Una extraña mestiza amnésica

Capítulo 14: Hijos del Inframundo

Percy Jackson y los dioses del Olimpo pertenece a Rick Riordan.

Una extraña Mestiza amnésica

Nico se acercó muy lentamente a Bianca.

Lo más lento que pudo. Como temiendo que ella fuera a desvanecerse, como un espejismo, si es que no daba aquellos pasos lentos y de plomo. Parecía tener un peso invisible en sus hombros, a causa de cuan lento estaba caminando, hacia Bianca.

¿Y ella?, ¿El bello ángel italiano de Penny?, ¿La hermana mayor di Angelo?, ¿La dulce princesa de Hades?, ¿La chica que se unió a las Cazadoras para escapar de sus obligaciones como hermana mayor y luego murió al haber ido en una misión, que jamás tendría que haber tomado?

Bianca enseñó una sonrisa a Nico y tocó suavemente, el hombro de Hazel. Los ojos del hijo de Hades, se encontraron con los de la hija de Plutón y segundos después, Nico notó la bella sonrisa de Hazel.

Vio entonces, la sonrisa en Bianca y las pocas lágrimas, que la pelinegra comenzaba a derramar. Juntas, dieron los últimos pasos que las separaban de Nico, abrazándolo entre ambas. Nico estalló en llanto, mientras sus hermanas apretaban el agarre en el pelinegro y actual líder del Campamento Mestizo.

—Percy me dijo que habías muerto, durante la misión. —Entonces, Nico frunció el ceño. No podía creer, que esas fueron sus primeras palabras, luego de recuperar a su hermana mayor. —-Me siento como un idiota. —Pensó para sí mismo —Creo que ya entendí el motivo por el cual, las Cazadoras no se casan.

Bianca suspiró y asintió. —Literalmente... yo morí, ¿Sabes? Una parte de la Profecía, era para mí: "Uno se perderá en la Tierra sin Lluvia". Quizás, lo más inteligente, podría haber sido no ir a la misión, oponerme a Zoë más firmemente y recalcarle que yo era la novata en todo este... digamos: Mundo Mitológico. —Acarició el brazo de Nico y siguió reflexionando, abrazó a Nico, sin que a sus oídos llegaran los gritos de dolor de su hermano. Pero su cerebro, no estaba allí y aún así, no habló. Volvió a hablar, cuando él volvió a quedarse en silencio. —Debería de haberme quedado aquí, en el Campamento. Conviviendo con las Cazadoras o quizás, ni tan siquiera debería de haberme unido a ellas y solo ser una Campista más del montón y aprender de Quirón a tu lado y así, quizás, posiblemente, podría haberme enamorado libremente de Percy.

Nico no pudo evitar reírse, se alejó unos pocos centímetros de su hermana, mirándola divertida. —Pues... que bien que él resultó ser heterosexual y en esa época, estaba enamorado de Percy —Y los tres hermanos, lanzaron una carcajada.

Desde la distancia, Penny miraba la interacción entre los hermanos y solo podía sonreír. Habían pasado los años, desde la última vez que vio sonreír a Nico y como luego se fue... pues...

Bianca desenfundó sus dos cuchillos de cacería de largas hojas. Hazel la imito y Nico enseñó una sonrisa enloquecida. Bianca tomó la palabra. —Demuéstranos que ya te has independizado de mí. —El combate de esgrima de los hermanos, comenzó lento, con muchas pausas. Pero rápidamente, estaban aumentado su velocidad y la fuerza de los tres.

Se estaban poniendo a prueba, unos a otros. A ver quién era el primero en tropezar hacía atrás o el primero en soltar la espalda o el primero en admitir la derrota o el primero en decir que estaba agotado y necesitaba un descanso.

Todos se reunieron alrededor. Los más versados en la esgrima, comenzaron a comentar, sobre cada estocada, cada corte, cada bloqueo, cada desvió y cada intento de desarme.

—Sesos de Algas ya los hubiera desarmado y estarían en el suelo, comiendo tierra —dijo Clarisse de brazos cruzados, esforzándose por lucir ruda. Pero junto a su novio: Chris Rodrigues, hijo de Apolo, le era imposible. Recostó su cabeza, en el hombro de Chris, mientras que ambos, veían aburridos el combate de los hermanos.

Nico dio un paso al frente, se acercó aún más a Hazel y con una maniobra básica de desarme, le arrebató el arma de la mano. Solo para quedarse totalmente estático, al sentir uno de los cuchillos de caza de Bianca, en la parte baja de su espalda.
Todos aplaudieron, ante tal demostración de esgrima.