delicate

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This ain't for the best
My reputation's never been worse, so
You must like me for me
We can't make
Any promises now, can we, babe?
But you can make me a drink

Llevaba cuatro años y medio viviendo en Madrid y aún no me acostumbraba al ritmo frenético que parecía acompañarme siempre. La vida en Getxo era mucho más fácil. Puede que esa opinión estuviese condicionada por el hecho de que allí vivía toda mi familia y que los recuerdos que guardo en mi memoria fuesen los de un niño, una persona inexperta en la vida adulta, libre de cualquier clase de cargas que pudiese conllevar.

Sabía que luchar por mi sueño no era fácil, el mundo del arte siempre maltrató al artista, no era ningún misterio, sin embargo, muchas veces no terminaba de ser consciente de lo complicado que iba a ser. Quiero decir, yo vine a Madrid con un sueño. Si trabajar era lo único que me separaba de ello, iba a hacer todo lo posible por conseguirlo. Lo que no me esperaba bajo ninguna circunstancia era tener que seguir en un trabajo de mierda, cuatro años después, sin muchos avances.

Mi mente se tornaba a un mar de inseguridades, en el que sonaban palabras degradantes en mi cabeza como cánticos de una coral en la parroquia.

Madrid realmente era la muerte y la liberación del artista, un arma de doble filo.

Me esperaba una noche muy larga, sirviendo bebidas en un bar bastante recóndito de la ciudad, en el que apenas entraba gente. Y para qué mentir, mi jefe era un maleducado y los clientes habituales unos desagradecidos. Ya estaba avisado sobre la situación hostelera de España, pero no esperaba que fuese tan cantoso.

Mi trabajo era una mierda, sí.
Menos cuando aparecía él.

Juanjo había empezado a ir al bar hace un año.

Era un día de verano, el calor que irradiaba el asfalto era asfixiante sino menos y no corría ni un ápice de viento.
No esperaba que entrase mucha más gente el resto de la noche, pues en verano todos huían en cuanto podían a la playa y los extranjeros preferían ir a otros establecimientos.

Mientras limpiaba el polvo acumulado en la estantería, vi reflejada en una copa la silueta de un hombre en la barra.

"Qué sigilo, podrías haberme avisado de que estabas aquí. Casi me da algo."

El desconocido me miró gracioso y me respondió al instante.

"Lo siento, no sabes lo satisfactorio que es no ser percibido por una vez en tu vida."

Yo, evidentemente, sabía quién era. Había que estar muy ciego para no ver todos los carteles de promoción de su gira por toda la ciudad. También era inevitable no leer sus escándalos en el periódico.

" ¿Acaso te estaban persiguiendo fans?" Yo sabía que mi comentario no era muy acertado, porque Juanjo sabría que le había reconocido, pero claro, tampoco me parecía bien mentir.

Juanjo me miró poco impresionado, pero su sonrisa no abandonó su cara en ningún momento.

" Ding, ding, ding. ¡Diez puntos para el señor camarero!"

Puse los ojos en blanco, pero siguiéndole la broma.

"Bueno dime, ¿Qué le apetecería tomar al célebre Juanjo Bona en un antro como este?"

Majos (Taylor's Version) OT 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora