En un reino celestial en el cual rigen dos ciudades, la ciudad oscura la cual provocan a los seres humanos pecar y dañar sus alma en su contra parte la ciudad brillante evitan que los seres humanos cometan pecados así purificando su alma. Al pasar...
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Yohan despierta mareado.
—Ahh me duele la cabeza... —sostiene la bebida que se estaba tomando y la observa.
—Es vino de la ciudad ¿Cómo?...ahh seguro fue Yohanna —Yohan observa a su alrededor.
—¿En dónde está Claude? Bueno no importa aquí hace mucho ruido saldré un rato.
Yohan se dirigía a la salida trasera ya que en la salida principal no había pasó, toma un cigarrillo y lo enciende.
—¿Ese idiota de Claude estará con mi hermana? Es lo más seguro no los entiendo.
Mire hacia el cielo y me quede mirando a la luna, tenia una luz muy deslumbrante y agradable con un aura muy pasiva, deseando que todos los dioses que habitan en mi reino pudieran sentir esta luz tan agradable y no esa horrible oscuridad sofocante, pensé que sería mejor olvidar esa carga como uno de los descendientes de la familia que los llevo a ese castigo y empecé a caminar hasta llegar al lugar en donde esa princesa me golpeó saque el brazalete y lo observe queriendo volver a verla, por alguna razón estar con ella me relaja perdido en mis pensamientos decidí volver a dentro del club pero al voltear, la luna empezó a brillar más que antes, su aura era más que pasiva y su deslumbrante luz más hermosa de lo habitual brillaba un hermoso cabello dorado sintiendo mucha calidez en una noche tan fría, mi mente no podía creer que con solo la presencia de esa hermosa diosa el ambiente podría cambiar, mi lengua se quedaba trabada cuando intenté decir algo.
—¿Po-r que-e estas aquí?.
—¿Enserió? Fuiste tu quien fue a verme primero ¿Por qué te ves tan confundido?.
—¿Ah?
—Bueno no importa, me pedistes ayuda ¿no? No creas que confío en ti o algo así solo quiero saber, si en verdad me necesitas y si solo me estas utilizando juro que te mataré, pero si ese no es el caso haré todo lo posible para que ninguno de los dos se convierta en pecador y no salga perdiendo, —respira profundo - —Te ayudaré solo no intentes traicionarme.
—Lía..
Me sentía muy nervioso esperando a que me respondiera, nunca pensé que sus respuestas tan frías y secas me hicieran palpitar rápido el corazón.
—¿Enserió? Puede ser que mi padre me haya enviado para buscar información de tu reino —se acerca susurrando y la mira fijamente.
