Hola!! Bueno les traigo un regalito, un capítulo dedicado a conocer un poco la trayectoria del rompe corazones de esta historia 🥴. Disfruten manitas jejeje.
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¡Ese maldito pitido! PI PI PI
Que alguien lo pare por favor. Resignado a ser el único en la habitación, me levanto y voy hacia la estantería en la parte opuesta de mi habitación.
Frunzo el seño y con los dientes apretados chisto auto- reclamandome-Pero que buena idea Sadock, agh.- Ayer cuando me desperte decidí poner la alarma lo más lejos posible de la cama, para obligarme a levantar.
Hoy es un día importante y sabía que existía la posibilidad de que anoche me embriagara y no me despertará a tiempo para hoy, en efecto. Aveces es irritante lo bien que me conozco. Hablando de irritante, un sonido muy molesto para mí adolorida cabeza retumba por la habitación.
Comienzo a rebuscar por mis sábanas y no lo encuentro, me paro un segundo a pensar donde lo podría haber dejado y es ahí cuando reparo en el vulto de ropa en las patas de la cama. Me acerco y levanto el pantalón, rebusco en sus bolsillos hasta que logro encontrar el celular. Tomo la llamada.
-Diga- me dirigo hacia la cocina en busca de un vaso de agua y pastillas para mi cabeza. La insistente pensada de dolor empeora cuando escucho la cantarina voz de mi amigo del otro lado de la línea.
-Sadock! Como estás esta mañana? Probablemente con una radiante sonrisa en tu apuesto rostro. Listo para conquistar hoy?
-Quieres .. -Hago un esfuerzo por mantenerme sereno, no es su culpa, que este en estas condiciones- Quieres hacer el favor de bajar el volumen de voz, Philips.
El muy soquete se ríe ante mí comentario- Entiendo, ¿cómo va la resaca? La verdad anoche te excediste en el pub. Me llamaste estando muy borracho, antes de que te estreses, no entendi una palabra de lo que dijiste. ¿Me puedes contar ahora que te sucede?
Encuentro lo que buscaba entre unos gabinetes, pongo el celular en alta voz y me sirvo el bendito vaso de agua. Tomo mis pastillas y al terminar dejo escapar un gruñido - No, no me apetece.
-Vale, ya verás tu. Pero en estos días te noto muy estresado.- Me apollo de espaldas en la sona del fregadero y me quedo mirando un punto fijo en la pared de al frente.- Hoy debes dejar lo que sea que te atormente de lado. Es un momento importante para ti, los inversionistas han accedido a venir a la reunión de hoy. Es tu momento de lucirte realmente Sadock, lo entiendes?
-Si, ya lo sé. - Estoy iniciando mi negocio propio, no hay duda de que necesito a esos inversores. Pero va estar difícil, aún con todo mi encanto. Son personas importantes, no invierten en cualquier cosa tengo que cautivarlos. - Hoy será la noche del éxito Phil. Por ello aún y con mi resaca me levante temprano para preparar todo.
-Hemos tenido suerte hermano, pero también hay mucho trabajo duro detrás de todo esto. Confío en que esta será la oportunidad de oro.
Estoy de acuerdo, pero es mejor no seguir con el tema me estoy consumiendo. En cambio decido responder: -Te escucho contento, veo que las vacaciones te sientan bien.
-Como no tienes una idea- escucho una voz femenina de fondo llamarlo- Hermano, hablamos luego, ahora tengo que irme. Llámame antes de la reunión si lo necesitas.
-No te preocupes, estaré bien. Tu disfruta y no la hagas enojar.
Su risa socarrona es lo último que escucho antes de que cuelgue.
Cierro los ojos por un momento y dejo que el silencio de la estancia me absorva. Inevitablemente todas las cosas que han transcurrido en mi vida pasan por mi mente hasta el sol de hoy. Me propuse crecer por mi cuenta, deseo el sacrificio y el privilegio de que mi nombre sea reconocido algun día por mis propios esfuerzos, realmente podía quedarme en el ceno de mi familia y vivir de ellos. Pero ese no es mi estilo, soy consciente de que siempre he sido ambicioso, no lo considero como algo malo, todo lo contrario es un aspecto que me ha ayudado a conquistar todos mis logros. Y ahora estoy a un paso de alcanzar una de mis mayores metas. La reunión de esta noche debe salir perfecta.
Siento como la ansiedad efervescente se agita por mis venas y se acumula hasta asfixiarme. Será mejor que valla a entrenar un poco. Eso aliviará tensión.Voy a mi cuarto y tomo ropa de gimnasio, por encima de esta uso ropa un poco más abrigada, para evitar agarrar un resfriado por el camino. Tomo las llaves de mi Mercedes y salgo del departamento. Entro al ascensor y espero que una pareja que venía detrás de mí aborde. Como buenos británicos que somos no muestran desmedido afecto en público, pero puedo ver claramente sus sentimientos reflejados en sus miradas.
Para ser sinceros, he conseguido todo lo que quiero en esta vida, aún lo estoy haciendo. Pero el amor, esta en un libro aparte para mi. No me cierro a él, pero se como son las personas y eso, cada día me decepciona más. Intenté comportarme como un completo Don Juan hace unos meses, pero ese tampoco es mi estilo. Tengo el aspecto y el encanto de uno, debería ser así, pero hay algo mal en mi. No me siento cómodo siéndolo. Es obvio que no soy un santo pero, tampoco he vivido como un casanova. Prefiero centrar toda mi atención en perseguir mis otros objetivos de vida. Y esa actitud me a ayudado a tener mi pequeño imperio a la tierna edad de 27 años.
Por fin se detiene el ascensor, las puertas se abren y todos bajamos. Cruzó el lobby del hotel en el que estoy hospedado y me dirijo al estacionamiento. Llego hasta mi plaza, mi reluciente Mercedes de color negro me espera. Abro las puertas y tiro dentro el bolso de gimnasio. Me siento al volante y antes de prender el motor, leo una notificación que me acaba de llegar.
《Lo siento mucho, pero esta noche no te puedo acompañar. Te recompensare otro día, no me odies porfavor. 》
Resoplo indignado, esta mujer me va a hacer enloquecer.
《Y ahora con quien se supone que voy a ir, Victoria?!》
Espero unos segundos mientras tamborileo mis dedos en el volante.
《Osito, no te enojes. Te juro que tengo una explicación perfectamente razonable.》
¿Es broma?
《Te deje claro que es una reunión importante. Si no fuera porque necesito la compañía femenina para una mejor impresión, no te lo hubiera pedido》
Esta vez su respuesta llegó de inmediato.
《Siempre puedes pedírselo a alguna de esas extravagantes chicas que babean por ti, querido Sadock》
Claro que no, eso es lo último que quiero, porque luego les debería una cena o algo más, no deseo que se confundan y su intencidad escale a niveles mayores. Decido dejar el tema allí y por fin ponerme en marcha. En poco tiempo llego al club.
Mi plan es sudar un poco en las máquinas y para terminar descargar mis emociones en el ring de boxeo.

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Soy LATINA ¿y qué?
Любовные романыLa vida está conformada por acciones y reacciones. Desiciones, miedos, risas,penas, etc. Dos jóvenes que luchan por encontrar su lugar en este mundo. Por conseguir sus vidas soñadas. Ella, una chica de carácter latino. Él, un chico británico con s...