Capítulo #9

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Hannibal: Siempre hay alternativas

Franklin: ¿Usted esta feliz con la noticia?

Hannibal: Si

Franklin: ¿Podría conocerlo cuando nazca?

Hannibal: Franklin... Nuestra relación debe continuar de manera profesional (Respondio con seriedad) No creo que debamos continuar esta charla acerca de mi familia

Franklin: Tiene razón.... ¿Debería felicitarlo?

Hannibal: No es necesario

El psiquiatra se dedicaba a cuidar de los perros del omega, entrenándolos para que no destruyeran sus cosas. Le había dejado claro a Will que no permitiría que estuvieran en su consulta, luego podían divagar por donde quisieran, siempre y cuando no rompieran nada. Luego de que Will se mudara con él, Hannibal era quien solía hacer la comida para aquellas criaturas peludas. Y hoy no era la excepción. A él le encanta estar en su cocina y también disfrutaba cuando sus platillos eran degustados con placer, y los caninos no le hacían asco a lo que fuera que el caníbal les cocinaba.
En esta ocasión el perfilador le había pedido que no lo fuera a buscar, no tenía demasiada paciencia por los comentarios que oiría. Ante la petición Hannibal cedió. Pero no por eso se encontraba tranquilo por dejar a su omega solo.

Will entro a la cocina buscando al alfa, normalmente se lo encontraba ahí. El psiquiatra se encontraba limpiando sus utensilios de cocina. El perfilador se acerco y planto un beso en la mejilla de Hannibal.

Hannibal: ¿Cómo te encuentras querido?

Will: Estoy cansado...

Hannibal: ¿Porqué no vas a acostarte?

Will: Dijiste que cocinariamos juntos

Hannibal se seco las manos y rodeo la cintura de Will con estas. Acerco al perfilador y lo beso con amor.

Hannibal: Cocinemos entonces

Will: Guíame (Susurro en el oído del doctor) ¿Qué cocinaremos?

Hannibal: Cerdo (Will sonrió) Un sucio cerdo

Will: Cocinemos a este cerdo entonces

Will se observaba en el espejo, ya tenía 20 semanas, se notaba en su vientre y en sus estrías. Hannibal entro a la habitación, notando al perfilador mirándose en el espejo. Se acerco y lo abrazo por detrás. Le beso en el cuello, permitiendo que Will se apoyara sobre su pecho.

Will: Estoy cansado... (Se quejó)

Hannibal: ¿Porqué no descansas querido?

Will: No puedo... No me duermo

Hannibal: Descansar no necesariamente es dormir...

Will: Ayúdame a descansar

Hannibal: ¿Cómo quieres que te ayude Mylimasis?

Will: Fóllame Hannibal...

El psiquiatra obedecio la petición. Él había notado que el libido de Will había aumentado consecuencia del embarazo. Aunque ciertamente no le molestaba.
Hannibal embestía al perfilador sobre la cama, sintiendo las uñas de este clavadas en sus brazos, haciéndolo sangrar un poco. La habitación se había llenado de los gemidos de Will y los leves jadeos de Hannibal, y el obsceno ruido de su pelvis contra el agujero del castaño.

Will: Lo siento... (Dijo desde el baño)

Hannibal: No te disculpes Will (Respondio volviendo a ponerse sus boxers)

Will: Era el peor momento para tener náuseas...

Hannibal: Will, no te preocupes... (Decía mientras arreglaba la cama para poder acostarse junto al omega)

Will salio del baño, avergonzado por lo que le acababa de suceder. Con la única ropa que llevaba puesta siendo la bata de Hannibal. Acostándose junto al alfa apenado.

Hannibal: Mylimasis... No te castigues (Dijo tratando de reconfortarlo)

Will: Me siento asqueroso... (Menciono con los ojos llorosos)

Ah si, los cambios de humor, Hannibal también había notado los repentinos cambios de humor de su pareja. Había tratado de no decir demasiado, pero a veces se le hacía imposible y terminaba durmiendo en la habitación de invitados debido al enfado de su omega.

Hannibal: Oh querido... Ante mis ojos no hay nadie más bello que tu... (Dijo besando el cuello del omega) No hay nadie más en este mundo que merezca ser catalogado como bello... Me inspiras y aún así no soy capaz de plasmar tu belleza de una forma que te haga justicia... (Observo como los ojos de Will luchaban contra la inminente amenaza de sus lágrimas) ¿Qué sucede Mylimasis?

Will: No me siento merecedor de tus palabras

Hannibal: Mylimasis... Yo no soy merecedor de ti (Dijo abrazando al omega, el cual apoyo su cabeza en su pecho)

Así alfa y omega cayeron dormidos él uno sobre el otro, durmiéndose abrazados. Hannibal ocasionalmente se despertaba en la noche, tenía la costumbre de cazar de noche, esta noche sería la excepción. Además de que su omega había proveedor de la carne la última vez, pero no permitiría que se quedaran sin comida. Así que pronto debía de volver a cazar. Tenía una larga variedad de donde buscar.
El psiquiatra acariciaba los rizos de su pareja, aquellos que eran tan rebeldes, y aún así él había intentado domar, pero a pesar de sus arduos intentos, todos habían sido en vano. Aún así disfrutaba pasar sus dedos por aquellos rizos que a sus ojos eran tan hermosos, al igual que el portador de estos.

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