Maite Martinez, hermana de Carlos. Lleva una vida muy complicada en el Fuerte Apache. Ya qué de por sí el barrio es peligroso, pero hay algo que lo empeora. Qué es Danilo Sanchez, el mejor amigo de su hermano con el cual no se lleva demasiado bien...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Habían pasado un mes y medio desdé que Maite comenzó a estar de novia con Danilo, y unas semanas de lo sucedido con Hernan. Ella prefirió mantenerse callada antes de que le hicieran algo a él.
Ella estuvo muy rara esas últimas semanas y todos de los que se rodeaba se dieron cuenta.
Dejando de lado eso, Maite estaba perfectamente bien con Danilo. El la acompañaba a donde ella fuera para que no le pasara nada, siempre la cuidaba.
Era domingo en la tarde. Maite y Danilo estaban los dos juntos.
—Te tengo una sorpresa —Dijo Danilo mientras escondía algo detrás de su espalda.
—¿Y que sorpresa me tenes? —Danilo sacó detrás suyo unas rosas envueltas de papel. Maite no lo podía creer —Aw, no tenías que gastarte la gita que te queda en esto, no hacia falta gordo.
—¿Quién dijo que gasté gita?
Maite no había entendido a lo que se refería —¿Cómo las compraste?
—La' robé, mogolica.
Maite se río un poco y como agradecimiento le dio un beso.
—Te amo, Danilo. Te amo tanto, pero.. Tengo miedo.
—Yo también te amo, pero ¿Miedo de qué?
—De que tu hermano te llegue a meter en alguna gilada de aquellas y no puedas salir más del mundo fantasía en el que viven todos los que consumen esa mierda.. De eso tengo miedo..
Danilo frunció el ceño y miró para un costado.
—Gordo, ¿me prometes que nunca vas a caer en esa mierda?
—Si gorda, te lo prometo.. —Contestó un poco dudoso.
Maite sonrió y siguieron con el mismo beso.
Dos adolescentes enamorados, cuidándose el uno al otro. ¿Qué podía llegar a salir mal?
" ... "
Estaban en la escuela. Maite había obligado a Danilo para que vuelva a ir, ya que el no quería.
Mariela y Maite estaban en el recreo sentadas en unos banquitos de madera que habían mientras observaban a los chicos jugar a la pelota.
Mientras que ellos jugaban Martin andaba paseando por el patio. Maite, al ver a Martin, decidió dejar a Mariela viendo el partido para hablar con el.
—Eh, eh, eh, Martin.
Martin se volteó al escucharla —¿Qué pasa?
—Me tenes que explicar algo. De que puesta hablabas el otro día.
—Ah, la apuesta con Danilo. No, no te lo puedo deci'. Aparte vo' lo buchonea'te y se enojó conmigo.
