{Re} proches (Kellic Quentes)

♛ Capítulo 32 ♛

Capítulo 32: Larga vida a
la casa Fuentes
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Tiempo atrás

Kellin nuevamente se encontraba escapando de su absurda realidad. Era la celebración del compromiso entre Kellin y Victoria y los reinos no podían estar más felices con los nuevos planes de guerra que habían anunciado para acabar con Stannis.

Kellin se sentía atrapado, siempre supo que su vida lo tenía atado. Le dolía separarse de su pareja, porqué no sabía cuánto tiempo estarían separados y peor aún, no sabía si volvería a verlo con vida.

-Kellin, tu padre está buscándote -Lo llamó Arturo cuando lo encontró. Conocía perfectamente a Kellin y sabía dónde estaría, pues siempre solía ir a ese lugar en el techo cuando su vida lo abrumaba.

Arturo lo conocía tanto que incluso podría recordarle quién es, por si algún día lo olvida.

-Olvídalo, no voy a bajar -Le respondió Kellin y abrazó su piernas mientras hundía su cabeza en ellas- No quiero irme de tu lado.

-Desde que Farias y Freyen se unieron como un solo reino al quedar sin un rey, es necesario que yo vaya también a poner orden como mano del rey -Dijo Arturo y comenzó a subir a su lado para después sentarse- Kellin, es necesario hacerlo, debemos separarnos por un momento.

-¿Y qué pasa si no te vuelvo a ver? -Preguntó Kellin y lo regresó a mirar. Arturo se había sentado delante él- ¿Qué tal si muero en la misión? Siempre estás hablando de nuestros deberes con el reino, pero nada valdrá la pena si no estamos juntos.

-Amor, nosotros nunca podremos tener una relación normal, lo sé -Dijo Arturo y lo tomó de las manos- Sé y entiendo lo cansado que es. Tú te casarás con una princesa y tendrán muchos hijos, yo me casaré con una lady y también tendré hijos. Pero esto no se trata de nosotros, se trata del reino, tú eres la corona.

-Siempre me dices lo mismo y siempre te respondo igual... Yo nunca pedí ser un príncipe y menos estoy listo para ser un rey -Respondió Quinn y bajó la mirada- Padre me enseñó a sentirme orgulloso de quién soy, pero ahora... Simplemente tengo miedo.

-Lo sé, cariño. Yo también lo tengo -Dijo Arturo y lo estrechó sobre sus brazos. Kellin soltó un suspiro al sentir la calidez que tanto amaba cuando estaba entre sus brazos- Pero que seas el heredero al trono y yo la mano del rey nos obliga a sacrificar nuestras propias necesidades, porque nuestra única obligación es con el reino.

-Tú siempre tan dedicado en tu papel de lord -Respondió Kellin y lo regresó a mirar, aún en el abrazo- ¿Serías capaz de sacrificar eso por mí, milord? -Le preguntó. Arturo sintió su corazón latiendo rápidamente por la propuesta.

-¿A qué te refieres? -Le preguntó directamente. Kellin se enderezó para quedar cara, un brillo especial en sus ojos resplandecía con la luz de la luna al mirar al hombre que amaba.

-Tú siempre haz querido tenerme -Respondió Kellin y relamió un poco sus labios para tomar valor- Desafíemos nuestro futuro, llévame a cualquier parte del mundo y hazme tu esposo. Quiero quedarme toda la vida junto a ti -Agregó. Arturo sintió paralizarse ante la propuesta y cerró el espacio entre ambos duramente, con mucha rudeza en el beso.

Ambos se separaron por falta de aire, sintiendo sus pechos conmocionados por el beso. Kellin aún seguía esperando una respuesta y cada vez la esperaba con más ilusión mientras Arturo encontraba las palabras correctas para decir.

