Capricho

Viaje (Cap 1)

—Cailín Qudaibergen Despierta!
—Escuche antes de caer de mi cama como una pesada bolsa de papas.

—Estamos invitados a la mansión Higgins, ¿acaso ya se te olvido?
—Por un tema de negocios con la "prestigiosa" y "multimillonaria" familia Higgins tengo que madrugar, pienso.

—Wow.. Que "emocionante", muero de ganas por madrugar.. —Murmuro con sarcasmo provocando un gruñido de mi madre quien no tarda en tirarme una almohada con ira acumulada

—Descarada!, esta es una oportunidad única, ahora levantate del suelo y preparate que no podemos perder tiempo
—Grita mi madre antes de salir de la puerta dejándome en mi propia miseria

—Bueno.. No hay de otra.

—Me levanto lentamente de mala gana, me cruge la espalda al levantarme —Ay, que me espera a los 20 —susurro casi en un jadeo mientras me estiró y voy en busca de mi ropa, no tardo mucho en reunirla y vestirme con una gran pereza, voy al baño y veo como perfectamente podria hacer cosplay de Jeff the killer con las ojeras que llevó. Luego de maquillarme y tener todo preparado salgo de mi habitación y me dirijo a la sala.

—Hasta que finalmente bajas, te tardas un poco más y ya canceló el viaje
—Revela mi padre a viva voz señalando su reloj Rolex de forma molesta.

—Agh.. No es para tanto drama. Nadie tarda poco ordenando ropa —Expresó en un intento de defenderme contra las miradas glaciales de mis padres.

—Nadie tarda tanto como tú vistiéndose, ¿acaso hiciste la ropa o porqué la tardanza? —Pregunta mi padre con una ceja alzada a la vez toma las maletas caminando a la camioneta.

—Sigo a mi padre en silencio con el ceño fruncido, no me gusta hablar demasiado a pesar de ser terca.

—Mi madre abre las puertas de la camioneta y se sube al asiento del conductor, mi padre se sienta a su lado tranquilamente —Bueno, sera mejor que guarden silencio, detesto oír sus voces cuando tránsito.

—No se preocupe por eso madre, tampoco quería hablar mas de la cuenta con usted. —Exprese antes de que mi padre soltara una carcajada y mi madre lo mirará con una expresión abominable, pasó media hora y llegamos al aeropuerto, caminando por dentro pude ver la cantidad inmensa de personas con las caras largas y sueño nulo, todos en el aeropuerto parecían haber dormido dos horas o menos. Me quede esperando el vuelo con mis padres, mis padres eran empresarios que podrían ir en la zona vip, así que no estaba tan desencantada con el viaje.

—Madre, ¿cuánto falta?, hace frío a esta hora. —Pregunto seguido de un bostezo que le pegó incluso a mi padre, mi madre me mira de reojo con un intento de paciencia.

—Cailín, acabamos de llegar, el vuelo llega a las 6:00 de la mañana, ahora son las 5:46 de la mañana, así que te esperas porque falta muy poco. —Informa mi madre dando un suspiro pesado que se veía que llevaba acumulado, mi padre la observa y la abraza dándole un beso que me provoca náuseas y ternura casi inexistente.

—Como usted diga querida madre, esperaré. —Confieso con un vocabulario forzadamente sutil, yo miro hacia alrededor sin ver nada interesante además de un niño que corrió y se tropezó, me río disimuladamente cuando mi madre me mira fijo. Después de unos eternos minutos ya es la hora prevista para el vuelo, salgo con mis padres hacía el avión con presunto interés y emoción, nos dirigimos a la zona vip para instalarnos.

—Dios, como me encanta esta zona, es tan cómoda y amplía, viajaría solamente para dormir en estos asientos majestuosos. —Confieso con orgullo antes de prácticamente abalanzarme a los asientos como si fueran el paraíso.

—Ya Cailín, comportate, esa no es la forma de sentarse. —Exclama mi madre corrigiendo mi comportamiento, yo la miro simplemente sin decir lo más mínimo, ya que sería fuera de lugar. Me acuesto y me relajo, el avión se eleva y yo observó desde la ventana como las ciudades se vuelven pequeñas a la distancia, me da un nudo en el estómago pero lo soportó por mi pasión con los aviones.

—Que hermoso paisaje.. —Pienso antes de relajarme en mi asiento, cuando menos lo espero me quedo profundamente dormida.