17 De Octubre Del 2009
-¡¡Ali!!- grito mi amiga, Abigail, en mi oído
-¡Agh! ¡¿Qué coño quieres?!- dije tapando mi cabeza con mi almohada
-Tenemos que hacer cosas, apúrate
-¿Tenemos? Que yo sepa, hoy podría dormir hasta las dos de la tarde...
-¡Vamos, levántate!
-¿Qué mierda, con el mundo?- maldije, pero mi voz se perdió entre las mantas
-Bien.- ella tiro algo sobre mí y con eso cerró la puerta de mi habitación, con un portazo.
Bien... Supongo que se fue, y si no bajo en menos de cinco minutos, ella regresará. Lo sé.
Me puse, la ropa que ella dejo sobre mi cama y fui al baño. Mi pelo estaba hecho un verdadero desastre, al igual que mi cara- sin mencionar mis ojeras- muchas gracias Abigail. Gracias.
Cepille mis dientes, lave mi cara y ate mi cabello en una cola de caballo. Con eso baje, hacia la cocina, donde suponía que Abby estuviera. O al menos eso pensaba.
Papa estaba preparando café y vi a mi hermano hablando, sobre algo con Abigail. Interesante
-Hola papa- le di un beso en la mejilla y me di la vuelta, para encarar a Brian.
Cuando me percate, que él y Abigail algo estaban ocultando. Seguramente, algo que tiene que ver conmigo, si no... ¿Qué más?
-Hola Ali- Brian, bajo su mirada hacia su taza de café
-Muy bien ¿Qué está pasando?- me senté en un, taburete frente a Brian y papá tomo uno al lado mío. Así, los cuatro estábamos enfrentados
-¿Qué... Que dices?
-Bueno, solo pregunto. Estaban hablando sobre algo y cuando llegue, solo se callaron. Y ya.
-No te sientas, el centro del mundo Alison,- dijo mi amiga, mientras se levantaba de su asiento- bien... ¿Vamos?
-¿Qué? ¡Ni siquiera tome mi café!- señale, la máquina de hacer café, detrás de mí. La cual aún está en su proceso. Este día va a ser largo, muy largo.
-¿Y eso que? Pasaremos por algún Starbucks y comerás alguna mierda, ya vamos.
Mire a mi padre, incrédula de todo lo que estaba pasando, en este instante y sobre todo hace, menos de media hora, cuando ella me despertó. El solo se encogió de hombros, restándole importancia a todo y dándome una mirada de "no te ayudare, ella tiene un buen punto", y claro que lo tenía.
Di un suspiro por quinta vez desde que me levante y me pare, de mi asiento.
- Bien... Deja que busque algo y vamos.
Subí a mi habitación, busque un bolso y metí dentro mis llaves de casa, mi celular y dinero, por si acaso. Solo por si acaso, llegaba a necesitarlo. Tenía el puto, presentimiento de que hoy, volveríamos tarde a casa, muy tarde en verdad.
(***)
-¿Este?- dio una vuelta y me miro
-No, es...
-¡¿Tampoco te gusta?!
-¡Abigail, es horrible!- sabe que es horrible, lo sabe
-Bien. Me probaré otro- y por décima octava vez, comenzó a hurgar entre las prendas, del local en el que estábamos.
-Ya, dime que no es en serio- reí sin gracia, ella volteo y me miro
-¿Qué?- alzo una ceja
-Ya...Hasta aquí llegue- recogí mi bolso, mi celular y me levante.