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~Miércoles, 4 de agosto de 2021.

Gray y Juvia buscaban cualquier momento para estar solos, cualquier excusa era válida para verse, ya ni podían ir al gimnasio sin la intromisión de Natsu y Lucy. Se escribían todos los días, Gray y Natsu dormían más en el departamento de las chicas que en el suyo propio.

Juvia salía de madrugada y a veces se quedaban hablando hasta las tantas, pero no siempre podían, en la mayor parte de las veces el sueño les vencía.

Y así, comenzaron a lanzarse miradas insinuadoras, caricias de mano bajo la mesa, sonrisas cómplices, actos de los que Lucy se fijaba cada vez más.

La rubia no podía estar más desconcertada esperando a que Juvia le dijera algo por su parte, en cambio, Natsu estaba más pendiente de otras cosas como la comida, las series que veían, las salidas grupales, las quedadas a solas con Lucy, su trabajo. Él va más a su bola.

Por otro lado, si viajamos hasta Alicante, Erza empezó su jornada tranquila, se presentó ante sus compañeros e intentó retener sus nombres. Su trabajo era bien sencillo, vigilar a la gente, ponerse crema solar, supervisar y estar atenta.

Esos cuatro días que lleva haciéndolo no ha entablado mucha conversación con sus demás compañeros. No le nace abrirse, sin embargo, no se da prisa, además solo estará un mes, tampoco importa, su objetivo es alejarse de todo, darse espacio y tiempo a ella misma, también pasarlo bien por supuesto.

A través de su walike talkie su compañero la molestaba de vez en cuando, él también se aburría bastante y estar todo el día con el sol dándote te atonta un poco.

-¿Qué lo qué?, ¿Nada nuevo compañera? – todavía se le hace rara esa expresión, significa ¿todo bien? O algo así, porque aún no comprende bien el concepto. Eric es de Dominicana, se nota sobre todo por su acento.

-Sin más, ¿la gente aquí no suele ahogarse Eric? – no es que quiera que se ahoguen, pero le gustaría un poco de actividad como en la famosa serie que veía de pequeña: los vigilantes de la playa. Sobretodo Erza quería correr como ellos, a cámara lenta.

-Tú de verdad eres pechá de rara – la voz femenina a su espalda la hizo girarse con chispas malvadas en sus ojos, ella no es rara. "Pechá", palabra típica andaluza que significa "mucho", no se usa en todas las zonas de Andalucía, el caso es que está aprendiendo mucho vocabulario nuevo.

-No eres la más indicada para decirlo Soraya.

-Sorano – le corrige – esta tarde vendrá una nueva incorporación, será tu compañero de turno - ¿Cómo es que ponen a alguien novato con otro novato? – Él estaba de vacaciones.

-Ah... - entiende - ¿y tú?

-Me toca con Midnight – hace como que le da corriente – ese chico me da escalofríos – Erza alza una ceja, ¿por qué? Parece inocente – se pasa todo el día durmiendo y habla en sueños, a veces se pone de pie y camina.

Es sonámbulo. 

Le recuerda a Juvia, ella también lo hace, aunque más todavía cuando está preocupada o alterada por algo. Pensando en Juvia y como consecuencia en el resto, no ha hablado mucho con ellos desde que llegó, les avisó que todo iba bien, les enseñó fotos de la residencia donde se queda y del buen tiempo que hace en Alicante a diferencia del pueblo al que fueron donde había tormentas de verano.

Todo está tranquilo por el momento.

¿Su madre? Se siente en paz desde que le puso límites, a veces, la añora, no tanto por ella sino por el hecho de que no tiene a nadie que le de cariño y confort. El más parecido fue Makarov en una pequeña conversación que tuvieron, también estaba encantado de que ella fuese su nieta, aunque la veía más como su hija. Erza ríe internamente, Makarov se crea su propia familia.

Tiempo entre AmigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora