Juliet & Juliet (A Phoebe Spengler fic)

Marte III

"She'll hold your hand in the crowd.
The kinda girl you'd write a song about"
(Si te sabes la canción te pido matrimonio:)

Me desperté cuando un rayo de sol me dio directo en la cara, y solté un ruidito de fastidio.
Estaba más desubicada que un anciano con Google maps.
-Buenos dias-saludó una voz una voz suave a mi lado. Yo dije algo parecido a: "Eos Ias" y abrí los ojos.
Phoebe me estaba mirando con una sonrisa de lado. Tenía en las manos un libro de física cuántica, y parecía muy aburrido (o muy interesante, depende de quien lo lea).
-¿Que hora es?-pregunté, incorporandome.
-Las nueve y media pasadas-me respondió mirando su reloj- ¿Que tal has dormido?
Yo sonreí y me apoye en su cama.
-Muy bien, la verdad.
Phoebe sonrió contenta y se bajó a mi cama un momento.
-Mi madre me ha dicho que va a venir hoy el doctor Venkman. Quiere comprobar que....que te ocurre. O por que tienes tanta energía paranormal en tu cuerpo.
Yo asentí y apoyé mi cabeza en su hombro.
-El universo quería que nos encontrásemos-solté de repente, mirándole con una sonrisa en mi rostro.
-Yo no creo en esas cosas-replicó Phoebe, mirando al techo-Solo creo que haya sido una casualidad.
-Bueno pues me encanta que mi casualidad seas tu.
Phoebe me miró con ojos brillantes y me quitó algunos pelos de la cara, mirándome a los ojos. Mis mejillas se tornaron a un color carmesí y aparte la mirada de la suya.
En ese momento entró Trevor. Se apoyó en el marco de la puerta y cruzó los brazos, mirándonos a ambas con una ceja alzada.
-¿Interrumpo algo?
Ambas negamos, sonrojadas y avergonzadas.
-Bien, pues el desayuno ya está, vestiros y venid a la cocina, tortolas.
Yo me levanté casi de inmediato y ayudé a Phoebe a levantarse tendiendole una mano.
-Si te vas a duchar puedes coger mi ropa hasta que vayamos a tu casa-ofreció, con las mejillas mas rojas que las fresas.
Yo asentí y miré en su armario. Me decidí por una camiseta gris de manga corta y unos vaqueros hasta las rodillas. La camiseta olía a ella (ay dios mío, Jesusito de mi alma).
Se lo enseñé para que me diera su aprobación, y asintió con la cabeza. Después me metí a duchar y a hacer mis cosas.
Salí con una toalla en el pelo ya que goteaba, y me dirigí a la cocina. Los cuatro Spenglers ya estaban allí, comiendo cereales.
-Hola-saludé con un tono alegre.
Phoebe me saludó con el mismo tono y me invitó a sentarme. Trevor por poco escupe sus cereales al verme con la ropa de su hermana.
-Phoebe......
-Trevor. No.
El nombrado negó y continuó con sus deliciosos cereales, echándonos de vez en cuando miraditas significativas.
-Marte, cielo, que tal has dormido-me preguntó Callie, ofreciéndome un bol de leche con cereales.
-Muy bien, la verdad. Afortunadamente Phoebe no ronca-me reí bajito.
-Tu no sabes cuando está mala....
-¡Trevor!-exclamó Phoebe, poniéndose roja.
Todos nos reímos, y Gary me apuntó con su cuchara, sonriendo.
-Como te vas a quedar aquí un tiempo, luego si te parece bien pasamos por tu apartamento para coger ropa y que no tengas que robarsela a Phoebe.
Ella se encogió de hombros y llevó su bol al fregadero.
-Yo no tengo inconveniente en que me la robe. Me gusta como le queda mi ropa.
Yo me sonroje hasta la punta de la nariz mientras los Spenglers se partían el culo de la risa.
Un par de horas después (y varias bromas mas)

Phoebe me había dicho de ir un rato a central Park, ya que el doctor Venkman iba a tardar más de lo esperado. Cogí las llaves de mi apartamento por si acaso y me bajé por el tubo para encontrarme con Phoebe.
-¿podemos pasar por mi casa antes?-le pregunté, enseñándole las llaves-Creo que no esta bien que te siga robando la ropa.
Mi amiga rodó los ojos y me puso una mano en el hombro, sonriendo.
-Ya te he dicho que a mi me da igual. Me gusta como te queda. Y también me gusta que te sonrojes cada vez que te lo digo. Te ves muy mona.
Yo rodé los ojos y caminé hasta la puerta.
-Si, si. Lo que sea.
Phoebe corrió un poco para alcanzarme, lo cual no fue demasiado complicado, puesto que era más alta que yo, y tenía las piernas más largas.
-¿Por qué no estas acostumbrada a los cumplidos?-me preguntó, con un tono suave en lo que abría la puerta de la estación de bomberos-Eres preciosa, y me resulta muy raro que no te lo digan a menudo.
Yo abrí la boca para responder. Pero la volví a cerrar. Por qué en ese momento me di cuenta de que no era que no estuviera acostumbrada, si no que lo que me importaba era la persona que los hacía.
Y al parecer Phoebe me importaba más de lo normal.
Me encogí de hombros para disimular, y ambas nos pusimos en camino hacia Central Park.
No hablamos de nada durante el trayecto, pero lo que nos envolvia era un silencio agradable. Tranquilo.
En un determinado momento fui a cruzar la calle por el paso de peatones, pero no me di cuenta de que el semáforo estaba en rojo. Phoebe tuvo que sujetarme la mano para que no cruzara.
-Si es así como te las apañas no se como sigues viva-se burló, pero no me soltó la mano.
Es más, continuamos el resto del camino con nuestros dedos entrelazados, balanceando los brazos un poco.
Cuando sentía su pulgar acariciar levemente la palma de mi mano, una sensación molesta brotaba en mi estómago.
Lo primero que pensé fue que los tacos de la otra noche me habían sentado mal, pero algo en el fondo de mi mente sabía que no era eso.
Lo que ocurría es que en dos días había comenzado a ver a Phoebe Spengler como algo más.
Y eso podría ser peligroso.
Para ella.
Para mi.
Para nosotras.

HOLAAAAAAA.
Perdón por la inactividaaaadd, de verdad, esq tengo exámenes y deberes y pos eso jejeje.
Gracias por las 1k leídasssss *llora purpurina*
En serio muchas muchas gracias. Y muchas gracias tmb a todas las personas que me siguen, os llevo en mi corazoncito.
Votad y comentad plis, q me anima muchísimo <33
Os amooooo.
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