Salí a comprar, como todos los medios días. El chico, ahí estaba comprando.
Se compro un nuevo celular. Uno tactil, negro y grande. Desearía con el alma tener su número, y claro después, tener la valentía de hablarle.
Cuando lo escucho hablar, bromear y reirse, no pareciera que fuera un chico mal, pese a que fuma. Pero, él tendrá sus motivos de hacerlo.
Me gustaria ser su amiga y ayudarlo si llegara a tener problemas, pero, más que ser su amiga, desearía ser su novia.
《¿Algún día tendré las hagallas de hablarle ? Todos dicen hablale ¿Pero como chorizos lo hago?》pensé.