Kirishima Eijiro se encontraba en la habitación del rubio. Habían pasado algunos años desde aquel hermoso encuentro. Habían llamado bastante la atención por lo que nadie tardó en preguntar bastantes cosas respecto a su niñez.
El lazo se había fortalecido gracias a los años, habían luchado juntos y habían enfrentado tantas cosas juntos que habían aceptado todo. Lo bueno y lo malo del otro, las inseguridades y sus pasados, los errores y los logros.
Ya no eran niños, habían crecido juntos y ahora eran casi unos adultos, pero aquel amor dulce aún los rodeaba aunque ninguno de los dos lo notara.
Sin embargo, había algo que rondaba la mente del pelirrojo desde hace algunos meses. Una confesión de amor, que arruinaría todo o lo mejoraría.
El rubio se encontraba leyendo una historieta mientras aquel pelirrojo quien se suponía tenía que estudiar estaba con la mirada perdida.
— Oye Eiji ¿Estás bien? — Preguntó el rubio antes de dejar la historieta a un lado para mirar a aquel chico. Sin embargo este no respondió. — Eiji... Eijiro... Eijiro... ¡KIRISHIMA! — Gritó el rubio haciendo que finalmente el pelirrojo lo mirara.
— ¡Ah! Si... ¿Qué pasa Suki? — Preguntó el chico de cicatriz con una sonrisa antes de mirar al rubio.
— ¿A ti qué te pasa? — Dijo el rubio antes de levantarse y caminar hacia él sentándose a su lado. — Y no me pongas esa sonrisa, sabes que sé cuándo es falsa.
Este soltó un suspiro antes de responder.
— Lo siento mucho... Es solo que... Estoy pensando. — Dijo el pelirrojo.
— ¿Se puede saber en qué? — preguntó el rubio antes de mirar al pelirrojo.
Este último, tomó un respiro, se preparó mentalmente para el inminente rechazo, tomó a Bakugou del rostro y lo miró.
Así era como debía hacerlo, si lo hacía y era rechazado estaba bien, porque ese era el deber de un hombre. O eso pensaba Kirishima.
— ¡Katsuki! ¡Sé que es totalmente inapropiado de mi parte decirte todo esto, pero para mí es necesario decirte lo que realmente siento desde el fondo de mi corazón! ¡Cuando éramos pequeños y tenía un sueño contigo siempre pensaba en que eras realmente lindo y que ahora te has convertido en un hombre totalmente hermoso! ¡Para mí eres lo más preciado y no hay nadie que se compare a ti! — Dijo el pelirrojo con rapidez y las mejillas totalmente rojas antes de plantar un beso en los labios del rubio quien lo miraba con confusión.
— ¿Qué haces?...— preguntó aquel rubio antes de ser callado con otro beso.
— ¡Lo que hago es expresar mi total enamoramiento por ti! ¡Espero ser correspondido! ¡Pero si te niegas no te lo recriminaré! — Dijo el pelirrojo casi imitando al hablar de un soldado mientras el rubio solo lo miraba estupefacto.
La habitación se llenó de un silencio total. No había nada más que sus respiraciones. Pero no fue hasta que Katsuki habló que el pelirrojo se quedó completamente pálido debido a su respuesta.
— ¿Qué no estábamos tú y yo ya saliendo?... — Preguntó el rubio con indiferencia mientras miraba al pelirrojo.
Esto hizo que el pelirrojo cayera completamente rendido inconsciente. ¿Ya eran novios y él no lo sabía? ¿Desde cuando? ¿Bakugou siempre había sido tan directo?
La noche terminó de esa manera. Kirishima tirado en el suelo y Bakugou colocando una almohada bajo su cabeza repitiéndole lo tonto que era.
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Sueños - Kiribaku
Fiksi PenggemarUn pequeño niño rubio, de ojos rojos a la edad de 6 años sueña con aquel niño pelinegro de sonrisa hermosa y esa cicatriz curiosa en su ojo derecho. Portada no es mía Kiribaku content Personalidades inexactas (no tanto)