Ep.6: La compré, así que estoy aliviado (2)
En este mundo, era comúnmente aceptado que las mujeres con altos poderes mágicos innatos tenían pechos más grandes. La magia adquirida sólo contribuía a la salud general, pero la magia innata incluso influía en el crecimiento físico.
Pero, ¿qué pasaba cuando un hombre tenía un alto poder mágico innato?
La respuesta era sencilla.
Crecería en una "cierta área".
"Ah... Uh..."
Carla abrió los ojos como se le había indicado y se dio cuenta de mi 'rasgo peculiar', hurgando en su bajo vientre. Inmediatamente se protegió los ojos y chilló.
"¡Kyaaah!"
Aún así, estaba espiando a través de sus dedos.
"¿Por qué te escondes si todavía estás mirando?"
"Bueno, usted me dijo que mirara, amo..."
Carla contestó, casi lloriqueando. Pero por las miradas furtivas que echaba, parecía intrigada.
Cuando era ella la que se desnudaba, era increíblemente tímida. Pero ahora que era mi turno, ésta era su reacción.
¿Era porque yo era guapo?
Aunque Carla había tenido un carácter tímido, ahora parecía un poco más atrevida. Quizá se lo esperaba desde el principio.
Por un momento, asentí para mis adentros, pensando en su cambio de comportamiento.
Pronto, Carla no pudo evitar mirar abiertamente y soltó, desconcertada,
"¿Es posible que eso encaje...?".
"Je, ya no te escondes y miras directamente, por lo que veo".
"Es porque no me ha dicho que mire para otro lado, amo".
Carla hizo lo posible por ocultar su reacción, pero no pudo disimular sus labios salientes.
Me reí entre dientes y asentí con aprobación.
"Hiciste bien la tarea que te pedí".
"Bueno, antes cometí un error. No quiero disgustarle, amo...".
El rostro de Carla se ensombreció momentáneamente, como si pensara en el peor de los casos. Rápidamente cambió de tema.
"Um, no sé realmente ya que es la primera vez que veo esto, pero ¿son todos los hombres... um... así de grandes?".
"De ninguna manera. Ya conoces mi poder mágico innato".
"Ah."
Carla asintió con una expresión que indicaba que por fin lo había entendido. Sin embargo, su expresión pronto se puso rígida de nuevo.
"...Aun así, el hecho es que tiene que caber dentro de mí".
Cerró un ojo, midiéndolo con la mano. Luego soltó una risita mientras lo comparaba discretamente con su bajo vientre.
"Tendremos que prepararnos con antelación, entonces".
"¿Prepararnos? Espera, no vas a tocarme el pecho otra vez, ¿verdad?".
Carla pareció tomar una resolución. Temblando, pero tratando de hacerlo más fácil, enderezó los hombros e inclinó el torso hacia delante.
Estiró los brazos a la espalda y adoptó una postura "fácil de tocar", con los ojos bien cerrados. Su actitud era atractiva, como la de un conejo que se ofrece en sacrificio.