-Tú eres la realeza, yo la nobleza -Respondió Arturo y lo tomó de ambas mejillas- Entre tú y yo siempre habrá un gran abismo, porque somos lo que somos y nosostros no podemos desafiar nuestro destino que ya está escrito -Respondió Arturo mientras la ilusión de Kellin poco a poco se apagaba de sus ojos- Príncipe Kellin Quinn, tú y yo jamás podríamos casarnos, lo único que tengo para ti, es esto. Pero puedo asegurarte, que te amo con todo mi corazón -Agregó y volvió a besarlo.

Kellin derramó sus lágrimas también al sentirse rechazado.

Hace poco menos
de tiempo atrás...

-¿En qué estás pensando? -Le preguntó Vic suavemente a Kellin. Ambos estaban recostados sobre la cama mientras Kellin miraba aún el anillo sobre su dedo, pensando en muchas cosas.

-¿En realidad me amas? -Le preguntó Kellin y lo regresó a mirar. Vic se sentó sobre la cama, haciendo que Kellin también lo hiciera. Entonces Vic lo tomó de la mano.

-Nunca había estado seguro de nada en mi vida -Respondió Vicent y con su mano libre lo tomó del mentón- Yo te amo, y te amo en todos los universos -Le dijo y le sonrió un poco, aún con la tenue luz de la vela, les era era fácil mirarse a los ojos.

-¿En verdad estamos casados? ¿Ahora me apellido Fuentes? -Le preguntó Kellin y sus ojos se llenaron de lágrimas. Vic le sonrió un poco más y le dió un corto beso sobre sus labios.

-Lo ideal sería que respondieras "yo también te amo" o algo así, pero me conformaré con eso -Respondió Vic y rió un poco, dándole un beso en la frente a su "esposo".

Siendo que Vicent no iba a presionarlo a que dijera que lo amaba, aunque nunca había escuchado esa frase salir de los labios de Kellin, estaba seguro que lo que él sentía era mutuo.

Actualmente

Después de estar mucho tiempo peleando, por fin se miraba quien iba a ganar esa pelea. Ambos estaban cansados, ambos estaban heridos, se habían dado tremenda paliza.

La pelea no pudo ser más igualada. Ambos eran igual de fuertes aunque Arturo era un poco más alto. Vicent estaba un poco más entero de la pelea y Arturo estaba más jodido de los dos.

Kellin aún estaba en shock recordando esos momentos de su vida. No supo cómo reaccionar cuando Vic por fin tiró a Arturo al piso y este no pudo levantarse.

Victor se subió encima de Arturo y tomó la daga que ya se le había caído a Kellin anteriormente y la tomó con las pocas fuerzas que le quedaban, comenzando a forcejear para bajarla al pecho de Seville.

Kellin comenzó a desesperarse cuando vió que Arturo estaba apunto de morir. Tomó un arco que estaba justo al lado de él y estiró una flecha, aún en el piso.

Sus manos comenzaron a temblar y tuvo que sostener la respiración para concentrarse. Y comenzó a llorar en silencio cuando supo que para salvarle la vida a Arturo, tenía que quitarle la vida a Vicent.

Volvió a recordar una vez más todo. Se sintió tan frágil y encerrado en ese momento que simplemente no quería tener que elegir.

¿Iba dejar morir a Arturo? ¿Iba a asesinar él mismo a Vic? Su cabeza estaba hecha una mierda.

Aún miró cómo Arturo seguía luchando para que esa daga no llegara a su corazón. Por un momento, ambos regresaron a mirar a Kellin el cual estaba apuntando a Vicent y este cerró los ojos, esperando a que Kellin lo hiciera y volvió a poner las fuerzas que le quedaban sobre Seville.

Vic estaba dispuesto a aceptarlo.

Y Kellin aún con Vic en la mira, cerró los ojos aún en lágrimas, esperando tener su perdón algún día.

-Lo siento... -Dijo Kellin en voz alta cuando por fin hizo su elección.

Y entonces...

Bajó el arco...

Y apartó la mirada.

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