Capítulo #20

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Hannibal: Así que Jack cedio... (Menciono observando al omega)

Will: Necesita atrapar al Hada de los dientes (Dijo acercándose al vidrio)

Hannibal: No creo que le guste ser llamado así  (Añadió haciendo lo mismo que el omega)

Will: ¿Entonces cómo?

Hannibal: El Dragón Rojo...

Will: ¿Él te lo dijo?

Hannibal: Un admirador definitivamente...

Will: Siempre tuviste muchos...

Hannibal: Al igual que tu Will...

Will: Seguro...

Hannibal: Hubieron muchos admiradores tuyos...

Will: ¿Qué les sucedio? (Pregunto ya sabiendo la respuesta)

Hannibal: Muchos perecieron... (Sonrió) ¿Y Abigail?

Will: Con Alana, no permitieron que entrará

Hannibal: Tampoco me gustaría que me viera así

Will: Ella quiere conocerte...

Hannibal: Y yo a ella...

El alfa observaba la chimenea de la mansión y como el dinero se quemaba. Algunos decían que estaba loco, pero nadie se atrevía a enfrentarlo.
El único que parecía no temerle era su cuidador. Cordell Doemling. Quien parecía fascinado por sus retorcidas peticiones.

Mason: Cordell (Llamó)

Cordell: ¿Si señor Verger?

Mason: ¿Encontraste a Graham?

Cordell: Si señor, se encuentra viviendo en Wolf Trap

Mason: ¿Solo?

Cordell: Vive con su hija, que se queda con su niñera

Mason: Traela. Lecter va a pagar.

Hannibal dibujaba, mientras que Jack conversaba con Will y Alana sobre lo que harían a continuación.

Jack: ¿Francis Dolarhyde? No, el chico parecía muy tranquilo

Will: Estaba actuando extraño Jack...

Alana: Sea él o no, necesitamos una manera de atraer a este asesino

Will miro a Hannibal y luego a Alana.

Alana: Will... No...

Will: ¿Qué otra opción hay?

Alana: No vamos a liberarlo

Will: No digo que lo liberes, pero que finjas su escape

Jack: No podemos confiar en él

Will: Entonces confíen en mi, se que es un plan arriesgado, pero el Dragón Rojo aparecerá

Alana: ¿Iras tú?

Will: Si quieres ve tú, pero si quieren atraparlo esta es la mejor opción

Jack: Hannibal no va a aceptar ir con alguien más que no seas tú (Alana suspiró)

Alana: Bien, pero tendrás seguridad extra. En el momento que encuentres al Dragón nos avisas (Will asintió, ante la atenta mirada del alfa)

El ex psiquiatra dibujaba a su amado omega, que había sido de los pocos humanos que ilustraba con vida, y cuando no, perecía entre sus brazos, al igual que él. También recordaba el rostro de su pequeña hija cuando era bebé, sabía que su carita había cambiado, pero no había tenido oportunidad de verla. Aunque Will, en los ratos que conseguían hablar, le contaba anécdotas sobre la pequeña. Hannibal deseaba conocerla, y esperaba que la niña también.
Jamás le había importado la soledad, incluso la disfrutaba, pero esos 3 años en soledad habían hecho estragos en su ánimo. En ocasiones, no se encontraba con ánimo ni siquiera para molestar a quienes venían a analizarlo. Desde su querida hermana Mischa, nunca había deseado la compañía de alguien con tanto anhelo.
Hannibal observaba como le ponían la camisa de fuerza, la máscara y lo ataban como si fueran a trasladarlo. Pero en su lugar, entro Will.

Will: Hannibal...

Hannibal: Will...

Will: Necesito que nos ayudes... Porfavor (Suspiró)

Hannibal observo al omega, parecía desesperado. Decidió acceder y confiar en el omega.
Pronto le indicaron al omega que saliera. Dejando solo nuevamente al ex psiquiatra. Con incluso más ganas de salir y estar con Will, su omega.

Will regreso a su hogar y se despidio nuevamente de la niñera, encontrándose a su pequeña jugando junto a los perros, el omega se acerco a la niña para saludarla.

Abigail: Papii (Saludó)

Will: ¿Cómo la pasaste Abi?

Abigail: Biem, hice un dibujo (Respondio enseñándole su dibujo)

Will: Es muy lindo ¿Quiénes son?

Abi: Papi, Yo y Papá (Dijo señalando a cada uno)

Will: Lo voy a colgar en algún lugar para que todos lo vean (Menciono tomando el dibujo)

Abi: Papi ¿Vene papá? (Pregunto la niña en la puerta de su cuarto)

Will: Si Abi... Viene... (Respondio con tranquilidad, esperando no tener que seguir mintiéndole)

El omega preparo la cena únicamente para él, ya que Abigail ya había cenado, por ende ya la había mandado a dormir. Will, sentado en la cocina, se encontraba comiendo lo que había cocinado, si es que podía llamarlo así. Se había preparado ramen instantáneo, se encontraba demasiado cansado como para cocinar. Además de que solía cocinar solo para Abigail, ya que no sentía la necesidad de hacerlo para él mismo.
El castaño se encontraba tenso. No sabía como iría su plan. Lo había pensado demasiado, pero muchas cosas podrían ir mal. Aunque por ahora todo había ido según lo que había planeado, y nadie sospechaba. Para su suerte, ni siquiera Hannibal sospechaba.
Will ya tenía asumido que si debía matar a alguien lo haría. Cada día se sentía menos culpable por esos sentimientos de placer al asesinar a alguien, no lo había hecho demasiado, pero si lo había disfrutado.

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