Matrimonio Inesperado [JaeKun]

Capítulo 12

A veinte minutos del hospital, en un pequeño establecimiento de comida italiana, casi oculto entre muchos edificios, un par de amigos comen tranquilamente. Haber escuchado que los hermanos Kim no se encontraban en el hospital, abrió una enorme oportunidad que Jaehyun no dudó en aprovechar. Se felicitó de ser insistente con el oftalmólogo, porque Kun tenía una expresión emocionada hablando de vivencias durante su formación profesional.

—Jungwoo estuvo quejándose durante toda una hora por ver solamente en color amarillo —contó el pelimiel—. Después de ello nos separaron en el internado y a él lo enviaron a pediatría. La directora juró que nunca permitiría que eligiéramos la misma especialidad.

Jaehyun soltó una risa vibrante uniéndose a la de Kun durante varios segundos.

—Veo que lo logró. Si fueran hermanos, él sería el gemelo malvado.

El menor recuperó el aire y negó revolviendo su comida. En su mente resonó la voz del obstetra con la misma frase que él sabía a la perfección.

Nunca te librarás de mí, Kun. Eres mi hermanito, mi gemelo de repuesto.

Cada que lo escuchó le ha causado tristeza. Porque él, aunque sea su hermano, no tiene la misma sangre con Jungwoo y Doyoung, no puede ser el gemelo de Woonie, aquel que murió siendo bebé. No es un repuesto, sino solamente Kun.

—Todos sabíamos que él elegiría obstetricia —confesó sin poder disfrazar la nostalgia en sus palabras—. Sus motivos para aferrarse fueron válidos. Le rogó a la directora para iniciar el programa de internado precisamente en esa área.

—Y te arrastró en el camino.

Kun se encogió de hombros alejando sus problemas como siempre sucede estando con Jaehyun.

—No puedo quejarme —respondió con una sonrisa—. Ahora él sufre con internos y yo disfruto de mi residencia sin dolores de cabeza. Llámalo como quieras.

Tal vez Jaehyun necesite más que unos meses alrededor de Kun para conocerlo, o tal vez Kun le está permitiendo descubrir lo que lleva consigo, porque no hay palabras que el menor le expresen cambiar el tema, sino que Jaehyun elige alejarse del rumbo que parecen tomar las cosas. Eso es lo que hará, le dará el escape a Kun de su realidad todas las veces que lo necesite, ya que también lo hizo cuando lo necesitó en el pasado.

—¿Cuál es el caso más difícil de tu área? —suelta curiosamente—. Debe existir algo que sea un verdadero reto.

El pelimiel se quedó en silencio durante un tiempo considerable, en su cabeza llovieron muchos casos, todos complejos y algunos que resultaron desalentadores dada la gravedad de la enfermedad, pero... luego en su mente encuentra la respuesta y lo consideró varias veces antes de respirar profundo. No hay nada de malo en hablar de eso, no si oculta los datos.

—Pacientes ciegos —respondió con seguridad—. No hay nada más complicado que regresarle la vista a una persona ciega.

Pero eso hizo despertar la intriga en Jaehyun. Pues él quiere conocer cuan comunes son esos casos y cuánta dificultad representa en los doctores.

—¿Has tenido pacientes así? —preguntó olvidándose por un momento de la comida— ¿Cómo se trata a una persona ciega? ¿Es solamente operar y ya o existe más?

Entonces Kun se lleva las manos a los pantalones y aprieta la tela de estos en un intento de calmar sus emociones, desliza las palmas en repetidas ocasiones antes de volver a sujetar la prenda y dejarla ir. Teme que pueda tener un ataque de ansiedad frente a Jaehyun, aunque esas intensas emociones son diferentes a las que experimenta en esos episodios.