Capitulo 23

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Salieron del laboratorio, Tanjiro estaba confundido y Giyuu estaba alterado, subieron al auto y el alfa arrancó, saliendo a toda velocidad de ese lugar. El pelirrojo miró por el retrovisor y vió como la luz de una de las habitaciones del piso donde estaban se encendía y una silueta se asomaba por el ventana

Tanjiro: ¿¡Ah!?

Cubrió su boca y trató de mantenerse en silencio y el pelinegro solo aceleraba más con cada segundo que pasaba mientras sudaba frío y su cuerpo temblaba de una forma casi violenta, sosteniendo y apretando el volante entre sus manos

Giyuu: ¿Que carajo era eso? ¿Cómo sigue viva? La estaban mordiendo…… y… y ella…… y aún así ella.…

Las palabras quedaban en su garganta, murmuraba entre dientes y ni siquiera él mismo se entendía, sabía lo que había visto pero tampoco lo entendía, fue una escena desagradable.

Llegaron a un centro comercial, bajaron del auto y entraron para obtener más cosas pero Giyuu solo pensaba en lo que acababa de ver, si él no hubiera estado ahí… podía imaginarlo… el cuerpo de Tanjiro ensangrentado… su piel y carne siendo arrancadas por los dientes esas bestias caníbales, aún si no era reales podía escuchar escuchar los gritos del pelirrojo mientras rogaba por ayuda… con un destripador a punto de morderlo y…

¿…No…. Son reales?

El alfa levantó la mirada, había un destripador ahí adentro, Tanjiro estaba acorralado por ese monstruo y el Omega solo atinaba a gritar el nombre del azabache, esperando que lo salvará mientras esa bestia podrida y asquerosa se acercaba a él. El alfa descargó su arma contra ese monstruo, pero claro, no le hizo absolutamente nada, tan solo logró captar la atención de ese pedazo de carne podrida

Giyuu; ¡Corre!

Le gritó al ojirubi quien sin siquiera pensar le lanzó su arma y salió corriendo pero antes de subir por las escaleras que llevaban a la puerta resbaló y cayó al suelo mientras el olor y el sonido asqueroso que hacía el cuerpo de los destripador es llenaba el lugar, y junto con él llegaba la silueta de un destripador, con su asqueroso cuerpo lleno de gusanos, con mucha piel y músculos faltantes, junto a las grandes cantidades de sangre que chorreaba de su putrefacto cuerpo, ¿Cómo era posible que aún no se secará? El alfa y el omega ahogaron un gritó mientras en la mente de ambos solo aparecía el rostro inocente y sonriente de Natusmi

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