Jimin salió del restaurante hecho una furia y totalmente estresado. Otra vez volvía a casa solo, otra vez se conformaría con una paja. A fin de cuentas, era ya casi un año de abstinencia y ni las jodidas ganas de follar lo harían volver a abrir las piernas para NamJoon.
De camino a casa, Jimin llamó a su mejor amigo:
—Lo hizo de nuevo, Tae. Me voy a ordenar como monje y meditar día y noche para el resto de mi vida en alguna montaña donde no le vuelva a ver la cara nunca más. —Se quejó sin siquiera saludar.
Al otro lado de la línea, Taehyung suspiraba tan resignado como Jimin.
—Chim, sólo me queda una carta bajo la manga. Vete a casa y mañana iré a verte. Esta tarde encontré algo que podría ser útil para ti. Además, tenemos que prepararte para la fiesta de la empresa de tu padre.
—Faltan dos semanas todavía.
—Y tienes que lucir fabuloso e inalcanzable, Chim. —replicó Taehyung— Quizás consigas una cita para ese día y por fin mandes al demonio a tu ex de una buena vez.
Jimin se despidió de su amigo y se fue directo a casa. Tenía una noche larga por delante, una cama vacía y nadie que le diera apapachos. Además de un día más o uno menos en el calendario sin nada de sexo. ***
—Vamos, Jimin. Si quieres que crean tu mentira, tienes que hacerlo.
—Pero Tae... me da vergüenza.
—Míralo de este modo, Chim. Obtienes buen sexo a un buen precio y si sueltas un par de billetes más, te quitas de encima al idiota de NamJoon. La ventaja de esto es que puedes probar con el sexting o el sexcall, si prefieres y luego le propones al scort que te ayude con la pequeña mentirilla. Tú ganas, el tipo al otro lado del teléfono gana. Todos ganan.
—¿Y si el tipo es feo?
—Qué importa si es feo. No es como si te lo fueras a quedar como amante. Sólo necesitas desestresarte con un buen juego sexual y ver si lo demás se da. Luego de que le pagues al tipo, cada uno por su lado.
—Lo intentaré.
Jimin tenía el teléfono en la mano, sin poder decidirse.
Su mejor amigo Taehyung le había mostrado un volante donde se ofrecían servicios de sexting y sexcall. Sexo virtual, por mensajes o llamadas, según la preferencia del cliente. Tenían muy buenos precios y era opcional del cliente qué tanta información compartía o solicitaba de su scort, o acompañante sexual y si mostraba o no su rostro.
Jimin estaba en un completo estado de estrés sexual, físico y emocional por culpa de NamJoon y luego de la llamada con su mejor amigo la noche en que el imbécil dios griego de hoyuelos, promiscuo e infiel de su ex le espantara un nuevo pretendiente, lo que le estaba proponiendo Tae era definitiva su última y mejor opción. Jimin realmente que necesitaba una buena follada. Sus nervios se estaban jodiendo por la abstinencia y por el constante acoso de su ex. Miró por demasiado tiempo el papel en sus manos y al final tomó una decisión. Era eso o morir solo y ¿Qué podía ser peor que eso?
Después de que su amigo se había ido, dejándolo solo en su casa, Jimin tomó su teléfono celular y envió un mensaje de texto al número que dictaba en el volante. Ahí lo atendería un asistente y lo redirigiría a un acompañante disponible. Ya eran las diez de la noche y quizás, si Jimin tenía suerte, tendría un poco de charla sucia que le estimulara un poco antes de irse a la cama y masturbarse a gusto. Era lo único que le quedaba desde que NamJoon echaba fuera, de algún modo, a todo aquel que se le acercara.
Después de enviar el mensaje, esperó unos segundos antes de que el sistema respondiera a su solicitud con un saludo mecánico y una introducción al servicio de la compañía.
"Virtual Scort, Sexting, Sexcall and more. Limited Co."
***
—Señor Min. Hay una nueva solicitud en línea
Una señorita con el cabello claro y los ojos de un color celeste casi irreal por su transparencia asomó por la puerta entreabierta de la oficina principal.
—¿Y qué con eso, Bea?
—Todos los scort han sido contratados hoy. No queda nadie para atender la nueva solicitud ¿Quiere que programe un mensaje automático con una disculpa y una cita posterior?
Min Yoongi, el dueño de la prestigiosa compañía de scorts, se tomaba muy en serio su trabajo. No había llegado tan alto dejando las cosas para después. No lo pensó dos veces y dio la orden de que se le pasara a él la nueva solicitud.
—¿Usted señor? —La secretaria estaba asombrada.
—Sí, Bea, yo. A esta hora, quizás solo quiera información o a lo sumo sexting. No vamos a dejar ir un cliente. Pásalo y luego puedes irte a casa, es tarde.
—Está bien señor. Que tenga buena noche. —La señorita Bea salió nuevamente y antes de apagar su ordenador redirigió el mensaje al servidor de su jefe.
Yoongi abrió el sistema y se dispuso a atender al nuevo cliente.
Había personal calificado para eso, pero era su empresa y sabía cómo se hacían las cosas. Además de que no se daría el lujo de recibir una mala reseña solo porque todos sus empleados estaban ocupados ese día. La empresa estaba en su mejor momento.
Respondió a la solicitud y comenzó a dar asesoría a su cliente, a través de textos.
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Sexting |YM| +21
FanfictionJimin lleva un año siendo célibe. Todo por culpa de su ex novio tóxico. Necesita desesperadamente una follada o va a terminar en un monasterio, convertido en monje. ¿Qué pasará cuando su mejor amigo le recomiende un sitio que ofrece servicios de sco...