☆DOS☆

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Todo fue confuso, enterarse de esa cruel manera que su adorada esposa tenía una doble vida había sido devastador para Sesshomaru.
Dos días bastaron para que el asunto se aclarara y ya con su alta médica se negó a marcharse del hospital hasta ver a la mujer que una vez amó con locura.

-Por el momento está estable, pero no puede ponerla nerviosa ni exitarla demasiado, su condición es muy delicada aún- explicó el médico ya enterado de aquel enredo amoroso.

En su mente, el peliplata había repasado una y mil veces lo que le diría una vez al tenerla cara a cara, pero sintió un nudo en el estómago con cada paso que daba a la sala de cuidados intensivos.
Su discurso se iba disipando conforme llegaba a la puerta y una vez que ingresó se quedó sin palabras ante aquella horrible visión.
Sobre la cama, Kikyo yacía como dormida. Máscara de oxígeno y cientos de monitores que timabraban de manera escandalosa a su lado, su bello rostro estaba demasiado magullado y casi no se le veía uno de sus ojos de tanta inflamación que presentaba.

 Máscara de oxígeno y cientos de monitores que timabraban de manera escandalosa a su lado, su bello rostro estaba demasiado magullado y casi no se le veía uno de sus ojos de tanta inflamación que presentaba

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Con algo de miedo, angustia y pena se acercó hasta llegar a la fría mano de su aún esposa y madre de su pequeña hija.
No podía creer como su vida había dado tal giro en pocas horas, si hasta hace dos días apenas festejaban con mucha felicidad su aniversario de bodas.
Pero ahora...

Ahora no tenía nada.
Kikyo había mentido.
Su verdadero esposo se llamó Naraku Onigumo. Falleció al instante del accidente.
Él solo había sido una farsa, una vida alternativa de sus antojos, su matrimonio había sido un espejismo desde lo que vivió junto a ella hasta los malditos papeles que había firmado en la ceremonia. No tenían valor..

Estando a su lado se permitió desahogarse y lloró. Lloró como un cobarde, aunque prometió para si mismo que sería la última vez que lo haría por una mujer que no fuera su hija.

-Pe..perdón- la voz de Kikyo sonaba rasposa.

Se sorprendió al escucharla reaccionar pero intentó encontrar una respuesta.

-¿Porqué Kikyo? ¿Porqué me engañaste tantos años?...-

El silencio se apoderó de la sala hasta que infló su pecho con esfuerzo y se sacó la máscara que cubría su rostro para poder expresarse mejor.

-Naraku..lo conocí antes. Me casé. Luego...llegaste tú...a mi vida.- Las pausas que hacía por la falta de aire eran eternas para Sesshomaru  -Y me enamoré de ti... perdón...si te amé...si te amo...Sesshomaru...-

Los monitores comenzaron a sonar de manera muy molesta y con cada vez más decibelios también los colores de las pantallas cambiaron a un tono rojo que le heló la sangre.

-Cuídala.. - pidió agotada.

-Amo a Rin con mi vida, no debes pedirme por ella- respondió a medida que retrocedía para dar paso a los médicos que iban ingresando a toda velocidad.

-A Kag ..cuídala.. - y sus ojos se cerraron.

Todo fue una locura después de ahí.
Los médicos y las enfermeras gritaban y lo sacaron casi a empujones a un pasillo con dos sillas de aluminio, mientras él solo caminaba nervioso sin saber que hacer o que pensar.

¿Kag? ¿Quién mierda era Kag?

A lo que le pareció una agonía de espera al fin sale uno de los especialistas agarrando su gorro quirúrgico, haciendo señal de negación con su cabeza.

-Hicimos lo que pudimos...lo siento mucho-

Un paro cardiorespiratorio había acabado con quien había sido su amor, su vida entera, pero no sentía nada, solo rencor.
Tantas cosas por decirle..
Hacerle saber lo egoísta que había sido, que tenían que ser guardadas en su propia alma ya que ella no podría escuchar nunca más sus reclamos.

Solo quería llegar a casa y abrazar a su pequeña.
Pero una vez más el maldito destino estaba en su contra.

-Lamento molestar en esta difícil situación para usted señor Taisho, pero la señora Kikyo antes de fallecer nos dejó un documento como última voluntad el cual tiene un aval legal en el marco de que usted la acepte, por supuesto- un hombre con bata blanca pero con un aspecto más formal aparecía con un montón de papeles en sus manos

-¿De qué me está hablando?-

-Lo siento, mi nombre es Jaken y soy el asesor legal de la clínica Shikon, si me acompaña a mi despacho le explicaré con más claridad- y le señaló una puerta al final del pasillo.

Cansado, de manera automática siguió a aquel extraño hombre y tomó lugar frente a su escritorio.
Después de hablar varias cosas que en realidad, Sesshomaru no escuchó, su atención fue captada ante la mención de un nombre que le resultó intrigante.

-Kagome como le decía no tiene a nadie más en el mundo, y solo tiene tres años..-

¿Pero en que momento Dios me odió tanto? Pensó.

Ahí recordó la noche del accidente.
Kikyo llevaba una bebé en sus brazos cuando la vió subir al automóvil que conducía su verdadero esposo.

-¿Me está diciendo que la mujer que creía mi esposa, la cual acaba de fallecer, no sólo tenía un marido y una vida paralela, sino también tenía una hija?-

-¿Y qué tuvo el maldito tupé de pedirme que yo me hiciera cargo de SU hija legalmente?- esto último ya lo mencionó con un tono más alto.

Incómodo en su asiento, Jaken asintió con su cabeza.

La carcajada de Sesshomaru inundó el lugar. Parecía una macabra historia de ciencia ficción.

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Creo que es obvio el rumbo que tomará esta historia,  pero ¿cómo creen que se vendrán las cosas?🤔🤔

Gracias fandom lindo por cada ⭐️ y comentario!! 🥰🥰

Del desprecio al deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora