En la isla de Capri , en la bahía de Nápoles , Lisa pasaba sus vacaciones con su abuelo en la casa de la playa.
Un día cuando tenía nueve años , conoció a una niña. Que a pesar de no volverla a ver , jamás le olvidó.
Jennie es una sirena. Que visit...
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Sentir lo que se olvidó
Miró a su alrededor con los ojos adormilados, para darse cuenta que la música provenía de su teléfono.
Era su madre
-Dime mamá - dijo al descolgar e incorporarse en la toalla
-Ya estamos en México cariño , cómo está todo por allí? Viste a Maurizio? Como está la casa? Has comido ya? Qué has comido ? Se me olvidó decirles que llenaran la nevera- su madre le avasalló a preguntas , algo normal en ella
Lisa sonrió - Está todo bien , han cuidado muy bien la casa. Y sí, he comido , he hecho unas compras y he almorzado aquí en la playa-contó , quitándose la arena de sus tobillos
-Bien, y como estás tú?
No sabía bien que responder , estaba mejor de lo que creía que estaría , pero se sentía melancólica, como si a ese paisaje que veía le faltara algo o alguien.
-No lo sé ... bien -intentó explicar - es raro estar aquí sin en abuelo-confesó
-Me imagino cariño , pero intenta disfrutar y descansar, quien sabe quizás conozcas a alguien - su madre uso ese tono en su voz que indicaba "relación amorosa"
Nunca le insistió en que saliera con alguien , pero se lo dejaba caer de vez en cuando.
-Tu padre quiere ponerse , te lo paso -escucho como le daba el teléfono y su padre se oía al otro lado
-Hola Lala , tú madre dice que vamos a hacer una excursión , puedes decirle que no hace falta que me ponga dos kilos de crema solar por favor
Lisa rio , siempre admiró la relación de sus padres. Parecían dos niños pequeños compartiendo la vida juntos.
-Luego te quemas y pareces una gamba, hazme el favor de estarte quieto que te la tengo que extender- escuchó a su madre por el dispositivo
-Bueno cielo , lo que te iba a preguntar , vas a navegar? - le preguntó , su padre los acompañó en algunos veranos
-Creo que sí, aunque me acuerdo de lo básico , pero imagino que es como montar en bici-contestó la pelinegra
-El barco del abuelo sigue roto no? Ay! Cariño en los ojos no me voy a quemar- escucho quejarse
-Sí, eso me dijo el hombre que cuida la casa, le echaré un vistazo en estos días , pero me ha dicho que puedo alquilar uno a un tal Francesco
-Pues perfecto hija , pero ten cuidado eh , no te vayas muy lejos- advirtió su padre- bueno te dejo que tenemos que ir con el guía
-Tened cuidado vosotros también- dijo - os quiero
-Te queremos - dijeron sus padres por el altavoz.
Colgó el teléfono. Y se dio cuenta de que ya era bien entrada la tarde. El naranja decoraba su vista de una manera agradable.
Se levantó y recogió sus cosas y antes de volver a la casa miró buscando a alguien.