XXIV

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Viéndolos de frente, no pudo evitar sentir su cuerpo temblar por encima de sus nervios, por encima de su cerebro, sabiendo que ellos no era los reales, ellos no eran su familia. Pero no podia evitar ver un fantasma sobre esas maquinas de metal, una estela dorada de sus sonrisas, esperándoles ansiosos con brazos abiertos...

Nunca tuvo una familia, eso creyó en sus primeros momentos con vida, que estaba destinado a ser un ser solitario, un cascaron vacío, sin ser consiente de cuanto dañado le habia dejado el no tener a Nadie, el estar nuevamente encerrado, frio haya...

Por eso, tener unos brazos que le abrazaran, que le llenaran de color y alegría el peor día de su vida, una voz cálida susurrando que no era su culpa, que todo estaba bien, alguien en quien estar.

Viéndolos de frente, lagrimas recorrieron su tenaz rostro, sosteniendo sus colmillos con fuerza para no gritar de impotencia, para no gritar su desespero, la ansiedad que tenia por ir a abrazarlos, por estar con su familia.

Pero todos ellos eran mentiras, su familia habia desaparecido, ya no habia nadie. Volvía a estar Solo.

Ni se inmuto en esperar que los otros actuaran, en una sorprendente velocidad, sin ser consiente de si, sin poder controlarse, siendo guiado por la desesperación, por su incertidumbre, por su odio, se enfrento frente a frente a aquellas ilusiones, a aquellos fantasmas.

Ignoro los gritos de advertencia de Sonic, simplemente no tenia cabeza para pensar en otra cosa.

Destruiría a esas cosas aun si así tendría que dar todo de si.

Dio un golpe certero en el rostro de la maquina de su padre que lo obligo a retroceder y empujar al resto, aun así, la maquina de Amy trato de golpearlo con su gran martillo desde la espalda cual pudo esquivar fácilmente haciéndose a un lado y darse la vuelta para confrontarla.

No veía el brillo en sus ojos esmeraldas, ojos que alguna vez trataron de dañarlo, ojos que lo habían acunado, ojos que habia perdonado. Y si aun así fuera haría lo que fuera por recuperar su mundo.

Haría lo que fuera por recuperar a Shadow.

Corrio a una enfermiza velocidad para confrontarla, rompiendo sus propios limites en esta pelea, pero aun así no fue suficiente, el robot levanto el martillo demasiado rapido y casi lo estampa en el, si no fuera que apenas pudo saltar frente suyo y hacerse bola para pegarle en un rayo azul brillante. Cayo la maquina en el suelo y el reboto en ella una y otra vez para dejar regados trozos de chatarra de lo que era su cuerpo. Aun así no era suficiente para derrotarla, lo supo cuando ella aprovecho una brecha de tiempo para patearlo al aire y deshacerlo.

Su cuerpo no estaba del todo curado, pero eso poco le importaba, mas aun cuando sintió una fuerza tomándole de los pies y alzándolo hacia el cielo junto a ella. A penas pudo levantar su rostro, pero aun así lo suficiente para notar las alas de murciélago similares a la de su tia Rouge.

Al instante aparto el arma de si y disparo al centro de su ala y sin mucha dificultad a uno de sus brazos que lo aprisionaban para destruirlo y soltarlo desde esa altura.

El problema no fue caer, pero al siquiera acomodarse no pudo evitar un golpe directo del robot del Equidna en su rostro, haciéndolo perder la postura en el aire.

Cayo de golpe sobre el suelo, escucho el crujir de sus huesos y el hueco de golpe extendiéndose en su cabeza, pero apenas pudo respirar, noto una estela rojiza acercársele con rapidez, apenas pudo cubrir su torso con sus brazos, pero la falsa copia de su padre lo habia pateado con tal fuerza que lo hizo girar metros hacia atrás, soltando su arma.

Quiso recomponerse y en un giro habia quedado hincado sobre la tierra para así levantarse con facilidad y así ver al robot de su padre esperándole desde la distancia.

Mi esperanza de ojos VerdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora