♛ Capítulo 29 ♛

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Capítulo 29: Príncipe de las cenizas
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-¡Venimos a reclamar estas tierras en nombre del rey de Tuhc! -Gritó por fin Arturo cuando el rey que estaba enfrente de todos y él hicieron contacto visual.

-¡Den la vuelta y prometo olvidar todo lo que han hecho! -Dijo Elían como respuesta. Arturo soltó una risa sarcástica.

-Creo que no está viendo los hechos, majestad -Respondió Arturo. Ambos estaban a una distancia considerable, tenían que gritar lo más que podían para que el otro pudiera escucharse- No hay necesidad de pelear, venga solo usted y dejaremos al resto de los que quedan vivos en paz.

Elían frunció el ceño, sintiendo sus sospechas cada vez más ciertas. ¿Cómo podía saber él que habían enterrado a casi todo el reino?

Elían iba a contestar, pero ambos escucharon un caballo que venía a toda velocidad. Ambos fijaron su vista en el jinete y se dieron cuenta que era Kellin.

Elían apretó los puños cuando Kellin se puso a la mitad de la línea de fuego, sintiendo su sangre arder, entrando en un inmenso calor.

-¡ÉL TIENE RAZÓN, NO HAY NECESIDAD DE PELEAR! -Gritó Kellin para ambos lados- Desde años atrás, esta jauría de reyes y reinas nos ha mantenido en guerras y todos hemos derramado sangre. Todos den un paso atrás y arreglaremos esto de forma civilizada.

-Creo que ya no hay manera de volver atrás -Respondió Arturo. Kellin contuvo su respiración al mirarlo tan imponente sobre su caballo.

-¿Y quién te crees tú para decirnos a nosotros dos lo que debemos hacer? -Le reprochó el rey Elían y desenvainó su espada- Eres un simple bardo forastero que llegó aquí por suerte y si estás respirando aún, es porque a mí me dió la regalada gana.

Kellin regresó a mirar a Elían y sintió su corazón latiendo con demasiada fuerza. Luego miró a Arturo y más de lo mismo.

Bajó la mirada porque aún quería seguir negando todo, pero luego recordó que... Su padre siempre le había enseñado a sentirse orgulloso acerca de quien era él.

Él era un príncipe.

-Mi nombre es Kellin Fuentes, de la casa Quinn -Dijo en voz alta para que todos escucharan. Arturo sintió una punzada en su pecho al escucharlo- Hijo de Alexandro Quinn, nieto de Hermes Quinn. Príncipe de Tuhc, príncipe de las cenizas, heredero a Tuhc, Farias, Freyen, Nueva Estol de Syna y heredero al trono. Y con toda la autoridad que me merezco, les ordeno a mis tropas que den la vuelta y a ti, rey Elían Dorne, te pido que des un paso atrás -Concluyó, Elían trataba de no sacar espuma por la boca, se había llenado de rabia.

-Entonces, príncipe de las cenizas, vas a tener que demoler mi reino y hacerle honor a tu apodo -Respondió Elían- Porque no pienso dejar que pasen por encima de mí y aunque no sobreviva, te juro, TE JURO, que voy a matarte hoy -Le respondió. Kellin frunció su ceño.

-¡Primero pasarás sobre todos nosotros antes de hacerle algo a nuestro príncipe! -Gritó Arturo y comenzaron a avanzar hacia Kellin, Kellin hizo una seña para que se detuvieran.

-Ustedes aún tienen a mi prometida, la princesa Victoria -Dijo Kellin y nuevamente todo se quedó en silencio. Elían sentía el estómago tan revuelto que quería vomitar del coraje- Entréguenla con vida y nosotros nos iremos por la paz.

-Ella es mi esposa y ahora es mi reina -Respondió Elían y les hizo una seña a sus tropas para que tomaran la posición de atacar- Ella se queda aquí conmigo.

Un silencio horrible nuevamente invadió el lugar. Parecía que todos estaban en shock por todo lo que estaba pasando.

Todo estaba sucediendo tan rápido.

-¿Entonces eso eres realmente, un príncipe? -Todos escucharon un grito a la lejanía. Todos voltearon su mirada al lugar y el corazón de Kellin dió un volco cuando miró a Vic de pie, cargando a Victoria sobre sus brazos la cual estaba más pálida que de costumbre.

Había sangre por todo el vestido de Victoria y sangre en la ropa de Vic el cual estaba llorando aún. Vic cayó de rodillas al piso, sin dejar de mirar a Kellin.

Claramente, Victoria estaba muerta.

-¿Mataron a la princesa? -Preguntó Arturo algo abrumado por la escena. Victor no apartó ni un segundo la mirada de Kellin el cual tampoco dejaba de mirarlo- ¿Quién se atrevió a tal cosa? -Reclamó, sintiendo su enojo subirse a la cabeza mientras se acercaba sobre su caballo a Kellin.

-Fui yo ¡Ven a por mí si tienes las agallas! -Le gritó Vic para retarlo y tuvo que limpiar sus lágrimas.

Arturo iba a ir sobre él, pero Kellin se puso delante de él.

-No, Arturo. Te dije que no y menos sobre él -Le dijo y puso una mano sobre su pecho para detenerlo. Arturo sintió sus mejillas ardiendo y frunció su ceño. Kellin volvió a hacer una seña para que lo mirara- Vámonos de aquí, vámonos ahora.

Vicent observó con atención como Kellin había controlado con unas simples palabras a ese mastodonte. Y miró también la forma en la cual se miraron.

Conocía muy bien ese brillo en los ojos de "su esposo"

Y fue ahí donde su mente hizo clic, cómo si el momento se repitiera sonando como un eco en su cabeza.

"Lo amé tanto, tanto como nunca pensé que alguien podía amar"
"Él es un lord"
"Con él descubrí lo que era el amor"
"Su nombre era Arturo"

"Su nombre era Arturo"

Y ahí fue donde Vic entendió todo. Era el mismo Arturo del que Kellin le había hablado.

Todo ese tiempo ¿Nada fue real?

-Yo maté a su princesa -Dijo Vic, aún con el shock del momento y se levantó- Nada de esto podrá ser igual. No después de todo lo que ustedes le hicieron a nuestro reino, no después de ella.

-Entonces no tenemos un trato -Respondió Arturo una vez más y desenvainó su espada.

-Me temo que no -Respondió Elían y lanzó una bengala roja al cielo- CUBRAN A MI MANO HASTA LA ARMERÍA, MATEN A TODOS Y NO TOMEN PRISIONEROS -Les gritó el rey a sus caballeros y comenzaron a cabalgar hacía enfrente con toda la intención de hacerse pedazos hasta la muerte.

Kellin comenzó a negar y a gritar que retrocedieran, pero poco podía hacer porque su gente también estaban tan heridos con la noticia de que su princesa había sido asesinada, no podía controlarlos aunque quisiera.

Su pánico se hizo presente cuando miró como Vicent comenzó a correr con Victoria en brazos devuelta al reino. Kellin se dispuso a seguirlo, pero Arturo tomó la rienda de su caballo para impedirlo.

-Es hombre muerto, déjalo -Le dijo Arturo. Kellin negó- Ya se acabó, terminemos con esto, no son rivales para a nosotros.

-Mientras yo respire, esto no se ha acabado -Respondió Kellin y se bajó de su caballo para comenzar a luchar cuerpo a cuerpo con los demás que ya pronto los alcanzaría.

Rogando a todos los dioses que Vic llegara a la armería para aunque sea pudiera defenderse...






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{Re} proches (Kellic Quentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora