"Always an angel, never a god.
Always an angel , never a god"Estaba en la terraza, jugueteando con una caja de cigarros vacía. No había fumado ninguno, ya estaba vacía cuando la cogí de mi casa. Pero si que habia fumado alguna vez.
Se que no está bien, pero me encontraba en un nivel de ansiedad extremo que no pude soportar, y encendí uno.
El resto los tiré a la basura.
Me gustaba tener la caja conmigo, para recordarme que aunque cometí errores, pude salir adelante.
Me puse los auriculares y me puse a dibujar en mi libreta los edificios, mientras tarareaba Stay, de Rihanna.
Estuve un rato así hasta que sentí unos dedos suaves quitarme uno de los cascos.
-Hola. Venkman ya está abajo.
Sonreí hacia Phoebe y guarde mis cosas rápido, pero ella me tomó de la muñeca y me hizo girar la mano.
-Marte, ¿sabes que fumar no es bueno, no?
Yo asentí y le enseñé el interior vacío de la caja.
-Es más un objeto sentimental.
Phoebe asintió, y me soltó la mano con cuidado.
Yo de inmediato me arrepentí, y quise volver a sentir su palma caliente contra la mía. Pero ella ya estaba bajando.
La seguí por las escaleras, un poco cabizbaja, hasta que sentí su pecho chocar contra el mío, ya que se había girado una vez estuvimos libres de escalones.
Me abrazó pasando sus brazos por mis hombros, y me acercó a ella.
-Todo va a salir bien.
Yo suspiré, y me permití relajarme en sus brazos.
-Eso espero, Pheebs. Eso espero.
Ambas nos dirigimos hacia el salón, que era en donde estaba el doctor Venkman junto con Callie, Gary y Trevor.
-Hola-saludé, extendiendo mi mano en dirección al doctor.
-Hola, señorita. Soy el doctor Venkman. Vamos a comenzar con algunas pruebas, no te preocupes, serán breves.
Ambos nos sentamos frente al otro en la mesa de la cocina, y Trevor me puso un casco extraño en la cabeza. Yo no me quejé, ya que estaba extremadamente nerviosa.
-Bien, mira atentamente este tablero- el doctor extendió un tablero de güija en la mesa-quiero que pongas tu dedo en el centro y que cierres los ojos.
Yo hice lo que me dijo, e inmediatamente sentí algo extraño en la punta de mis dedos.
Eran unas cosquillas, pero a la vez parecían calambres. Estuve tentada a quitar la mano cuando algo tiró de mi y me empujó hacia atrás.
Me caí de la silla y me golpeé la cabeza contra el suelo.
-Oiga....ese cacharro necesita un buen chuf chuf con los rayos láser....
Cerré la boca cuando me vi a mi misma sentada en la mesa, con los ojos muy abiertos.
¿Como era posible?
Yo estaba sentada, pero a la vez estaba tirada en el suelo del apartamento de los Spenglers...
Me incorporé para mirarme, y di dos pasos hacia atrás chocandome con la isla de la cocina.
Mis ojos.
No eran marrones.
Eran dorados.
-¡Me cago en la puta!-exclamé. Mi cabeza (la de los ojos dorados) se giró hacia donde mi yo normal estaba, y extendió su mano hacia mi.
-Por fin.Una filia Soleis.
Y mi visión cambió de repente.
Ya no estaba en el apartamento, ahora estaba en un templo blanco de mármol.
El agua caía por los costados, entre las columnas, y la edificación me recordó al partenón de Atenas.
Una mujer muy bonita estaba sentada en un trono de oro, mirándome con dulzura.
-Bienvenida, Seraphine.
Yo me giré hacia atrás, para comprobar si me estaba hablando a mi. Al no haber nadie más en la sala, supuse que, en efecto de dirigía a mi.
-Oiga señora, siento mucho molestar y tal, pero yo no me llamo Seraphine. Yo me llamo Marte...
-Oh, no mi pequeña criatura. Tu eres una Seraphine. Un ángel de luz-abrí la boca para replicar, pero de esta no salió más que un jadeo ahogado- tu familia desciende de mi seno, al igual que tu. Tu eres una estrella, bendita por las musas. Y serás el final definitivo de la existencia. Ante lo que se acerca, jugarás un papel esencial que determinará el fin de la humanidad, pequeño ángel. Tienes mi bendición, ahora vete a tu plano con tu amante. La hora se acerca, pequeña Seraphine. Lucha con valentía y se fuerte.
-E..espere-alcé una mano- ¿como que seré el final definitivo de la existencia? ¿Que quiere decir?
Mil preguntas bullian en mi cabeza, y ansiaba una respuesta que no fuera un enigma.
No está vez.
La mujer me sonrió con dulzura de nuevo y su mano acarició mi mejilla.
-Eres mi milagro, chiquilla. No dejaré que te arrebate de mis brazos como una vez lo hizo. Él pagará, y tu volverás a ser feliz con esa chica de Nueva York.
Mi mente se quedó en blanco.
-Mi preciada niña. Has sufrido demasiado. Pero las estrellas brillan a tu favor, el no es rival para ti y tu luz. Las musas te protegen bajo su halo. Y el fuego será tu mayor aliado. Ahora vuela, mi pequeño ángel. Volverás cuando estés preparada.
Los suaves labios de la mujer se posaron en mi frente, e inmediatamente sentí un dolor ardiente en mi espalda y brazos.
Sentí unas manos sujetarme la cara, pero yo estaba aturdida por el dolor y todo lo que acababa de pasar que no me di cuenta cuando me desmayé.
Solo recuerdo ver unas marcas doradas en mis brazos, como espirales y estrellas.
Y todo se volvió negro.HOLIIIIIII.
Vale, se q me queréis matar ajjajaja, pero literal e tenido una semana súper ocupada, y pos no he tenido tiempo.
Además me ha pasado una cosa en el instituto y estoy bastante desmotivada, pero no os preocupeis, q no os quedáis sin caps.
Porfa votad y comentad, que me ayudan mucho :(
Os quieroo
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Juliet & Juliet (A Phoebe Spengler fic)
FanfictionDespués de lo que ocurrió en Summerville, los Spengler se movieron a Nueva York, buscando una nueva oportunidad. Y esta llega cuando deben enfrentarse a un dios milenario que quiere congelar la ciudad. ¿Pero podrá Phoebe Spengler mantener la cabeza...