𝓔𝓵 𝓬𝓪𝓫𝓪𝓵𝓵𝓮𝓻𝓸 𝓭𝓮 𝓻𝓸𝓼𝓪𝓼 ˢᵃˢᵘⁿᵃʳᵘ

⁀➷VII "Mariposas"

―¿A donde me llevas?

―Es secreto.

Sasuke guiaba a Naruto por el bosque tapándole sus ojos para que no viera la sorpresa que le esperaba.

Ya encontrando el lugar le preguntó con emocion:

―¿Estas listo?

―Si...

El pelinegro saco sus manos de el rostro de Naruto, dejándolo ver un hermoso paisaje.

Era como una especie de jardin dentro de un bosque, un jardín secreto.

―Waoh, Sasuke... Esto es... Es hermoso.

Sus ojos brillaron al ver el hermoso jardin lleno de platas de todos los colores, el sonido de los pajaros cantar y el lago limpio.

Los dos fueron a sentarse cerca del lago bajo un arbol de flores blancas.

―Tu eres hermoso ―halagó el pelinegro.

A lo que el menor se sonrojó. Era la primera vez que sentía algo por un halago tan simple como ese. Usualmente todos los caballeros o principes de otros reynos le halagaban para atraerlo, pero prácticamente eran halagos vacios sin sentido. Esta vez un nido de mariposas comenzo a revolotear en su estomago.

―Estas loco ―respondió el rubio con una sonrisa.

―Que dices? ―preguntó con interes.

―Es que... Estas loco si crees que caere tan fácil a tus engaños ―exclamó a la defensiva mientras de la canasta con comida sacaba una frutilla.

―Engaños? Que engaños? ―preguntó incrédulo pero con una sonrisa, pues le causaba gracia que el principe estuviera tan a la defensiva por unas simples palabras.

―No te me hagas el idiota, tu sabes a que me refiero, es decir, es obvio que quieres enamorarme para tomar mi mano y obtener poder. Pero creeme que yo no le permito eso a nadie, a ningún estúpido caballero de pacotilla.

―¿Es decir que solo te tengo para mi?

El contrario no pudo evitar reír.

―Naruto... Yo, es decir, a mi realmente me pareces alguien lindo, y no por ser el hijo del rey. Me pareces lindo tu, no la corona o el oro. Y me gustaría conocerte para enamorarme aun mas de lo que ya estoy. Porque si de algo estoy seguro es de que debajo de toda esa armadura tuya tienes un gran corazón, y yo me encargare personalmente de que tu me conozcas a mi y confies en mi.

Los dos se quedaron mirandose fijamente.

―¿Por qué yo?

―¿Por qué tu no?

―Porque yo soy el principe y ser humano mas aburrido y deprimente del universo entero. ¿Quién podría interesarse en mi y no en mi fortuna? Es mas, de seguro ahora que te conte mi historia piensas que soy un loquito con traumas.

―Tienes que dejar de pensar asi, Naruto... Yo apenas te conozco, y es cierto, hasta ahora es imposible de que te ame tan rápido, pero no solo es tu fisico, es decir... Tienes algo tan, tan especial. Me haces feliz con solo mirarte, porque se que estas ahi conmigo. Es como que, de alguna manera, logro encontrar refugio en tu mirar... Cada vez que me encuentro solo o triste, pienso en ti y se me pasa el dolor... Naruto, tu eres demasiado importante para mi, y estoy seguro que ya me estoy enamorando, incluso sin conocerte, aun asi, presiento que en cuanto te conozca me enamorare aun mas... Por favor, tenme la paciencia de conquistarte y yo te tendre toda la paciencia del mundo entero, te esperare todo lo que pueda, solo si me dejas intentarlo... ―finalizó el pelinegro mirándolo a los ojos, buscando un rastro de compasión por parte del rubio.

Mirándolo a los ojos, buscando entre la mentira y la verdad. Pero solo bondad, cariño, tristeza y soledad se reflejaban en esos oscuros ojos.

Naruto suspiró, y dijo:

―Bien... Confío en que realmente intentaras conquistarme, no por una estúpida pero valiosa corona, sino por una simple alma que busca renacer entre las cenizas.

―Como un fenix... Pero creeme, Naruto, tu espíritu es mucho mas valioso que una insignificante corona de oro.

Naruto sonrío y se sonrojo, nunca nadie le había hecho sentir tan bien, tan vivo.

―¿Sabes? Hace unos días, cuando me contaste tu historia, me dijiste algo sobre pinturas y esas cosas... Asi que, no perdi el tiempo, y con el poco dinero recolectado compre esto...

Sasuke se paro y busco entre una gran bolsa negra; un lienzo y pinturas.

El rubio casi se desmaya, ¿era en serio lo que estaba viendo?

―Yo... Sasuke, no se que decirte... Gracias ―dijo a punto de lloriquear. Nunca nadie le había regalado algo tan simple pero hermoso.

{Así fue como Sasuke y Naruto pasaron el día; Naruto pintando y Sasuke posando para el retrato. Ya había oscurecido, por lo que empezaron a juntar sus cosas}.

―Sabes? El pelinegro te queda bien ―añadió Sasuke haciendo referencia a la peluca de Naruto.

―El rubio no?

Los dos tomaron camino hasta el carruaje top secret.

―No, no, yo adoro tu cabello, es como el oro, y! Oh como el sol! Tu me haces acordar al sol.

―Ja, y qué? Tu eres la luna entonces?

―Dejame ser la luna de tu sol ―dijo tomandole una mano para ayudarlo a subirse.

Naruto río y subió...

―Así que por eso no fuiste a la junta, eh Sasuke? Pues ya veremos que dice el rey sobre esto... ―exclamó el hombre, de tes blanca y palida, detrás del arbol que lo cubría.

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★Byeeeeeee3e

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