¿Qué pasa cuando el fuego se enamora del hielo?
El hielo se derrite o se apaga la llama.
SPIN-OFF DE "Las vueltas de la vida"
Santiago Vaca Narvaja x Fem!OC
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"Tiene una forma de ser que no te puedo explicar. Te va a hacer enloquecer No te lo vas a olvidar. Tiene todo lo que me hace bien. Con el punto justo de luz y sombra también." Benjamin Amadeo | Cositas
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Carla no sabía cómo, pero de una manera u otra había terminado caminando durante horas por Madrid junto al mismísimo Santiago Vaca Narvaja.
Era viernes, el día de presentación del proyecto que Lorenzo había creado con Santiago como modelo. Es decir, era la última vez que verían al argentino circular por su área de trabajo. Esto era un alivio para Carla, pues ya no tendría que toparse con él en su propio edificio o en el trabajo.
Sin embargo, Santiago aprovechó esta última oportunidad al máximo.
No era algo extraño que Carla fuera la última en irse de la empresa. Usualmente, sus amigos la convencían de irse todos juntos, pero siempre hacía lo posible por quedarse un poco más. Ese viernes no fue la excepción, considerando que así también podía evitar a Santiago. Pero él había sido más pillo.
El mayor problema de Carla era que Lorenzo y Santi se habían vuelto muy amigos gracias a este trabajo, y ahora el italiano lo invitaba a acompañarlos a sus salidas grupales casi todo el tiempo. A nadie le molestaba, pues todos adoraban al rubio cordobés.
Carla lo observaba y le prestaba mucha atención para tratar de encontrar un simple defecto al cual poder aferrarse para evitar lo inevitable, pero el único que le había encontrado es que gustaba de ella. A Carla le costaba creer que una persona, peor aún, un hombre, fuera tan perfecto. Pero Santiago era amable, servicial, amoroso e inspiraba a aquellos a su alrededor a imitarlo. Y, bueno, era un chico muy apuesto. Incluso habían descubierto que era muy culto e inteligente, que hasta dedicaba sus tiempos libres a la poesía. Carla detestaba que le encanten todas esas cualidades.
Ese viernes, Carla insistió en que se fueran sin ella, Santi incluido, porque "quería aprovechar el espacio de la empresa para realizar un trabajo extra". El grupo aceptó a regañadientes, y finalmente se fue.
—Rivera, ¿sigue aquí?—Magdalena, su jefa, dijo al notar que ella no se había ido con el resto.
—Si no le molesta, me gustaría quedarme una hora más. Esta máquina es mejor que la mía en casa...
