t/n en el universo de hazbin hotel

LA I.MP HELLUVA BOSS

El sol del Infierno apenas comenzaba a asomarse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos rojizos y anaranjados. t/n se encontraba en la terraza del Hazbin Hotel, un lugar que le permitía observar el despertar de la ciudad de Pentagram. Aunque su naturaleza le impedía sentir emociones, su mente podía procesar la belleza caótica de su entorno, una belleza que resonaba con la complejidad de su ser.

Dentro del hotel, los pasillos estaban llenos de vida. Charlie, con su eterno optimismo, estaba organizando los planes del día, distribuyendo tareas y alentando a todos con su inagotable energía. t/n se acercó, ofreciendo su ayuda con un gesto de amistad. Juntos, revisaron la agenda, asegurándose de que cada tarea estuviera alineada con la misión del hotel.

Alastor, el misterioso sonriente, estaba en la sala principal, ajustando su radio. Su presencia era tan magnética como siempre, y aunque no intercambiaron palabras, una mirada fue suficiente para reconocer el respeto mutuo que se tenían.

Angel Dust, por su parte, estaba en medio de una de sus bromas, haciendo reír a Husk, quien intentaba ocultar su diversión detrás de su vaso de licor. t/n se unió a ellos, y aunque no podía reír, su presencia era una señal de aceptación y aprecio por la singularidad de cada uno.

Niffty estaba en una carrera frenética, limpiando y organizando a una velocidad impresionante. t/n la observó por un momento, admirando su dedicación y eficiencia, antes de ofrecerle una mano amiga, ayudando a ordenar lo que quedaba de la celebración de la noche anterior.

Con las tareas del día en marcha, t/n decidió salir a las calles. Los demonios que encontraba le saludaban con respeto, algunos con curiosidad, otros con admiración. t/n respondía con un gesto de reconocimiento, una señal de que, a pesar de su poder, no se consideraba por encima de ellos.

Fue entonces cuando Moxxie y Millie aparecieron, con una sonrisa y una energía que contagiaba. La conversación fluyó naturalmente, hablando de trivialidades, de la vida en el Infierno, de los pequeños placeres que encontraban en su día a día. Millie, con una sonrisa cómplice, hizo una señal a t/n, invitándolo a seguirlos.

Llegaron a la sede de I.M.P., donde el ambiente era completamente diferente. El lugar estaba lleno de actividad, con demonios yendo y viniendo, cada uno inmerso en sus propias misiones

Millie y Moxxie guiaron a t/n a través de la bulliciosa sede de I.M.P., donde los demonios trabajaban con un fervor que resonaba en el aire cargado de energía infernal. Al llegar al centro de la sala, la pareja se detuvo, y con una sonrisa de orgullo, Millie tomó la palabra.

"Todos, por favor, un momento de su tiempo," comenzó Millie, su voz clara y fuerte. Los demonios alrededor se giraron, la curiosidad pintada en sus rostros. "Queremos presentarles a alguien muy especial. Este es t/n, un aliado valioso y un amigo del Hazbin Hotel."

Moxxie asintió con entusiasmo. "t/n ha demostrado ser un pilar de fuerza y sabiduría," agregó. "Y creemos que será un gran apoyo para todos nosotros aquí en I.M.P."

Los murmullos de interés y aprobación se elevaron entre la multitud mientras t/n asentía en agradecimiento. Fue entonces cuando una figura se abrió paso entre la multitud, su presencia imponente silenciando las conversaciones a su paso.

El jefe de I.M.P., con su aura de autoridad indiscutible, se paró frente a t/n. "Bienvenido, t/n," dijo con una voz que resonaba con un poder subyacente. "Soy el jefe de esta modesta operación. Has causado una impresión considerable, y estoy ansioso por ver qué podemos lograr juntos."

La sala quedó en silencio, todos los ojos estaban puestos en la interacción. Era un momento de reconocimiento mutuo, un cruce de caminos que prometía cambiar el curso del Infierno mismo.