Holi❤️
Les traigo un nuevo One Shot, este es diferente, es en un universo alterno donde ninguno es superhéroe, y donde todos son niños, Natasha tiene 7 años y Steve también, Tony tiene 10 años, Thor 8, Bruce 8, Pepper 9 y Clint 6.El pequeño Tony, como siempre se encuentra coqueteando con la pequeña de cabello pelirrojo llamada Virginia, pero bueno, ahora todos le decían Pepper gracias a él.
El niño Bruce se encuentra con otros niños y un par de tubos de ensayo, haciendo múltiples experimentos con lodo, pasto y un indefenso gusano que se han encontrado. Al otro lado del patio el más pequeño, el pequeño Clint se encuentra con su pequeño arco intentando darle a un par de pájaros, los cuales comen tranquilamente pan del suelo.
El rubio Odinson, como es usual verlo, nuevamente ha ido a robarle la comida a su maestra, un panqueque, una manzana, un jugo, un sándwich y un chocolate no habían sido suficiente para el pequeño.
Por otro lado, nuevamente los niños mayores están golpeando al débil Steve, quien se encuentra tirado en el suelo intentando levantarse, pero nuevamente un pequeño lleno de pecas lanza una patada en dirección al pequeño rubio. De pronto, tan rápido como la luz, el pecoso recibe una patada en la entrepierna y los otros dos niños reciben un fuerte golpe en el pecho, dejándolos sin aire, los tres salen corriendo con lágrimas en los ojos en dirección a la maestra.
El pequeño Steve abre sus ojos lentamente, aún dolorido por las patadas.
—Tenemos que escondernos —escucha que dice una voz.
Finalmente logra aclarar su vista y puede ver que hay una dulce niña pelirroja tendiéndole la mano. El rubio se queda sin aire, era la primera niña que le hablaba en su vida. —vamos, levántate o nos castigaran a ambos, conoces a Rumlow, es un soplón.
El rubio entreabre sus labios incrédulo, pero finalmente acepta la mano de la pelirroja quien lo jala con extremada fuerza haciéndolo que comience a correr, la pelirroja lleva a Steve hacia su escondite secreto, donde suele estar con su mejor amigo Clint, el único lugar donde las maestras nunca los han atrapado.
El escondite se encuentra debajo de las escaleras donde guardan las pelotas y los aros de gimnasia. La pelirroja abre el cerrojo dorado de la puerta con un prendedor que sostiene un mechón de su cabello, el rubio está exhausto y su respiración esta demasiado agitada, la pelirroja finalmente logra abrir la puerta, jala al rubio y ambos entran al escondite, el cual queda completamente a oscuras al momento de volver a cerrar la puerta.
La niña, toca levemente la pared para encontrar el interruptor, el cual hace que la luz se encienda al instante dejando a la vista un lugar con un par de cojines y comida.
—Tenemos que quedarnos aquí un poco de tiempo, para que nadie nos encuentre, si no nos castigarán. Me suspendieron dos veces, una más y me sacan de la escuela. —menciona la pelirroja con una leve sonrisa. La niña da un par de pasos y se sienta en un cojín— siéntate —le ordena al rubio, el cual obedece al instante más nervioso que nunca. —por cierto, soy Natasha, tú eres....
—Steve —contesta el rubio en apenas un murmuro.
—Un gusto en conocerte Steve, ya te había visto antes pero, jamás te había hablado.
El rubio se queda mudo, no sabía que decir, era la conversación más larga que había tenido con una niña.
—Tú no hablas mucho, ¿o sí? —menciona Natasha con una sonrisa pícara.
—Jamás había hablado con una niña —menciona Steve con nerviosismo, seguramente y Natasha decidiría dejarlo ahora que se diera cuenta de lo tonto que era.