SHADES

CHAPTER ELEVEN

 Millie

Dos meses después...

Subí las escaleras con furia, mis pisadas resonaban por toda la casa, pisaba con fuerza cada escalón

Estaba realmente furiosa y por supuesto la razón era Timothée. No puedo creer que haya iniciado una innecesaria discusión en la cafetería delante de toda la gente, por el simple hecho de pasar mi tiempo con mi familia y no con él

Tomé el pomo de la puerta de la habitación de Matt y la abrí con fuerza. Los trillizos se sobresaltaron al escuchar el estruendo que hizo la puerta al chocar contra la pared

Todos voltearon hacia mí, incluso Matt quien se encontraba leyendo

- ¿Conoces el termino de abrir la puerta con suavidad? – cuestionó Matt

-No – espeté

-Pues te invito a que lo investigues y lo pongas en práctica – dirigió su mirada hacia su libro

Ignoré su comentario y volteé los ojos

-Ugh como lo odio – tomé mi cabeza con frustración - ¿Cómo puede ser tan egoísta?, él no es lo más importante en mi vida

Chris y Nick se miraron mutuamente cansados de volver hablar del tema y rodaron sus ojos, conocía sus pensamientos y ellos lo sabían perfectamente

-Vamos díganlo, díganlo en voz alta – ninguno habló – dilo, Nick sé que mueres por decirlo

Nick quien se encontraba con los brazos cruzados, soltó un suspiro luego de cerrar sus ojos exasperado

- ¿Qué quieres que diga?, es tu problema, tú te lo buscaste – se encogió de hombros

Lo fulminé con la mirada, sabía perfectamente que era mi problema, pero no tenía por qué restregármelo en la cara

- ¿Matt? – lo miré esperando que dijera algo que me ayudara

Matt me miró asintiendo, estando de acuerdo con Nick mientras se encogía de hombros y volvió a su libro

Volteé los ojos molesta para después detenerme en la mente de Chris. Chris solo pensaba en el odio que tenía hacia Timothée por venir hasta Prescot. Nick por su parte me echaba la culpa a mí mientras que Chris a Timothée

-Ya dilo, Chris. Lo que tanto te molesta – me crucé de brazos

-No entiendo porque el también vino a Prescot – descruzó sus brazos – se hubiera quedado en Livingston y todos seriamos muy felices, además nadie lo extrañaría, ni siquiera tú

Lo miré confundida, tal vez tendría razón

-Tiene razón – habló Matt y de nuevo dirigió su vista al libro

-Ni siquiera estas leyendo ese libro, Matthew – solté exaltada

Matt suspiró pesadamente mientras cerraba su libro y lo acomodó a lado suyo

-Si, tiene razón, nadie lo extrañaría – cruzó sus brazos mirándome exhausto

-Por favor, chicos, el hombre hizo su esfuerzo en venir hasta Prescot y buscarme – levanté las manos exasperada

-Lo va a volver a hacer, separarnos, hizo que dejaras de matar y beber sangre humana con nosotros para después de un tiempo alejarte de nosotros y no permitiré que vuelva a pasar – Chris alzó la voz molesto

- ¡¿Qué?! – se abrió la puerta de golpe - ¡Louis!

Volteamos hacia la puerta y en esta se encontraba Ashton demasiado agitado y molesto, detrás de él se encontraba Bill un poco atónito, pero a la vez comprendiendo la situación