⭐Día 2⭐

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Caricias
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Julius llegó al hospital. Se quedó parado fuera de este por un tiempo mientras miraba la enorme cruz que yacía en la parte más alta del edificio.
Su rostro se notaba decaído.

Frente a él un grupo familiar salía con una expresión similar, con un minino de cabellos azules llorando en impotencia y una madre consolando el dolor que parecía sentir. Por suerte no lo notaron...tal vez algo hubiera ocurrido si eso pasaba.

La familia se subió a un auto y pronto se marcho del sitio. Julius comenzó a dar sus primeros pasos al interior del sitio, arrastrando sus pies y sintiendo como cada paso que daba hacia latir más fuerte su corazón.

Entro al hospital finalmente. El olor característico de un hospital, de un consultorio que atiende gente enferma...género un revuelto en el estómago de Julius mientras se acercaba a la recepcionista que estaba allí.

-¿En qué lo ayudo joven? -Cuestiono amablemente la mujer.

-...Estoy...buscando a Darwin Watterson... -Titubeo ligeramente, sintiendo un enorme nudo en su garganta y resistiéndose a llorar en aquel momento.

-Darwin Watterson. Si, acaban de venir a visitarlo su familia ¿Puedo saber cuál es su relación con él?

Julius palideció repentinamente. Su corazón estaba bombeando bastante sangre y comenzó a sentirse inquieto. No porque no tuviera un vínculo con Darwin, pero ¿Acaso el podría denominarse amigo de aquel chico?

-Soy...un amigo cercano... -Dijo, casi musitando la última frase. Con una mirada arrepentida y comenzado a temblar un poco en sus nervios.

-Esta bien ¿Quiere darme sus datos? Así lo tendremos registrado próximamente para las visitas. Hasta ahora han venido un par de amigos que insistieron en visitarlo, así que...

-Esta bien... -Julius respiro y dió sus datos sin mucho problema - Él...¿No ha despertado aún?

La mujer lo miró por un periodo de milisegundos antes de responder con formalidad -Segun sus datos médicos, aún sigue en su estado de coma. Pero puede despertar en un par de días. No deberías angustiarnte tanto, está teniendo una recuperación saludable -Le sonrió la mujer al notar al joven en un estado de cierta tristeza.

Aún que aquella noticia generó alivio en Julius, su expresión no venia por ese lado...

La recepcionista pronto le indico dónde se encontraba el joven de rizos y Julius finalmente se dirigió al sitio.
Con nervios, tomándose de las manos heladas y sintiéndose cada vez más nauseabundo, llegó a la habitación donde estaba Darwin...

La puerta estaba ligeramente abierta...podía ver el bulto de los pies de aquel chico bajo la sabana de la camilla... Julius dudo en entrar. Por alguna razón le dió miedo encontrase con un cadáver en vez de con Darwin...

Temeroso frente a una puesta sin abrir en totalidad recordó los acontecimientos que llevaron a Darwin y a Julius hasta ese hospital...

-...santo cielo -Julius suspiro, pasando sus heladas manos sobre su rostro, sintiéndose estresado y abrumado por ver a Darwin en el estado que seguramente se encontraba. Aún se resistía a llorar.

Julius respiro hondo y tomo la valentía de abriste paso en la habitación, cerrando la puerta tras él y presenciando el cuerpo en reposo de aquel joven moreno.
El pecho de Julius se hundió, de repente sintió que se había olvidado de respirar y sintió un gran miedo invadir todo su cuerpo.

Darwin estaba reposando sobre una camilla, tapado hasta la mitad de su pecho. Su rostro estaba cubierto por un respirador y en su mano yacía conectado el detector del pulso y en su otro brazo el suero...

El peli-gris paso violentamente sus manos sobre su propio rostro, como queriendo evitar ver o creer que Darwin...su amigo...su...persona especialmente favorita...el chico que le gustaba, estaba en ese estado...por su culpa...

Julius evitaba llorar, pero las lágrimas ya lo habían traicionado, saliendo a montones de sus ojos. No podía acercarse al chico recostado, tenía un irracional miedo... No merecía estar allí...

-...Dios... perdón, perdón... -Comenzo a musitar en su angustia, mientras parecía no saber cómo dejar quietas sus manos o como quedarse quieto él...

Finalmente Julius se acercó. Podía ver el pecho de Darwin levantarse débilmente y bajar bajo las sábanas. Su rostro durmiente con curitas y gasas, más un respirador que dejaba ver su boca entre abierta y tubos en su nariz.

Julius se arrodilló a su lado y coloco su rostro frustrado encima del pecho del chico en la camilla. Mientras dejaba salir sus lágrimas y algunos jadeos de llanto.

-No es justo... -Murmuraba. La mano de Julius pronto tocó suavemente el rostro ajeno, acariciándolo con delicadeza, como si se tratara de un ente frágil que si aplicaba más fuerza en su tacto lo rompería.

Julius miro al muchacho durmiente. Mientras sus lágrimas aún caían a montones en su rostro y mojaban ligeramente la sábanas...

-Yo debí protegerte... -Menciono mientras acariciaba el rostro moreno y recordaba como aquel chico, como Darwin lo defendió frente a un violento ataque de quienes algunas vez considero sus amigos... -No tú...

Intento defenderlo cuando ya lo habían azotado varias veces contra una pared, pero ni siquiera tuvo fuerzas para hacer algo... Más que para llamar a una ambulancia cuando todo acabó.
Solo había logrado abalanzarse encima del, ya inconsciente, Darwin. Para que no terminarán por matarlo. Les grito que era suficiente y que ya había entendido, que ya no había nada que hacer allí y que los dejarán en paz... Fue un milagro que lo hicieran...

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30 Días OTP (Bombwin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora