ya que he estado ocupada con las fokins tareas que me mandan y no he tenido tiempo de casi nada.

iba a escribirlo un poquito más largo pero el tiempo no me alcanza, prometo que el siguiente capítulo será más largo. Perdónenme.

besitos, chau.

besitos, chau

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The mafia's silenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora