𝐆𝐨𝐥𝐝𝐞𝐧 𝐫𝐞𝐭𝐫𝐢𝐞𝐯𝐞𝐫 |𝐏𝐚𝐮 𝐂𝐮𝐛𝐚𝐫𝐬𝐢|

- Capítulo 4.

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Al día siguiente Milena se despertó a las 8 para cambiarse y bañarse, ya tenía mensajes de los chicos recordándole que iban a desayunar juntos.

Mile se baño y se arregló con algo simple, una falda de jean y una blusa, se puso sus zapatillas blancas y se hizo una media colita.

Bajo y su madre y su hermano ya estaban ahí, los saludó a ambos y espero el mensaje de Fermín, que quedó en ir a buscarla.

—. ¿Te vas otra vez? — pregunta su hermano, haciendo un puchero.

Ellos eran muy unidos, y su hermanito no quería estar solo, siempre desayunaban juntos.

—. Si, los chicos me invitaron a desayunar... — sonríe y acaricia su cabello, dejando un besito en su mejilla.

—. Siempre desayunas conmigo... — su hermanito seguía con su puchero, Mile suspiró, no le gustaba verlo triste.

—. Ya lo sé, y te prometo que para compensarlo, a la tarde vamos a ir los dos juntos a jugar a la plaza. — sonríe y lo abraza.

Su hermano asiente y la abraza también, se querían mucho. Mile recibió el mensaje de Fermín y se despidió de su familia.

Salió de su casa y se subió al auto de Fermín, iba atrás junto a Pau, ya que adelante estaba Lamine.

Los saludo a los tres y siguieron camino a la casa de Gavi, que no quedaba nada lejos.

—. No sabía que vivías tan cerca de casa de Gavi. — dice Fermín.

—. Ni nosotros, lo descubrimos cuando me trajo ayer. — se ríe Mile —. Podría haber ido caminando tranquilamente.

—. Que más da, si igual había que pasar por tu casa. — dice Fermín.

—. Además ahora sabemos dónde vives. — sonríe con malicia Lamine.

—. Que miedo me da saber eso. — ríe Mile.

Llegaron a la casa de Gavi y bajaron todos del auto, Mile iba charlando con Pau, que había perdido un poco de timidez al hablar con ella.

Entraron a la casa de Gavi dónde estaban los demás, los saludaron a todos y se sentaron esparcidos por el living.

—. Gavi, ¿Me cargas el termo? — pregunta Mile, Gavi asiente y ella se lo da.

—. ¿Qué es eso? — pregunta Marc, viendo como Mile empezaba a preparar el mate.

—. Mate. — sonríe orgullosa.

Gavi le trajo el agua y ella empezó a hacer su mate, mientras todos la miraban con atención.

—. Ronald también toma mate, pero es diferente. — mira Gavi sobre su hombro.

—. El mate uruguayo y el argentino no siempre son iguales. — sonríe y le hecha agua, tomando el primer sorbo.

Siguieron hablando de otras cosas mientras desayunaban, se entendían mucho entre ellos, así que siempre había tema de conversación.

—. ¿Hacemos algo por la tarde? — pregunta Héctor, ese día no tenían entrenamiento.