30 Días OTP (Bombwin)

⭐Día 8⭐

De compras
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Sentando se encontraba Julius. Se notaba bastante fatigado y decaído. Acaba de cometer un error bastante estúpido, pero al fin y al cabo un error.
En una jugada sucia, uno de sus amigos se ganó todo el dinero que Julius apostó, pero aquel dinero no era de él. Sus padres le habían pedido a Julius si podía ir a comprar unos víveres para la cena, sin embargo, Julius convencido de su suerte, pensó en ganar más y comprar más por lo que apostó su dinero con sus amigos...

Ahora seguramente debería trabajar horas extras en aquel taller de autos para devolverles ese dinero a sus padres o por lo menos tener la decencia de comprar los víveres, esta vez, con su propio sueldo.

En su nebulosa de arrepentimiento y culpa, no noto que a lo lejos un joven moreno lo observaba. Aquel se notó bastante emocionado de ver a Julius allí. Por lo que no dudo ni un segundo en acercarse.

-¡Holi, Julius! ¿Todo bien? -Unos ojos brillantes y verdes se iluminaron cerca del rostro ajeno.

Algo molesto por la intromisión repentina, Julius finalmente reaccionó -Dejame en paz, bobe -La cercanía de Darwin le generaba algo de incomodidad. No en un mal sentido, pero aún así incomodidad. A veces creía que Darwin no tenía o era un total ignorante del espacio personal ajeno.

-¿Ocurrió algo? -Cuestiono el de rizos, al notar la clara molestia ajena. Sin embargo aún se mantenía bastante cerca de Julius. Algo que a Darwin personalmente le agradaba, pero que a Julius le "molestaba".

-¡Largo! -Julius pronto coloco su mano en el rostro ajeno y busco apartarlo de su lado con hastío.

Darwin insistente, pronto encontraría la posible razón de la molestia de Julius. Con una mano en su rostro y una insistencia en ayudar a Julius con lo que sea que tuviera, hicieron que Darwin notará una lista tirada en el suelo. A lo que pronto exclamó sonriente -¡Ah, ya veo!

-¿Qué?

El moreno se agachó ligeramente y tomo la lista de compras que Julius había tirado cuando se sentó allí a arrepentirse de sus acciones.

Ingenuo a la realidad, Darwin pronto diría su hipótesis -¡Se te olvidó hacer las compras! -Asumiendo que aquella era la razón del mal humor de su compañero. Y tan errado no estaba, pero... La mirada de Julius pronto se desvío avergonzada, sintiendo pena por lo ocurrido. No sé había olvidado de hacer las compras... -¿Ah? ¿Paso algo? -Intuyo el moreno. Observando curioso la reacción de Julius.

-Pasa que no tengo más dinero... -Confeso en primer lugar aquel peli-gris apenado -Lo perdí en una apuesta... -Julius se sintió totalmente avergonzado de recordar y más de confesarle a Darwin aquello. Sentía que era un estúpido y que lo más probable era que en el fondo de la mente de ese chico bonito, pensará lo mismo.

La mirada del moreno se detuvo en aquella confesión. Notaba el arrepentimiento de Julius en su mirada y reacción. Por lo que, por más que desaprobara totalmente su comportamiento, asumió que Julius realmente se sentía culpable y por ello planeaba ayudarlo.

La mano de aquel rizado tomo la ajena con confianza, sorprendido al peli-gris con aquella acción -No te preocupes -Anuncio el moreno sonriente -Yo te ayudo -Aquella mirada verde de los ojos del chico frente a Julius lo conmovieron lo suficiente como para sonreírle cálidamente en respuesta.

Realmente Darwin era todo lo que estaba bien para Julius...

[...]

Ya en la tienda el duo estaba tachando las cosas de la lista. Sin embargo pareciera que la letra de Julius no era la más legible para Darwin...