𝐆𝐨𝐥𝐝𝐞𝐧 𝐫𝐞𝐭𝐫𝐢𝐞𝐯𝐞𝐫 |𝐏𝐚𝐮 𝐂𝐮𝐛𝐚𝐫𝐬𝐢|

-. Capítulo 5.

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Al llegar a la playa, Fermín y los demás estaban ahí, se saludaron y fueron a una parte alejada de la playa, donde no había nadie.

Dejaron sus cosas y no tardaron en sacarse las camisetas y ponerse a jugar con la pelota, Milena los detuvo antes de que empezarán a jugar.

—. Ey, pónganse protector solar, se van a quemar. — dice sacando el protector solar de su mochila.

—. Perdón mamá. — se burla Gavi y Milena le pega en el brazo.

Ellos se pusieron protector mientras Mile le ponía a su hermano, cuando terminó vio a Pau, que no se había esparcido bien el la crema.

Soltó una risita y lo detuvo de la mano, viendolo con ternura.

—. Pau, tenés mal el protector. — le sonríe con ternura.

Pau se sonroja y se toca la cara —. No me he dado cuenta. — se ríe avergonzado.

Mile también se ríe y acerca sus manos a las mejillas de Pau, esparciendo la crema con cuidado, mientras Pau miraba sus ojos atentamente.

Cuando Mile termina se miran a los ojos, sin poder dejar de hacerlo. Sin darse cuenta, Pau bajo la vista hasta los labios de Mile, haciendo que ella se los relamiera.

Se habían acercado más sin darse cuenta, era como si un imán los atrayese. Pero el momento se vio interrumpido por un grito de Fermín, que llamaba a Pau para que jugará con ellos.

Se separaron con un rubor en sus mejillas, Pau le sonrió con timidez y se fue con los chicos. Dejando a Mile sonrojada y un poco confundida.

Gavi no tardo en acercarse a Mile, poniendo una excusa tonta. Se acercó a ella agarrando sus hombros con emoción.

—. ¿Qué ha sido eso? — pregunta sonriendo.

—. ¿El que? — pregunta fingiendo demencia.

—. No te hagas la tonta conmigo, que os he visto. — pellizca sus costados con una sonrisa.

—. No sé de qué hablas. — le pega en el hombro.

—. ¡Gavi, ven ya! — grita Lamine.

—. Ni te creas que aquí acaba el interrogatorio. — le señala con una sonrisa y le despeina.

—. ¡Pablo! — le grita Mile, y Gavi se ríe, había dejado que le dijiese así, se sentía en confianza.

El se voltea y le saca la lengua, de forma burlona, volviendo con los demás. Fermín se acerca a el, los demás tenían la misma duda.

—. ¿Te ha llamado Pablo? — pregunta un poco sorprendido.

—. Si, yo se lo he dicho. — alza los hombros y señala a Pau —. No te creas que no os he visto, ya vamos a hablar. — le sonríe y Pau se ríe nervioso.

Mile se les unió y siguieron jugando un rato más al fútbol. Luego les dió hambre así que se acomodaron para comer unos sandwiches que habían comprado en el camino.